JungKook tenía su cabello sucio y descuidado atado en un moño alto, sus ojeras violetas muy marcadas en su pálida piel y sus ojos hinchados y bordeados en rojo. Era la segunda noche que dormían en el despacho de su primo YoonGi. Lo que pasaba es que no podía ir a su habitación que compartía con Jimin en su casa, porque al entrar entre sus sábanas recordaba aquella noche no tan lejana en que TaeHyung lo alimentó con chocolates, donde él le afirmó estar mejor consigo mismo, Kook le prometió no volver a llorar y habían hablado de una futura familia que ya estaba creciendo en su interior.
Era un mentiroso, no podía dejar de llorar.
Y todo porque tenía un miedo increíble e irracional a perderlo, perderlo para siempre. Temía que el amor propio que había creado el pelinegro para sí mismo estuviera desapareciendo de su ser por culpa de las circunstancias que estuviera viviendo en el norte y él desconocía.
JungKook tenía muchos miedos en ese momento. Temía perder al amor de su vida, temía no poder ser un buen padre, temía no poder darle a su hijo las comodidades dignas de un bebé y temía estar en plena batalla contra el norte con algo tan delicado dentro de él.
Un fuerte golpe, de la puerta del despacho siendo abierta hasta chocar con la pared, lo alertó. Al ver a su hermano ansioso y alterado se puso alerta y a la defensiva.
-¡Hyung! -El mayor relajó su cuerpo dejándose caer de nuevo en el sillón cuando vio la gran sonrisa del menor. -¡Hyung está aquí! -JungKook asintió desganado.
-Muy bien Minnie. -Susurró volviendo a sujetar su cabeza por el increíble dolor que sentía. -Saluda a Nam de mi parte.
-No Hyung, no me estás entendiendo. -Dijo el chico entrando más al despacho, causando un interés en el pelinegro. Su corazón comenzando a latir como hacía días ya no se sentía. -Tae Hyung está aquí.
JungKook se puso en pie rápidamente, su cuerpo se tambaleó por la falta de sueño, descanso y comida; sumado a los malestares que comenzaba a sentir por el embarazo como la fatiga o nauseas. Su hermano corrió hasta sostenerle entre sus brazos en el mismo instante en que una sombra irrumpió en el despacho.
Ambos amantes se miraron con la tenue luz del lugar, observando el mal estado del contrario en esos desastrosos días separados. TaeHyung vio al amor de su vida cansado y destrozado, JungKook a su niño bonito triste y desolado.
Jimin forzó a su hermano a caminar hasta pararse frente a su Hyung y cederle el cuerpo de JungKook, el cual tomó rápido entre sus brazos buscando dar y recibir consuelo.
Ambos se quedaron solos en el despacho, teniendo su pequeño momento de privacidad y seguridad. JungKook se aferraba a él con sus escasas fuerzas y Tae luchaba por no dejarse caer al suelo por su intenso llanto.
-Lo siento, lo siento muchísimo mi amor. -Decía una y otra vez TaeHyung, causando finalmente que JungKook saliera de su pecho para verlo interrogante. -Hablé tan mal de ti, mentí por nosotros. Para salvarte.
-Mi bebé. -Dijo él mostrando al fin su sonrisa de conejito. -Te amo, no desconfié de ti en ningún momento; no más de tres segundos. -TaeHyung ahogó una risa. -Tae. -Le llamó, sintiendo que su corazón se apretaba por la ansiedad, seguro de que hace apenas una semanas habría sido una gran noticia y ahora era una preocupación insana.
-¿Amor? -Preguntó preocupado ante el cambio de esa bella sonrisa que adoraba a una cara angustiada y con miedo. JungKook sujetó ambas manos de Kim y las bajó hacia su vientre, bajo su ombligo, y trató de ese modo hacerle entender.
TaeHyung miró el gesto que su novio le obligó a hacer, pensado una y otra vez que era lo que ocurría con su niño rudo. El fugaz recuerdo de Kook retorciéndose de dolor y estando quejoso por los pinchazos en sus días de menstruación lo abarcaron; pero aquello no podía ser de nuevo, había pasado menos de un mes.
![](https://img.wattpad.com/cover/260138685-288-k230189.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanfictionDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...