-Es super real, te pareces tanto a tu padre que me das escalofríos. -MinGi estaba inclinado viendo el nuevo tatuaje de su amigo en su brazo con detalle.
-La gente va a pensar que me he tatuado mi cara, que egocéntrico. -Rió Hoonjong golpeando dramáticamente a su amigo que se quejó igual de exagerado. JungKook sonrió con una mueca a su lado.
-Tener ego es bueno, no lo pienses como algo malo. -Dijo el pelinegro, su voz tan neutra y sin emociones como siempre.
-Se me olvidaba que hablaba con JungKook Hyung. -Sonrió, a pesar de la mueca y el tono de voz, Hoonjong. Años conociendo a su Hyung le habían hecho aprender que el chico era así... frío como el hielo. -Gracias a los dos, habéis hecho un trabajo impresionante, perfecto.
Hoonjong hizo una leve reverencia a JungKook y al chico rubio tras él. TaeHyung asintió desinteresado, ambos amigos pensaron que esos dos eran idénticos y congeniaban porque eran serios, distantes y, lo dicho, fríos.
Cuando el par de amigos y JungKook salieron, de la sala en el estudio del último donde tatuaba, el rubio respiró profundo. Había sido la primera vez que veía como se hacía un tatuaje; el sonido chirriante de la máquina, las tintas sobre la pequeña mesa, la crema, guantes, mascarilla, las muecas de dolor del chico... Todo había resultado excitante.
-Toma. -Escuchó la voz de JungKook a su espalda y se giró a verlo, pareciera que los chicos ya habían pagado y se habían ido porque el pelinegro le tendía una pequeña cantidad de dinero. -Es tu parte del diseño, no es mucho, pero es lo que te corresponde. -Trató de explicarse mientras seguía tendiéndole los escasos tres billetes.
-No me hace falta Kook. -Respondió tranquilo viéndolo a los ojos. El diminutivo en el nombre del chico había nacido solo aquella noche días atrás en su casa e inevitablemente se le escapaba cuando estaban a solas.
-Lo sé, pero es tuyo TaeTae. -Ahí estaba la respuesta a su diminutivo, JungKook había alegado que si NamJoon le decía Tae él quería decirle algo diferente aunque fuera repetitivo. Ambos sabían que no eran los únicos en utilizar esos apodos en diminutivo, pero sonaba diferente escuchado por la voz contraria. -Has escuchado a Hoonjong, ha sido nuestro trabajo. Por ende, mereces tu parte.
-No sé. -Susurró bajando su vista al dinero pasando disimulando sus ojos en los tataujes en los brazos de él. Lo veía por primera vez en manga corta por su comodidad al tatuar, la tinta negra impregnada en su piel quedaba de maravilla en el contraste de su tono pálido.
-Míralo así, es el primer dinero que consigues haciendo algo que realmente te gusta, de tu talento. -Las finas manos de JungKook escondieron los billetes plegados descuidadamente en el bolsillo del jersey de algodón de finas hebras y de marca Gucci de TaeHyung. -Gástalo en algún capricho. -Sugirió, trepando sus manos por su pecho hasta posarlas en los anchos hombros de él.
-Te invito a cenar, donde tú quieras. -Ese sería su capricho, puede que le faltara dinero con esos billetes, pero era la excusa perfecta para volver a tener silencios largos, risas cómodas, sonrisas cómplices y palabras duras con quién se sentía real.
-Me encantaría, pero Hyung ha organizado una cena en el bar de unos amigos. -La mueca de JungKook fue igual a que cuando sonrió a Hoonjong, pero ahora parecía que era por tristeza y no alegría. ¿Quién sabe?
-Oh, no pasa nada.
-Puedes venir. -Habló rápido viendo el susurro bajo del chico. Sumando rápido su emoción sin darse cuenta. -Así conoces al resto de mis amigos y a JiSoo.
-¿Estás seguro de que quieres que vaya? -Las brazos del rubio rodearon su estrecha cintura, se le hizo imposible por la felicidad que desató su timbre de voz al invitarlo. Pero él sabía que aquello no estaría bien, no quería avergonzarlo, no quería obligarlo a llevarlo. - ¿No sería un inconveniente?
-¿Cuándo mi niño bonito es un inconveniente? -Rebatió veloz ladeando su cabeza con ternura. -Yo quiero que vengas, quiero estar contigo, pero he quedado ya con ellos. -Tae apretó sus labios con fuerza dudando, él había aprendido a comportarse con sus "amigos"; ¿Cómo iba a encajar con gente del sur como JungKook? -¿Qué tengo que hacer para convencerte? -El pelinegro rompió la distancia de sus cuerpos pegando su pecho al de él y poder así rozar su nariz también con la suya. -Mira que no soy una persona cariñosa y no dejo de darte mimos porque me encanta hacerlo. -Con su nariz dio ligeras caricias de un lado a otro, un tierno e infantil beso esquimal.
-Me pasa igual. -Confesó inclinándose a besar la mejilla rechoncha izquierda de él.
-No, tú eres cariñoso, pero alguien debió decirte que eso era una debilidad y no lo muestras. -Rebatió seguro de sus palabras, de nuevo esa dulzura había desaparecido por su rostro impasible. Tae tragó saliva, ¿por qué era tan trasparente para él? Tal vez porque eran iguales. -Menos conmigo, conmigo sí eres cariñoso; y eso me gusta. -Susurró besando entonces su cuello ligeramente bronceado.
-¿Cómo puedo entonces leer en tu rostro que quieres mimos si siempre estás serio cuando no estamos solos? -La burla, algo así como la broma, gracia o alegría inundando su voz grave al volver a besar la mejilla de él.
-Yo los buscaré. -Explicó trepando sus manos de sus hombros hasta su nuca. -Te diré, mi niño bonito, que cuando sonrías siempre voy a querer besarte. -Lo miró directo a los ojos, esos que hoy no portaban lentillas azules, esas bellas galaxias que semejaban más bien agujeros negros. -Bueno, siempre quiero besarte.
La misma extraña sonrisa cómplice, sonrisas sinceras que se dedicaron como pacto para romper al fin la distancia entre sus bocas y besarse. Degustando sus bocas, lamiendo las lenguas contrarias, enrollandolas, mordiendo labios, succionando los mismos, murmurando jadeos placenteros por lo mismo.
Desde aquella noche, pasada tres días atrás, en la que la droga incrementó y avivó sus intensos sentimientos de atracción por el otro no se habían vuelto a besar. Se veían en el estudio de tatuajes, un coche llevaba o recogía a TaeHyung, y ellos solo eran cercanos dándose ligeros toques y caricias sin intenciones más allá que las que tendrías con un amigo.
Pero sus miradas oscuras delataban la verdad, ese mismo deseo de devorar a esa persona como estaban haciendo ahora.
Los habitantes del sur eran conocidos como víboras, gente que amaba causar el caos y herir a los del norte por simplemente imponerse sobre ellos en la antigüedad.
Los habitantes del norte eran conocidos como águilas, gente que amaba abusar y denigrar a los del sur por simplemente haber tratado de rebelarse en la antigüedad.
Entonces aquí el problema de estos innegables enemigos; las águilas pueden picotear una víbora porque la vigilan desde el cielo, pero estas pueden esconderse hasta sentir a su enemigo en su territorio y, una vez bajan las águilas a tierra firme, las víboras las engullen.
La diferencia entre ricos y pobres; unos creían ver toda la verdad desde arriba como si fueran intocables, otros desde la miseria esperaban su momento conociendo toda la verdad.
Nota: Quiero explicar, antes de que alguien diga algo, que sí; el tema de los del norte y sur lo he sacado de Riverdale PERO NO TIENE NADA QUE VER CON LA SERIE solo que me gusta esa temática y creo que concuerda con lo que quería exponer aquí. Sin más... sigamos 🧡
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanficDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...