Había pasado ya varios días desde lo que había pasado en su habitación y ella ya no era como las semanas anteriores que siempre me preguntaba en las mañanas como estaba y yo la ignoraba, tampoco me llevaba la cena a mi habitación cuando no cenaba en el comedor y me ignoraba a toda costa en la escuela desde que había regresado. Al principio no me molestaba porque me importa una mierda, pero ahora me causaba algo de curiosidad su actitud tan reacia hacia mí.
-Hey – me acerque a su casillero, pero hizo como si no estuviera ahí y su amiga de cabello rubio estaba haciendo lo mismo. Cerró su casillero y miro a la otra chica dándome la espalda.
-¿Hiciste tu tarea de química? - empezaron a caminar lejos dejándome ahí parado como idiota.
-Eso intenté, gracias por prestarme tus apuntes - Ambas desaparecieron por el pasillo.
Eso me pasa por idiota, ni siquiera entiendo porque quería preguntarle que le pasaba, ella no me importa una mierda. Golpee el casillero con rabia y fui para mis clases. Todas pasaron rápido hasta la hora de descanso, ahora me encontraba con mis amigos que no dejaban de bromear mientras estábamos sentados en una de esas feas mesas de la cafetería.
-¿Por qué no dejas de mirarla? – Rio Liam y lo fulminé con la mirada.
-No le has quitado los ojos de encima desde que entró con su grupo ¿qué te pasa, amigo?
-Nada – mire hacia mi comida. No me había dado cuenta de lo que estaba haciendo, solo era una chica, la más tonta de la escuela para ser más exactos, tenía que comportarme, ella no me importaba en lo absoluto.
-¿Qué le hiciste? ¿Le lavaste el cerebro para que dejara de molestarte?
-cállate Louis, no le hice nada – comí un bocado – seguramente entendió que es una perdedora –Ambos negaron con la cabeza y cambiaron el tema. Sin querer seguí mirando a su mesa, estaba con todo ese grupo de gente, pero en especial estaba hablando con un chico de cabello negro con cara de preocupación. Después de un intercambio de palabras más, ella le sonrió de oreja a oreja y se lanzó sobre él abrasándolo y luego besó su mejilla – AGGGGH – gruñí con fastidio.
-¿Qué te pasa? – preguntó Liam.
-Absolutamente nada – tome mis cosas y me puse de pie – nos vemos luego.
Narra Payton
-¿Qué fue eso? – preguntó Charli cuando entramos al salón de clases.
-No lo sé, no me lo esperaba – negué con la cabeza. Ambas estábamos muy sorprendidas por lo que había acabado de pasar, parecía imposible que Harry se había acercado a mi casillero a intentar hablarme. Aun me gustaba, pero seguía muy enojada porque las cosas tan horribles que me había dicho el otro día.
Las dos tomamos asiento, nos sentamos al final de la fila, Charli delante de mí y yo ocupando la última silla. El profesor entró y después de explicar un montón de cosas que no lograba entender y después de casi una hora y media de clase, terminó ¿qué había entendido? Nada -Antes de que se vayan, quiero darles el resultado de el examen de la semana pasada – todos tomaron asiento de nuevo y el profesor empezó a llamar uno por uno. Recibían el papel y salían del salón de clases – Chalotte Davidson – dijo.
-Te espero afuera – susurro cuando se puso de pie y fue hasta el frente.
-Muy bien – le sonrió el profesor con gusto y ella hizo lo mismo – Payton Collins – dijo cuándo solo quedaba yo. Me puse de pie y fui hasta el frente – como siempre, la peor nota de la clase.
-Lo siento – dio un largo suspiro cuando me entrego el papel y empezó a recoger sus cosas – Señor Kent, sé que no suele hacer esto, pero podría darme una segunda oportunidad – me miro con el ceño fruncido – en serio, estudie mucho con Chalotte, no sé qué pasó.
