Entré al edificio rápidamente y la furia volvió a mí en el momento que la vi en su casillero sacando algunos libros como si no hubiera pasado absolutamente nada. Caminé a paso rápido hasta su casillero y justo cuando iba tomar su mano para llevarla a otro lugar la quito – Ni siquiera te atrevas a tocarme – frunció el ceño con su miraba fija en los libros dentro del casillero.
-Tenemos que hablar – dije entre dientes intentando contener mi ira. Ella cerró el casillero y me miro con enojo.
-No tenemos nada de qué hablar – Suspiró y empezó a caminar hacia otra dirección por el pasillo. Respiré profundamente poniendo mis dedos en el puente de mi nariz con frustración, me di la vuelta y caminé tras ella, la tome de la muñeca y ella se soltó con brusquedad de inmediato – Maldición – dijo desespero - ¿Qué no entendiste? Te dije que no me pusieras un dedo encima.
-Deja de ser tan terca, solo déjame explicarte lo que… - en ese momento el timbre me interrumpió y maldije por lo bajo.
-Tengo que ir a clase, tengo que dejar de una chica de mente débil – se encogió de hombros – tu sabes… - Bufe con cansancio mientras se daba la vuelta y seguía su camino.
-No la presiones, se enojada más – di la vuelta y ahí estaba el conserje.
-¿Estabas espiando? – él se encogió de hombros riendo, fruncí el ceño.
-Estás en problemas amigo – rio de nuevo. Rodé los ojos y me fui por el pasillo. Estaba más que enojado y tenía muchas preguntas por hacerle, por ejemplo ¿Dónde diablos había estado este fin de semana? Por alguna razón consideré el hecho de que tal vez hace había ido a la casa de Justin, pero algo dentro de mí me decía que no. Creo que era una mala idea no tener su número entre mis contactos. Era desesperante estar en las clases pensando en todo lo que había pasado las últimas setenta y dos horas, luego verla caminando como si fuera la reina del mundo por los pasillos haciendo como si yo no existiera.
Por suerte para mí, nos tocaba ver física juntos y sentarnos en el mismo lugar. Ese era el momento indicado, tendría que escucharme si o si. Llegue a la clase más temprano de lo usual, me acomodé en mi asiento y la espere, mientras se llenaba lentamente el salón de clases. No la veía, incluso Liam y Louis ya estaban sentados en sus lugares preguntándome si ya había hablado con ella, negué con la cabeza y me gire en mi asiento al ver a Peters entrando y junto con él llevando unos pesados libros que apenas podía cargar en sus brazos. Me puse de pie para ayudarle, pero un chico de cabello castaño claro que estaba sentado cerca a la puerta se me adelanto, me senté molesto mientras veía como ese chico le ayudaba y ella le sonreía ampliamente – Muchas gracias señor… - Peters miro al chico con el ceño fruncido.
-Evans… - dijo fastidiado poniendo la mayoría de los libros sobre la mesa y luego volvió a su lugar. Ella puso los libros que estaban aún en sus manos en el mismo lugar que el chico Evans.
-Muchas gracias señorita Collins, fue una suerte encontrarla en el pasillo – ella le sonrió hipócritamente asintiendo – vaya a su lugar – le señalo el ligar donde me encontraba y ella suspiro profundamente para luego caminar hasta su lugar a mi lado – Buenos días clase, el día de hoy harán un trabajo y deben entregarlo a finalizar – la mire, ella me daba la espalda sacando con que escribir – Es con su compañero de mesa y espero que… señor Styles, ¿Está prestando atención? – lo mire confundido. Todas las miradas estaban ahora sobre mi, asentí frunciendo el ceño y el negó con la cabeza en desaprobación - necesito que por cada equipo pase uno por la guía y uno de estos libros - toco los gigantescos y polvorientos libros con una sonrisa torcida - que les ayudara durante la clase. Nada de ayuda de internet y esas cosas, todo debe ser según el libro.
