-Diablos – dije abrazándome a mí misma.
-Te lo dije – su brazo paro por mis hombros y me abrazo.
-Si este es el aeropuerto, no quiero imaginarme como es afuera – lo mire – Nunca había sentido tanto frio en mi vida.
-Está bien, hay días peores – rio – sé que lo sentirás – fruncí el ceño – es mejor que uses abrigo, estás muy fría – de inmediato abrí la maleta de mano a mi lado y saque ese pesado abrigo que Anne me regalo hace unas semanas que nunca pensé que enserio usaría. Rápidamente toma el abrigo de mis manos y me ayuda a colocarlo, le sonreí con una sonrisa, definitivamente se sentía diferente tener ese abrigo puesto – Creo que vas a necesitar estos – se quitó los guantes que estaba usando y los puso en mis manos.
-¿Pero y tú? Además me quedan enormes – mire mis manos, mis dedos solo llegaban a la mitad dejando el resto colgando entre ellos.
-Creo que estoy más acostumbrado al frio que tú, entonces...
-¡HARRY! ¡PAYTON! – Miramos hacia el lugar donde Anne nos estaba llamando, ella, Robin y un chico con un uniforme rojo y negro llegaron a nuestro lado – el auto está listo afuera, Vamos, está helando.
-Permítanme – el joven de cabello oscuro se acercó gentilmente a nosotros con su carrito y subió nuestras maletas en él. Caminamos a través del aeropuerto hasta la salida, en cuando la gran puerta se abrió una corriente helada choco contra mi rostro, se sentía como si me cortara. Tome el brazo de Harry y lo puse rápidamente sobre mis hombros, el me miro por mi acción repentina y luego se burló.
-Te dije que hacia frio.
-Lo sé, pero esto es más de lo que pensé – enterré mi cara en su pecho abrazando su cintura y suspire, podía ver como el humo salía de mi boca – voy a morir.
-No exageres, amor – "Amor" definitivamente nunca iba a acostumbrarme como sonaban esas palabras cuando las decía – vas a acostumbrarte, lo prometo.
Entramos al auto tan rápido como pudimos y una vez el conductor puso la calefacción empezó con la marcha. La calles estaban cubiertas por la blanca nieve, seguramente si viviera aquí no podría salir, el frio era terrible. De inmediato pensé en la propuesta de Harry, se supone que viviríamos aquí, en este terrible frio, tendría que acostumbrarme y comprar ropa nueva, la ropa de verano que se usa en Los Ángeles definitivamente no funcionaria. No entendía como había gente caminando, todo se veía hermoso allá afuera, pero nada en el mundo me haría salir de mi casa con este frio infernal.
-¿Está todo bien? – mire a Harry un momento y luego asentí.
-¿Es así de frio todo el año?
-Realmente no, el clima aquí es un poco sombrío y llueve gran parte del año, pero el corto verano es muy hermoso – asentí sin saber que responder y mire de nuevo hacia la ventana.
*
-Hogar, dulce hogar – exclamo con completa alegría Robin una vez adentro. Era increíblemente grande, mucho más que la casa de Los Ángeles. Estaba hermosamente decorada, todo era impecable, como un museo.
-Buenas noches – mire hacia la enorme escalera en el centro de la casa, Gemma estaba en la parte de arriba usando una pijama - ¿Acaban de llegar? – dijo con su voz calmada que la caracterizaba y bajo por la escalera lentamente.
-Hija mía – Anne la abrazo con fuerza haciendo que ella hiciera una mueca de sorpresa e incomodidad. Me reí un poco, eso era muy Harry. Ella me miro al notar que estaba riendo, me miraba con desprecio y luego con esa mirada neutra que no dice nada, como la que Harry me daba antes cuando me odiaba. Anne beso su mejilla haciendo que alejara sus ojos de mí y ahora estuvieran sobre ella – Llegamos hace pocos minutos.