Capítulo 61: Aprender a escuchar.
James Sirius Potter.
Mierda, me duele.Me apoyo contra la pared, jadeando, no fue una buena idea caminar por todos los terrenos hasta llegar al jardín del primer piso.
Pero, extrañamente, se sentía diferente.
Quería hablar con Firenze sobre lo que hicieron las hadas. Él tiene mejor conocimiento sobre criaturas mágicas, y no me apetece hablar con algún profesor sobre esto.
Acudiría a Hagrid, pero no estaba.
Al retomar el aire, empiezo a caminar otra vez. Me costaba un poco, pero lo intentaba.
Era temprano, no había muchas personas por mi alrededor —para mi fortuna— y con quienes me encontraba me saludaban euforicamemte, diciendo que se alegraban de que ya estaba caminando bien.
No lo noto, pero quiero creer que lo hago como una persona a la que no se le destruyeron las piernas.
Al llegar a las escaleras, me doy cuenta del dolor que me espera.
Tardé un poco, pero logré llegar a la oficina de Firenze. Literalmente me estaba arrastrando por las escaleras, pero como nadie me estaba viendo —a excepción de los estúpidos cuadros que se reían de mi— no era tan humilante.
Toqué la puerta y en cuestión de segundos apareció Firenze tras la puerta.
—Oh, James.
—Hola —le saludó con una sonrisa—, ¿te interrumpo?
—Pues... No en realidad —Firenze no sabía mentir, había alguien allí dentro, pero es tan grande que no puedo ver.
—¿Es James Potter?
Ah, esa voz si la reconozco.
Aiden, o como me gusta llamarlo Timofeo, se apareció al lado de Firenze, parecía muy contento.
—¿Qué haces despierto tan temprano? ¿Y- ¡Por Merlín, no tienes muletas! —se percató, y con ello dibujó una sonrisa—. Que increíble, ¿Cómo te sientes?
—Muy... Bien —supongo—. Si están ocupados, vendré en otro momento.
—Descuida, ya me iba a ir a desayunar. Joshua me está esperando para nuestro desayuno tipo picnic de cada domingo —comentó, muy feliz—. Muchas gracias, Firenze, nos veremos en otra ocasión. Hablamos luego, James.
Y con esto se despidió, para marcharse a paso rápido.
Muy bien. Algo pasa.
Y lo sé porque Timofeo sabe mentir muy bien, por obvias razones.
Tendré que averiguarlo.
Simplemente está feliz.
Nadie puede tener tan buen ánimo desde temprano.
No todos se volvieron amargados como tú.
Bueno, bueno, ¿Qué clase de conciencia eres tú?
ESTÁS LEYENDO
La Leyenda De La Dama Y El Héroe | James S. Potter
FanfictionLas leyendas son ciertas. Tarde o temprano son descubiertas. Y la leyenda de la dama granate no iba a ser la excepción. Los secretos siempre salen a la luz, y consigo traen consecuencias que marcarán un antes y un después en la vida de los implicado...