Capítulo 9: Que desilusión.
Elizabeth Zabini.
Lealtad. Todo se basa en eso.
Mentiría si no dijera que mi lealtad es débil, que en realidad no quiero ser parte de esa organización que está destruyendo mi vida social y mi estabilidad emocional. He soñado demasiadas veces que, en realidad, aquella noche no insistí en ir al jardín del primer piso, de lo contrario, Madison no estaría en peligro.
—Este canalla me las pagará, en serio que sí. —Jason estaba rojo de la ira que lo consumía, sus brazos apretaban con tanta fuerza la silla de su escritorio que se remarcaban sus venas, su mandíbula estaba más que marcada, parecía el diablo en persona—. Nadie podrá defender a ese imbécil de lo que pienso hacerle.
—Oh, por favor, cállate. —espete con molestia—. Tus palabras son solo eso, palabras, no vas a ganar nada y tampoco vas a cumplir con lo que quieras.
—¿Qué es lo que acabas de decir? —Jason se giró bruscamente hacia mi, su rostro iracundo se tensiona con solo verme, le molestaba que no le diera la misma importancia que él le da—. Ya viste lo que nos hicieron, y a nuestra sala común, ¿Dónde está tu convicción hacia tu hermano?
—Desapareció ayer, cuando me enteré que lo atacaste con un crucio, tienes suerte, ¿sabes? Si nuestras varitas no estuvieran registradas, los aurores ya estarían aquí para tomar medidas.
—No me arrepiento de nada.
—¿Te das cuenta de cómo hablas? —Me puse de pie, para encararlo frente a frente—. Te pareces mucho más a... Elvendork que a ti mismo.
—Elizabeth, —Jason se aproximó hacia mi—. Somos lo que nos inculcaron, somos odio, somos rencor, somos venganza y somos justicia.
—No tenemos que ser como ellos, tenemos opciones.
—¿Cómo Malfoy? —soltó una carcajada llena de ironía—. ¡Aquí no hay opciones, Elizabeth! ¡Ya leíste la maldita carta está mañana! No habrá sorteo, no habrá iniciaciones, solo podemos fingir. Y debemos averiguar la historia de Madison y que es lo que la hace importante dentro de la profecía— gritó, no quería seguir discutiendo porque iba a obtener otra discusión como está. Ya estaba cansada de lo mismo. Este no es mi hermano. Para colmo de males, Jason pareció arrepentirse, regresó a la silla y soltó un suspiro—. Apegate a esa idea. Punto final.
Com todas mis fuerzas intenté evitar que mis lágrimas salieran, apreté mis labios y le di una última mirada a mi hermano, no tenía alguna expresión en específico, solo estaba allí, inerte, con sus ojos encargándose de juzgarme a mi y a mi debilidad frente al tema.
—Que puto asco me das.
Pronuncié y salí corriendo de la habitación. En el corredor me encontré con Joshua, se alarmó al verme pero a decir verdad no quería verlo. Ni a él, ni a nadie. Me eche a correr, tenía que desahogarme.
No sabía a dónde ir. El toque de queda había comenzado, aunque preferiría estar en la oficina de Mcgonagall o en la de Zajín que estar en esa horrible habitación con Jason. Me serviría la compañía de Lauren pero ella no estaba, ¡Maldita sea! ¡Se fue con Albus y Scorpius!
Salgo de la sala común sin hacer mucho ruido, todo estaba totalmente oscuro. Me encontraba sola y abatida, corriendo por los pasillos de un castillo sin un rumbo en específico.
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La Leyenda De La Dama Y El Héroe | James S. Potter
FanficLas leyendas son ciertas. Tarde o temprano son descubiertas. Y la leyenda de la dama granate no iba a ser la excepción. Los secretos siempre salen a la luz, y consigo traen consecuencias que marcarán un antes y un después en la vida de los implicado...