Era el viaje más incómodo de la vida, a pesar de tener los audífonos puestos era muy incómodo estar en un espacio tan pequeño con Harry. Unas calles antes de la escuela empezó a comportarse extraño, bueno, más extraño de lo normal. Dios la vuelta en una esquina y metió el auto en un callejón. Apago el auto, me quite los audífonos y todo estaba en absoluto silencio.
-¿Por qué te detienes aquí?
-Te lo dije, voy a dejarte aquí y tú sigues tu camino – lo miré, él me miro de vuelta, y podía decir que nunca antes me había mirado de esa manera, no era odio, tampoco fastidio por tenerme cerca o esa fría mirada neutra que siempre tenía con todo el mundo – bájate – parpadee varias veces sin entender y el bufó con fastidio – Vamos, no tengo todo el día.
-Okay – tome mis cosas rápidamente y abrí la puerta para bajarme – eeeh, Harry – dije con temor mirándolo de nuevo – gracias – él no dijo nada, solo se quedó ahí mirándome mientras me bajaba.
*
-Hola, lindura – di la vuelta y me encontré con Zayn y su enorme sonrisa - ¿lista para estudiar con el mejor? – me guiño e ojo y no pude evitar reír.
-Por supuesto – sonreí – ¿te molesta si pasamos a ver a mi papá primero?
-Claro que no, siempre es bueno visitar al suegro – ambos reímos y apareció Charlotte sonriendo de oreja a oreja.
-No van a creerlo – dijo emocionada y ambos la miramos - Niall va hacer una fiesta la próxima semana y obviamente TENEMOS que ir.
- Por supuesto que si – dije del mismo modo, hace mucho no iba una fiesta y necesitaba relajarme. En ese momento vi a Harry llegar a su casillero, me dio una mirada rápida y luego volvió a lo suyo.
-Cuentan conmigo – Habló Zayn sacándome de mis pensamientos y haciendo que mis ojos volvieran a ellos. La campana sonó, Charli me tomo de la mano y empezó a arrastrarme por el pasillo.
-Nos vemos luego – fue lo único que pude decir, Zayn rio y se despidió con la mano.
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-Pay, creo que necesitamos salir de compras, no sé qué ponerme para la fiesta de Niall.
-Falta una semana – dije entre risas – pero… yo también necesito algo de ropa – me encogí de hombros.
-¿salimos hoy? – dijo emocionada.
-No puedo, soy a estudiar con Zayn – me miro algo decepcionada.
-Está bien, iremos el fin de semana ¿lo prometes? – estiro su dedo pequeño hacia mí.
-Lo primero – lo tome con el mío y ella sonrió – tengo Literatura, nos vemos.
Corrí por los pasillos y llegue justo a tiempo. Me senté en la última silla del salón de clases y saque mi libreta para empezar a hacer garabatos mientras llegaba la maestra. El salón estaba casi lleno cuando llego Zayn con su cálida sonrisa de siempre, a veces me preguntaba si no se cansaba de sonreír tanto, debería pasarle algo de felicidad a Harry. La maestra Turner llego con su alegría, paz y amor y se sentó en su lugar, Harry llego justo antes de que ella cerrara la puerta rodando los ojos con el regaño que le estaban dando. La clase pasó algo lenta, no podía dejar de mirar a Harry que estaba diagonal a mí unas sillas más adelante, tenía un cabello lindo y se veía suave. Mire hacia el frente y estaba el de Zayn, también se veía suave y no pude evitar tocar la parte baja de su cuello donde apenas le estaba creciendo – Hey – susurro – Estamos en clase, me vas hacer dormir o venir – ambos reímos por lo bajo.
-Bueno clase, para finalizar voy a dejarles un pequeño taller - puso su en su escritorio lo que parecía una biblia y me dieron ganas de llorar – deben entregarlo en quince días y será en pajeras. Así que escojan su pareja ahora y pasen por el taller.
