34. Desubicado.

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Albus en multimedia.


Capítulo 34: Desubicado.

Narradora/Escritora.

Cuando los infiltrados se fueron de la casa, dejando atrás un gran desastre la familia empezó a reincorporarse. Albus se levantó quejumbroso, no sabía con quién había estado ejecutando un duelo, pero lo que si sabía es que aquella persona era buena y bastante fuerte. Algo aturdido, recorrió su vista por su alrededor, dándose cuenta de que en verdad se trataba de una guerra, afortunadamente, nadie estaba herido de gravedad, o eso es lo que pensaba.

—¡James, no! ¡James! —el grito desgarrador de Harry estremeció a cada integrante. Potter salió corriendo, con la falsa esperanza de alcanzar a los encapuchados, derrotado e intentando reprimir el llanto cayó de rodillas—. Mi hijo... mi muchacho...

Tras de él corrían Ginny, Albus y Lily, la primera en llegar fue su esposa, era una mujer fuerte, pero esta vez era diferente, estaba terriblemente afligida e inconsolable, buscó refugio en su marido, ambos estaban igual de destrozados.

»Le prometí que nada malo le sucedería... le hice creer que estaría bien porque no iba a repetir mi historia... —Harry hablaba en medio del llanto, Ginny siempre tenía algo que decirle para tranquilizarlo, pero, ¿Cómo se puede calmar a alguien cuando ni tu puedes hacerlo por ti mismo?—. Mi muchacho está... está...

—No lo digas, Harry, ni si quiera lo pienses. James es fuerte, aún está vivo.

Albus se quedó observando a sus padres desconsolados. Con una voluntad que ni él mismo reconocería en su estado normal caminó en la misma dirección en la que se fueron los hijos de mortífagos.

Se sentía culpable por no haber estado para su hermano en ese momento, sentía rabia por no haber podido ayudar en algo, y se sentía traicionado porque su mejor amigo dijo que los protegería y terminó perjudicándolos.

—¡Albus! ¡Albus, detente!

«—Es algo… bastante maniático y poco convencional, incluso para ti. Pero, soy tu hermano mayor, y siempre te apoyaré en cualquier cosa.»

»¡Albus!

«—¡Albus! ¡¿Estás bien?!»

»¡Ya detente, idiota!

«- Cuando seamos grandes, juntos, seremos imparables. James y Albus, Albus y James. Un verdadero dúo dinámico.»

»¡Incendio!

Albus salió de su pequeña nube de ira, apagó el fuego de los pastizales que su hermana había creado para capturar su atención. Con una mirada furiosa se giró hacia Lily, pero al ver su rostro cubierto por huellas de lágrimas relajó sus expresiones.

»¿Qué demonios, Albus?

—Ellos tienen que pagar, Lily, se tienen que pudrir en el infierno.

—¿Y entonces irás solo, tarado? —Lily intentaba mantener su tono de voz común, las lágrimas salían por si solas, llorar no era algo que le gustara hacer, menos frente a alguien—. Piensa antes de actuar, Albus.

—¿Pensar qué, Lily? —Albus elevó la voz—. ¡Nuestro hermano está en peligro de morir! ¿Y tú me dices que espere? ¿Qué? ¿Un maldito milagro?

La Leyenda De La Dama Y El Héroe  | James S. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora