La Leyenda De La Dama Y El Héroe | James S. Potter

57. Jugando con el tiempo.

Capítulo 57: Jugando con el tiempo.

James Sirius Potter.

Me quedé viendo la joya, no se por cuánto tiempo específicamente, pero puedo asegurar que ya conozco el grabado de cada detalle que tiene. Solo la había tomado una vez en mi vida, y ni siquiera pude observarla con detalle. Era extraño. Se me hacía familiar, pero es mi primera cercanía con ella.

O bueno, no la primera.

Tardé en asimilar lo que insinuaba mi padre, y al hacerlo me dominó un impulso condicionado por el pavor que tenía con la advertencia de "solo se puede realizar un viaje". Una oportunidad. Una última oportunidad, de eso se trataba.

Con todo esto, se siente como si el último mes que viví se tratara de una simulación, una horrible simulación en la cual estaba atrapado. Algo así como esa saga de libros que le gustan a Albus, que según él, me parezco al protagonista en la película.

Genial. Ahora intento no pensar en lo que está sucediendo. Gracias ansiedad.

Pedí excusarme al baño, más que todo para cambiarme, el traje empezaba a molestarme. No podía permitir que me vieran afectado por lo que me estaban ofreciendo, sobre todo, cuando regresaron Víctor y Teressa con -la muy inesperada- compañía de Joshua.

Intenté calmar mi respiración en lo que apretaba en mi puño el giratiempo.

Una oportunidad. Y es única.

Un recuerdo vago cruzó por mi mente. Se trataba de un día que estaba junto con Madison en el Santuario, no logro recordar de lo que estábamos hablando concretamente, solo sé que le dije mirando a los ojos "cambiaria el final de mis tiempos por estar junto a ti". Y si lo pienso correctamente, cumpliré con mi palabra.

Con valentía -de no sé dónde- agarré la perilla de la puerta y la abrí, soltandola con fuerza, generando un ruido que captó la atención de los demás en la habitación. Joshua parecía perturbado, supongo que yo puse la misma cara. Avancé hasta llegar al frente de mi padre, notando la clara diferencia de estatura entre ambos. Me imaginé de todas las reacciones, excepto que me sonriera para después darme un reflejo de orgullo tras sus ojos.

Cosas que no sueles ver.

—Lo haré.

—Es una misión peligrosa, James —Teressa se acercó—. Se trata de jugar con el espacio y tiempo, ¿Estas seguro de que puedes con ello? Podrías arriesgarlo todo, incluso lo que conoces hoy en día.

—Lo sé —le dije, sonando bastante seguro—. Pero debo de cumplir mi promesa. Soy un hombre de palabra.

Víctor suspiró y se levantó de la silla de mi escritorio, me tomó por los hombros y me miró directamente a los ojos. Se veía fatal, incluso tenía más ojeras que rostro.

—Cuando Madison se enteró sobre sus poderes y su dinastía sobre la dama granate, lo primero que le dije fue que al desarrollar el vínculo con su ancla, sus poderes estarían al 100% —Víctor sonrió con tristeza—. Algo que no era del todo cierto, aquel poder es de un alcance infinito. Y es por él que existe la posibilidad de enmendar y evitar las muertes de Madison y Timothy.

—¡Esperen un momento! —Joshua se puso de pie, aún parecía perturbado—. Si lo que dice es cierto, y el poder de la dama granate es inimaginable, ¿Por qué no hace el viaje ella? —señaló a Teressa, a quién no pareció afectarle eso.