Sus párpados pesados temblaban bajo la luz clara que se filtraba por ellos, ese fuerte olor a desinfectante llenado sus pulmones cuando inhaló fuerte por su nariz y el cosquilleo en su mano derecha cuando esta fue sujeta rápidamente por unas ajenas cálidas.
-Hyung. -Ese dulce llamado, parcialmente angustiado, le llamó a abrir sus débiles ojos. -¿Hyung me oyes? -Su Minnie lo miraba con sus ojos muy abiertos y con restos de lágrimas, él tan solo pudo asentir devolviendo el apretón a su mano. -¿Cómo te encuentras? -JungKook procesó que se encontraban en una habitación del hospital, tras la espalda encorvada de su hermano se encontraba NamJoon dando caricias al menor en símbolo de apoyo.
-Bien. -Susurró, su voz saliendo ronca y desgastada. La sonrisa radiante y de paz en el menor mandó calidez a su débil cuerpo.
-¿Quieres saber lo que ha pasado? -Preguntó de nuevo Jimin, solo viéndolo a él, adorándolo como siempre en el mejor de los sentidos.
-Sí. -Carraspeó tras hablar, NamJoon se acercó más a él ayudándolo a sentarse y ofreciéndole un pequeño vaso de agua. JungKook le sonrió de lado agradecido y el pelimorado besó su cabeza con cariño.
-Los médicos dicen que te desmayaste por el colapso que sufrió tu cuerpo. -La voz dulce de su hermano menor volvió a captar su atención. Lo cierto es que recordaba sentirse ahogado, derrotado, pero valiente y eufórico por la adrenalina. Fue horrible. -Fue la mezcla de las emociones vividas en el sábado, que no hubieras bebido ni comido nada, que tampoco durmieras, tus heridas, que tragaras agua de la piscina y el cómo viste a Tae Hyung. -Sus manos yendo rápidas a su vientre bajo. -Mi sobrino está bien.
Una fotografía, más bien una ecografía, fue dejada en sus manos por NamJoon. JungKook miró la imagen borrosa de círculos y esquemas blancos. En un vacío, en su centro, una pequeña mancha blanca encorvada hizo a su corazón apretarse en felicidad y congoja. Aquel era su niñito, su garbancito.
JungKook asintió parcialmente aliviado; recordando, todavía inmerso en la neblina del sueño profundo, que había pasado: el puente y las víboras, la policía llegar, los golpes en su cuerpo, la discusión con el señor Kim, la celda fría, de nuevo discutir con Hynjung, ser liberado y a su vez rescatado por los que en su día lo odiaron, ir a casa de Tae por la llamada de JiSoo que lo volvió loco, ver a su niño bonito flotando en el agua, su cabeza colgando en los brazos de SeokJin cuando llegaron a urgencias, el cuerpo de él volviendo milagrosamente a la vida y escupiendo toda esa agua.
Sin darse cuenta estaba llorando de nuevo, su hermano trepó más cerca de él y se aferró a su tronco hundiendo su cabeza en su pecho para buscar darle consuelo.
-Solo tienes heridas superficiales en la espalda y un feo chichón en la frente, pero has estado prácticamente inconsciente desde ayer. -Habló esta vez NamJoon, mirando con el mayor amor inocente del mundo a ambos hermanos Park y Jeon. Su pequeño Jiminnie había sufrido mucho, pero era un niño maduro a su vez y Nam estaba orgulloso de que su corazón lo hubiera elegido a él como su pareja.
-¿Recuerdas despertar esta noche Hyung? -Murmuró el pelinegro contra su pecho, JungKook acarició su cabello negando con su cabeza como respuesta. -Comenzaste a vomitar el agua de la piscina.
Y todo aquello le parecía bien, osea, el hecho de saber y procesar todo aquello a su ritmo estaba bien igual que que su hermano lo abrazara así. Pero él seguía viendo el rostro apagado de Tae, su pecho casi inmóvil, sus labios violetas y la herida en su cabeza.
-Tae, mi niño bonito. -Susurró apretando más a su hermano cómo un ancla a la realidad y un bálsamo del dolor.
El silencio espeso que se creó fue aún más doloroso que los recuerdos en bucle en su cabeza. Jimin se sentía incapaz de contar aquello, no estaría bien que lo hiciera, no podía. Y NamJoon, Nam no sabía cómo decirlo.
-Él está bien Kook. -Finalmente NamJoon fue el primero en hablar al encontrar las escuetas palabras en su ser. -Le drenaron el líquido acumulado en sus pulmones y atendieron su hipotermia además de ponerle puntos en su sien.
NamJoon no sabía cómo decirlo porque podía dar la explicación médica de cómo lo trataron y de su estado actual, pero no era quien para contar cómo pasó lo que pasó. Eso era algo de ellos.
-¿Quieres verlo? -Jimin elevó su rostro y su hermano bajo su mirada hacia sus ojos. -Él lleva despierto desde esta mañana.
-Por favor. -Pidió, suplicó realmente.
Su niño bonito, su Tete, el amor de su vida estaba bien. Estaba todavía en este mundo con él, con su bebé también, con ellos. ¿Pero a qué coste? ¿Acaso simplemente debería estar agradecido de ello? Él debería estar vivo porque así debía ser, no por la buena atención médica que recibió.
Su bebé había estado muriendo helado y solo sobre el que fue en su día su lugar seguro.
A pasos de bebé, pequeños, cortos y lentos, así habían llevado a JungKook hasta la habitación en la misma planta que ocupaba TaeHyung. Kook tenía cada uno de sus brazos enroscado en el contrario de su hermano y su cuñado y con cada pasito que daba su ansiedad crecía un poco más.
Podrían decirle, gritarle cien veces, que Tae estaba bien pero hasta que él no lo comprobara con sus ojos y su tacto no les creería.
La puerta de una habitación fue abierta, de ella salió una rubia muy bella y el azabache que JungKook reconoció al instante. Así que, en aquel cuarto, estaba su niño bonito.
-Hola JungKook. -El pelinegro trató de sonreír, pero salió una mueca rota que desencadenó que una lágrima traviesa resbalara por su mejilla a la par que se lanzaba a abrazar al hermano mayor de TaeHyung.
-Gracias Hyung. -Le dijo con el corazón en la mano, SeokJin contuvo sus lágrimas viendo a su novia sonreír mientras él le devolvía el abrazo al menor.
-Gracias a ti, siempre gracias a ti. -El pelinegro de anchos hombros besó como símbolo de protección ligeramente sobre la herida cubierta en la frente del chico. -Tú lo salvaste y cuidaste cuando yo no estaba.
-Pero volviste. -Susurró en su contra JungKook, era ridículo como podía querer tanto a alguien que nunca había visto ni conocido en su vida. Pero él amaba como a un hermano mayor a Kim SeokJin, lo amaba por como Tae se lo había descrito y hablado de su amor incondicional hacia él.
-Tal vez algo tarde, casi ni llego a tiempo... -Sus palabras fueron interrumpidas por las seguras del menor.
-Pero llegaste Hyung, tarde o no, llegaste y ahora estás aquí. -SeokJin apretó su mandíbula conmovido por su bello corazón.
-Vamos, pasa. -Le animó la rubia, Solar, dando ligeras caricias a su espalda dañada. -Él estaba a punto de dormir un poco, pero seguro aún lo encuentras despierto. -JungKook asintió y rompió el abrazado para sujetar el pomo de la puerta con su mano derecha y el marco de esta con su izquierda.
-Kook. -Le llamó SeokJin viendo su cuerpo tenso, conocía el miedo irracional en el joven. Él también lo había sentido hasta que su hermano despertó y pudo hablar con él. -Tae no intentó suicidarse.
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanficDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...