Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)

🧡Capítulo 32~Tenéis nuestro respeto🧡

-¡Estrangulemos! -Gritó Jimin resonando una voz grave entre los presentes.

-¡Envenenemos! -Repitió su gesto JungKook, la ansiedad siendo notoria en los del norte.

-¡Víboras! -Gritaron a su espalda sus seguidores.

-¡Detenerlos! -Demandó el señor Kim señalándolos.

El caos se desató tras esa demanda. El cuerpo de seguridad que vigilaba la fiesta, el comisario incluido entre ellos, arremetió contra los protestantes de la rebelión quienes no dudaron en defenderse.

JungKook protegía a su hermano teniendo que golpear a algún valiente que trató de interferir en su misión de salir de allí ileso junto a Jimin y poder localizar a TaeHyung entre el alboroto.

El sonido de gritos, golpes e incluso mesas rompiéndose era ensordecedor. Una mano sujetó la muñeca de Park deteniendo así también a JungKook quien tiraba de él hacía una salida al jardín trasero de la mansión.

Al girarse ambos hermanos vieron que era Hoseok, el hermano menor de Seonghwa, junto a Lucas, Taemin y otros los otros chicos que en su día golpearon a Jimin. Kook rápido se interpuso entre ambos para, si era necesario, golpear a los menores. Pero las palabras urgidas y rápidas de Hoseok lo detuvieron.

-El respeto se gana, tú tienes el nuestro. -JungKook en otra ocasión habría dudado, preguntado o reído; pero ver al comisario acercarse a ellos le hizo confiar en la primera oportunidad de huida que tenían.

-Si es así, sacarnos de aquí. -Demandó, los jóvenes ex compañeros de su hermano asintieron e hicieron un círculo a su alrededor empujando las peleas y a quienes trataban de llegar hasta los hermanos. Conduciéndolos así hacia la salida de la mansión.

Cuando ya estaban en la puerta trasera que daba a la calle, esta siendo abierta a fuerza por Kai y Mark, JungKook echó un último vistazo al salón de la mansión desde la lejanía. NamJoon y TaeHyung estaban allí, mirándolos con miedo y congoja.

La mirada en la oscuridad de su niño bonito le hizo saber que tenía el mismo sentimiento que él. Ninguno quería un adiós, pero ahí estaban; dándoselo desde la distancia.

-Vamos. -Pidió Lucas señalando hacia un coche que parecía suyo.

-Os llevaremos al sur, no os seguirán hasta allí. -Ofreció Hoseok ansioso. Jimin miró a su hermano que asintió adentrándose a la parte trasera del coche.

-Esto es una puta mierda. -Se quejó el peliengro tirando de sus propios cabellos, Jimin estaba empezando a perder la valentía y los nervios le estaban jugando una mala pasada. En breves se pondría a llorar.

-Debéis trazar un plan, estoy seguro de que van a adelantar sus propios planes para echaros de la ciudad. -Explicó Lucas al volante. Otro coche de la misma gama cara les seguía con el resto de los chiquillos, niños ricos que con quince años ya sabían conducir y lo hacían sin miedo a ser detenidos.

El dinero mueve el mundo.

-¿Por qué nos estáis ayudando? -Preguntó JungKook directamente a Hoseok, el chico no dudó en responder.

-Las palabras de aquel hombre en el puente y las de Jimin nos hicieron pensar. -Dijo seguro. -Nosotros no tenemos nada nuestro y descubrir que lo de nuestros padres es ilegal y contra el ser humano nos terminó de abrir los ojos.

-Nosotros no queremos un mundo donde se aprovechen de otros para tener caprichos. -Lucas finalizó, JungKook examinó a los muchachos. Ellos no mentían, ellos realmente estaban de su lado. Habían llegado a los corazones de los jóvenes del norte como Jimin le había dicho.