Al terminar su jornada en el estudio de tatuajes habían dado inicio a lo que dijeron. Ambos montaron en la moto de JungKook, de nuevo él sin casco y TaeHyung con el de JungKook, condujo hasta la dirección que el rubio le orientaba a la espalda.
Al parar frente al gran portón de reja metálica con infinidad de aretes, dibujos y espirales; varios hombres vestidos de negros observaron a JungKook con superioridad. Una superioridad que cayó a inferioridad al instante en que TaeHyung descubrió su rostro del casco y demandó que abrieran el portón para ambos.
-No creo que nos oigan, pero tratemos de no hablar hasta llegar a mi habitación y así no tendré que dar explicaciones ni tú tendrás que hablar con... -Decía el rubio mientras subían los escalones de mármol de la entrada, abrían la puerta principal de cedro y entraban al gran hall tras bajar y aparcar la moto en la puerta.
-Señorito Kim, buenas noches. -Una voz educada, de una mujer de mediana edad lo detuvo; JungKook quiso reír al ver el plan fallido de Tae, pero se contuvo. -Oh, buenas noches señorito. -Le saludó al pelinegro haciendo una reverencia, JungKook copió su gesto lo que hizo a la mujer abrir sus ojos sorprendida.
-Jessie, que nos suban cena a mi cuarto. -Demandó Tae, JungKook se sorprendió por el tono frío en que le había hablado a la mujer. La trabajadora de piel realmente bronceada asintió educada. -Y no diga a nadie que estoy acompañado, aunque tampoco creo que lo noten. -La última parte la dijo en voz baja para sí mismo, pero fue escuchado.
-Solo quería decirle que su padre ha vuelto a salir de viaje. -Dijo la mujer.
-¿Y Hyuna? -JungKook frunció sus cejas confuso.
-Está en su cuarto. -Respondió Jessie.
-Bien, mejor, Kook vamos. -Sin mediar más palabra tomó la mano del pelinegro y tiró de él hacia lo que parecían unas infinitas escaleras de mármol impoluto.
-¿Podría traer también cosas dulces? Chocolate y esas cosas, guarrerías. -Explicó tirando del agarre en la mano de Tae para detenerlos a los pies de la escalera y dirigiéndose a la mujer. Esta asintió sonriente y JungKook le devolvió el gesto a modo de agradecimiento.
-¿Para qué has pedido eso? -Cuestionó Tae hablando de nuevo bajo y dulce hacia él por el inmenso pasillo de la segunda planta.
-¿No recuerdas que el sábado por la noche nos tocó ir en busca de comida dulce a una tienda 24 horas? -Susurró haciendo reír ligeramente a TaeHyung, claro que recordaba el espectáculo que montaron en la tienda por no saber que llevarse de comer porque ante sus ojos de drogados todo parecía delicioso e insuficiente.
En silencio desde ese momento llegaron al cuarto de él, una enorme estancia de más metros cuadrados que el piso donde JungKook vivía con su familia.
Tenía un gran escritorio con un ordenador último modelo, una x-box, la última play station, una estantería repleta de libros, CD's, películas y videojuegos, una cama de matrimonio tamaño King, cuadros a medio pintar por Tae en una esquina, dibujos por un tablero en una de las paredes, un cuarto de baño privado (que por lo que podía ver desde la puerta) era espectacular y un pase directo a otra habitación que gastaba como vestidor.
-Wow. -Canturreó viendo la gran colección de collares, gargantillas, pendientes, pulseras, anillos... De gran calidad. -Esto es impresionante. -Sí, JungKook había flipado desde que vio la reja principal a la calle, la casa desde fuera, la entrada, la servidumbre, los pasillos, todo...pero era como se describía en sus libros románticos adolescentes o en las películas que veía con su hermano del mismo estilo; lo que sí le asombró y enamoró fue la calidad de las ropas y joyas en ese cuarto. -Sabes, si fuera rico también tendría una habitación así. -Tae, avergonzado por su vestidor y lo extravagante de su vida, lo miró cabizbajo. -Amo Gucci y Channel; tengo un momento de conjuntos recreando colecciones de ellos que amo.
-También son mis diseñadores favoritos. -Afirmó él, antes de sonríe al recordar. -Tengo una camisa que, es de hombre, pero me viene grande. -Rápido fue a la sección donde sabía estaba y la sacó para mostrársela. Una camisa simple blanca con los botones dorados y ligeros brillos del mismo tono por toda su textura. -¿La quieres?
-¿Puedo? -Preguntó con ilusión tomando la camisa en sus manos, Tae asintió y la puerta del cuarto fue abierta.
-TaeHyung, te he subido la cena. -Tae salió a recibir los platos, JungKook siguió allí viendo la camisa. Sabía que estaba mal, que esa camisa debía ser carísima, pero se auto convenció que dejarla morir cubierta de polvo en ese gran armario no era tampoco correcto.
Siendo llamado por la suavidad de la tela desnudó la parte superior de su cuerpo dejando su chaqueta y camiseta en el sillón central del vestidor para colocarse la camisa. Abrochado los último botones en sus pecho se miró complacido, le venía ligeramente estrecha, pero le favorecía. A él le gustaba llevar ropa ancha igual que ceñida.
-Tae mira, ¿cómo me queda? -Preguntó saliendo al dormitorio, el rubio estaba de brazos cruzados viendo a un sirviente colocar la cena en una pequeña mesa baja en la alfombra. -Hola. -Saludó al chico. Él, un chico joven, lo miró frunciendo sus cejas; parecía molesto y eso le hizo sonreír a JungKook.
JungKook aceptaba que aveces podía ser una perra mala.
-¿Y este quién es TaeHyung? -Tae resopló notablemente fastidiado, dejando de admirar la belleza que relataba en JungKook con esa camisa; su piel pálida brillando más que nunca junto a su largo cabello negro azabache.
-Te he dicho cientos, miles, de veces que me digas Señor o Señorito Kim HyunJin. -Resopló antes de continuar. -Además he pedido dos platos y tú me has traído solo uno.
-He traído uno grande porque pensé que tendrías hambre y por eso pediste más, no sabía que estarías acompañado de... él. -Al referiste a JungKook se pudo sentir el asco, el desprecio, los celos que levantaron el ánimo de Kook con orgullo.
-No importa Tae, podemos compartir plato. -Aquello era cierto, se lo dijo a él solo y él le creyó asintiendo complacido. La siguiente frase fue directa hacia el chico rubio que los observaba con los ojos filosos, TaeHyung sintió cierta parte de su ego crecer y algo así como bonito, tal vez solo fue ver una faceta diferente de JungKook a la cariñosa, cuando el pelinegro encaró al rubio. -Tú, la próxima vez haz lo que se te ordene, para eso eres el sirviente; para servir. Él es tu jefe, Señor Kim para ti, conoce tu lugar.
-¡¿Quién eres tú para...?! -Contraatacó indignado el joven, JungKook seguía impasible al lado de Tae. Este mismo lo interrumpió.
-HyunJin; tienes tres segundos para salir de mi cuarto, uno más y sales de la casa y por ende del trabajo.
El rubio se sorprendió demasiado, el relajado pero serio Kim TaeHyung había elevado ligeramente su voz y actuaba ciertamente dominante. Cómo si no temiera a nada, como si supiera su valor en esa casa.
Y era tan sencillo, tan fácil como que Jeon JungKook, hacía fuerte a Kim TaeHyung.
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanfictionDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...