27. Fiestas por todos lados.

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(La canción que aparece en el dibujo se llama I'll be de Edwin McCain :3 )

Capítulo 27: Fiestas por todos lados.

Madison Peyton:

El tiempo pasa bastante rápido cuando lo disfrutas con las personas que amas, y eso me sucedió a mí. Una semana se fue prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, ya nada más quedaban tres días para irnos, y eran los tres días más importantes de todos.

Hoy es la fiesta de Slughorn.

Mañana es el cumpleaños del dúo idiota Weasley.

Debo admitir que mi reingreso no fue como lo esperaba, soy una persona que tiene una vida social bastante aburrida, y me consta, lo único más "esplendoroso" que ha sucedido en ella es mi enfermedad, y bueno, también ser amiga de los merodeadores y en sí, de la familia Weasley y Potter me concedía popularidad.

Pero siempre eran ellos el foco de atención, siempre eran los de los cumplidos y los saludos a mitad de pasillo, eran los hijos de héroes los que se ganaban todas las miradas. Agradezco que mi padre no sea tan mencionado, no creo que podría lidiar con todo ese tipo de situaciones. Yo solo era eso, la amiga de los Weasley que fácilmente podría ser una prima perdida.

Desde que regresé me señalaban en cada maldito pasillo, hablaban de mi e inventaron rumores que no tienen nada que ver con la realidad, por si fuera poco, a mitad de colegio -mayormente población femenina- les dio un patatús cuando me vieron de la mano de James el lunes en la mañana.

Sí, eso no agradó mucho.

—¡No puedo creer que en unos meses estaremos en nuestro último año! —Havvanah chilló emocionada, estábamos en la orilla del lago negro en espera de los demás que aún estaban en exámenes—. Es irreal, ¡Hace tan solo unos años éramos de primero! Y ahora... es como un sueño.

—O un martirio —Wendy agregó—. ¿Tienen idea de lo que quieren hacer después de la graduación?

—Magizoologista —Havvanah sonrió enormemente—. Debo agradecerle a Hagrid por inculcarme el amor a los animales.

—Tendrás que viajar mucho, ¿no es así? —James estaba acostado sobre el pasto, su cabeza apoyada sobre mis piernas, tenía los ojos cerrados.

—No necesariamente, puedo quedarme ayudando en algún refugio, como el de Newt Scamander.

—Es una suerte que los gemelos sean amigos tuyos —Bastián le dio un sorbo a su botella de agua, hacía un calor infernal—. Y ya que los mencioné, ¿en dónde están?

—Probablemente fastidiándole la vida a mi hermana —James sonrió—. Si es que no están en algún examen.

Frank estaba sonrojado y algo tenso, movía sus labios como si quisiese hablar, al final pareció atreverse a hacerlo.

—¡Estoy en lista de espera para entrar a los Chudley Cannons! —literalmente, todos se sorprendieron, James se levantó del césped más rápido que un rayo, Frank soltó una boncanada de aire enorme—. Fiuuuuff, se sintió bien decirlo.

—¡Tú, maldita cucaracha! —Bastián lo señaló mientras hablaba—. ¡¿Por qué no nos dijiste antes?!

—Me siento traicionado —en eso llegó Fred, traía una caja pequeña que probablemente estaba llena con muchos más dulces, ni siquiera se había instalado y James ya estaba hablando—. ¿Sabías que Frank estará en los Chudley Cannons?

—¿¡Qué tú qué?!

—¡Aún no es oficial! —rápidamente corrigió—. Solo me encuentro en lista de espera.

La Leyenda De La Dama Y El Héroe  | James S. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora