15. El anillo color rosa.

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No me maten, se que lo amaran.

Capítulo 15: El anillo color rosa

Narradora:

El ocaso estaba en su máximo punto, los seguidores estaban reunidos en su área de encuentro más común, casi en los inicios del bosque prohibido, los cuervos cantaron y volaron a sus alrededores, cada cuervo tenía una carta que se le fue entregada a su persona correspondiente.

"Estoy sumamente impresionado, no saben la satisfacción que me dio el saber que lograron su objetivo, no deben tardar en atacarlos, por suerte, ustedes lo superan en número."

Nott estaba incómodo, la situación que creía poder dominar lo estaba abrumando, ¿golpear a un niño? ¿en serio? Aunque parecía estar tranquilo, por dentro estaba muriendo, él no hizo nada, y se sentía mal porque pudo haberlo evitado. Cuando Jason llegó dónde él, agitado y gritando "¡Lo hicieron!" Sabía que todo iba de mal en peor, estaba seguro que los Weasley no se detendrían al tocar a uno de ellos, y las cosas se pondrían mucho peor cuando se le sea notificado a su familia.

— ¿Qué haremos si atacan? — preguntó con nerviosismo en su voz, despeinó su cabello, desesperado — No quiero que me expulsen, Jason, ese no era el trato con el señor Vincent.

— ?Crees que yo estoy de acuerdo? — susurró fuertemente — Odio esto con cada pedazo de mi alma, ahora vendrán esos hijitos de papi y mami a buscar problemas, debemos contraatacar si hace falta.

— ¡¿Estás demente?! — habló lo suficientemente fuerte para que los demás lo escucharan, empujó a Jason, haciéndolo caer al suelo — ¡Ya hicimos lo que nos pidieron, fin! ¡Escuchen todos! — los demás presentes se giraron estupefactos e inertes, tampoco querían estar allí — Esto debe acabar aquí y ahora, hay que establecer límites, porque yo, Joshua Nott, no piensa mover un solo dedo si es para dañar a otros — se giró nuevamente a su amigo, que lo veía con atención, aún tirado en el suelo, sintiendo envidia, porque él jamás podría hacer eso. Una chispa de furia invadió los ojos de Joshua —  ¡No atacaré a otro Weasley o Potter! ¡Me niego rotun-

Un rayo de luz golpeó a Joshua, lo mandó a volar unos dos o tres metros de dónde estaba, los presentes se giraron hacia la dirección de dónde salió, en frente de ellos, estaban nada más y nada menos que las personas que estaban esperando, incluyendo a la víctima. James tenía su varita levantada y la prestaba con fuerza, tanta, que hasta sus venas lograban marcarse.

— ¡Potter! — Jason se levantó con una sonrisa sarcástica — ¡Que bien que ya estás aquí!

Zabini le dió una última mirada a Josh, quien negó con la cabeza, ignorando su propio dolor físico. Jason lo ignoró y empezó a acercarse hasta Janes, quien nunca bajó la guardia, su mirada llena de ira e impotencia solo lo hacía ver más amenazante, su varita seguía apuntando hacia Zabini, no dudaba en lanzar otro encantamiento como ese.

— Deberías tener vergüenza, atentar contra alguien que es inexperto a comparación tuya... - susurró con un tono de voz extremadamente grave —Te metiste con las personas equivocadas.

— Yo no estaría seguro de eso — a la par que pronunció esas palabras una especie de neblina negra llegaba por los aires, sabía de qué se trataba, o mejor dicho, de quiénes.

Mortifagos.

Aterrizaron rodeando a la familia en un círculo, ya la situación se salía de las manos, incluso de Jason, se estaban dirigiendo a extremos que no podían sobrepasar de tal modo, ¿pero les importaba? Los adultos aterrizaron, con sus distintivas máscaras y túnicas negras.

La Leyenda De La Dama Y El Héroe  | James S. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora