🧡Capítulo 36~Asesino🧡

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JungKook estaba sentado a la fuerza contra una furgoneta de las más destrozadas, a su lado BangChan, Jennie, Hwasa y B.I. que también habían quedado rezagados junto a él y habían sido detenidos. Los cinco tenían sus mando esposadas al frente y habían pactado un silencio sepulcral con los policías.

Así fue hasta que dos coches más hicieron acto de presencia, uno lo reconoció al instante; el señor Kim bajó alterado y a su vez altanero de su costoso mercedes.

-Todos detrás. -Exigió JungKook poniéndose en pie.

-¿A quién tenemos? -Escuchó a Hynjung preguntar al comisario.

-A la víbora principal. -Respondió este apartándose del campo visual de ambos.

-JungKook. -Susurró el hombre cuando lo vio, magullado y esposado frente a él.

-Hola señor Kim, ¿qué tal querido suegro? -Saludó con una sonrisa extremadamente fingida. El nombrado se encaminó valiente y cabreado hacia él.

-Arpía destroza hogares... -Comenzó a decir furioso, sus ojos llenos de rabia, pero Kook le interrumpió con una calma que heló la sangre de quienes escuchaban.

-No, no, no. -El hombre paró su andar frente a él. -El destroza hogares eres tú. -Lo señaló con ambas manos esposadas, el comisario se colocó al lado de ambos encarados. -Tú mismo has destruido a tu familia. -JungKook cambio su semblante a uno tan o más cabreado que el de él. -No me eches a mi la culpa de haberles abierto los ojos de la asquerosidad que eres. -Un leve silencio se creó entre todos en aquel puente de madrugada, hasta que Hynjung gritó.

-¡Llevadlo a comisaría! -Demandó a todos los policías que estaban sorprendidos por todo lo acontecido aquella noche.

-¿Y qué hacemos con él? -Preguntó el comisario, acercándose más al tatuado con la intención de sujetar su brazo y llevárselo.

-Mañana iré a hablar con él, tal vez podríamos inventarnos algunos cargos importantes para que acabe en prisión. -Dijo el señor Kim con una sonrisa macabra, la sonrisa de un loco desquiciado.

-¿Y con ellos? -Preguntó de nuevo el comisario, señalando ahora a los dos chicos y chicas víboras que acompañaban a JungKook. Este prestó real interés.

-Lo mismo. -Dijo con desgano, como si fuera algo obvio destruir sus vidas solo por ser quienes eran; solo por tratar de buscarse una buena vida y querer destruir su imperio de mentiras y delitos.

JungKook entonces sintió de nuevo esa rabia crecer en su pecho. Vio la oportunidad y no la dejó escapar. Fue rápido en romper la distancia con el comisario, arrebatarle el arma que llevaba en la funda de su cintura abierta y colocar la pistola directa en la nuca de Kim Hynjung amenazante.

-Ni un movimiento, tengo buen pulso. -Amenazó cuando el resto de policías sacaron sus armas apuntándole, el señor Kim quedó bloqueado al sentir el frío del arma en la piel desnuda de su nuca. -Puedo ir directo a matar, así sí iría a prisión con sentido. -Esas palabras helaron a todos los presentes, el comisario pidió que bajarán sus armas dándole el camino libre a JungKook. -¡Víboras al nido!

-¡Nochu no! -Su exigencia era clara, debían irse sin él. Huir por sus vidas, pero Jennie no pudo evitar llevarle la contraria por su valentía, por su integridad.

-¡Víboras al nido he dicho! -Volvió a gritar mucho más fuerte, más poderoso y de mandato. Las víboras se vieron entre ellas antes de echar a correr hacia el sur, los policías viendo cómo se escapaban sin poder impedirlo.

Cuando JungKook estuvo seguro de que no les seguirían y que habían alcanzado zona segura dejó caer sus manos y con una templanza envidiable le devolvió al arma al comisario. Kim Hynjung se giró a verlo, su rostro roto y demacrado por el miedo.

Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora