Me sentía avergonzada, pero sabía que él tena razón. Tire la ropa sobre mi cama y fui directamente al closet, saqué una pijama y me la puse rápidamente – Payton, no quiero que estés enojada conmigo – Harry entró a mi habitación tomándome fuera de guarda. Estaba aún en boxers y su erección lo acompañaba también haciéndome sonreír un poco – Solo quiero espe…
-Ni lo menciones, tienes razón – cierro las puertas del closet y de reojo veo como se acerca a mí – no estoy enojada – digo con calma y él suspira.
-¿En serio? - asiento.
-Sí, de todas maneras no somos nada… solo nos besamos y eso es todo – me sentía mal diciendo eso pero era cierto, no éramos más qué eso y de todas maneras mientras estuviera con Justin no podríamos estar juntos. No fuera de esta casa.
-¿A qué te refieres con eso? Mírame ¿sí?
-No puedo, no puedo tomarte en serio mientras tengas esa erección allá abajo.
-Es tu culpa que este así, entonces mírame – se acercó más, me tomo de los hombros haciéndome girar en mis talones para enfrentarlo. Me miro a los ojos y vi como lamia sus labios – Payton, ya te he dicho que me gustas, y no solo eso, te quiero…. Me importas mucho y quiero estar contigo – sus palabras se sintieron como un golpe en la entrepierna y un nudo en la garganta creció inmediatamente - ¿Estás bien?
-Sí – asentí susurrando. Hundí mi cabeza en su pecho y lo rodee con mis brazos, no sabía cómo reaccionaría cuando supiera lo de Justin, ni siquiera sabía si debía decírselo, todo esto lo estaba haciendo por él. El correspondió mi abrazo haciendo que mi cuerpo estuviera completamente pegado al suyo sintiendo su erección en mi estómago – Harry… haría lo que fuera para mantenerte a salvo – susurré – recuerda eso.
-También yo – besó mi cabello y cerré mis ojos resistiéndome de hacer cualquier cosa por sentirlo de esa manera tan cerca de mí.
-Deberías… deberías en serio ponerle algo de atención a tu entrepierna – me alejé un poco y pude ver como se sonrojaba. Me soltó de su agarre y carraspeo antes de hablar.
-Creo que será mejor que… me vaya – besó mi mejilla y después de eso salió de mi habitación.
*
Viernes. Se suponía que Justin pasaría por mí a las nueve, lo bueno es que Harry siempre quedaba noqueado antes de las ocho. No quería ir, sentía malestar por todo mi cuerpo mientras vagamente mi closet en busca de algo que usar. Saqué el vestido negro más cubierto que tenía y lo puse sobre la cama. ¿Cómo me había metido en todo esto? Era absurdo como mi vida daba giros tan rápidos y drásticos en tan poco tiempo. No hice mucho esfuerzo por mi esta vez, deje mi cabello liso y me maquille un poco, todo lo hacía entre suspiros.
Mire el reloj en mi teléfono, 8:30, tenía media hora para estar lista. De inmediato me puse el vestido y unos zapatos altos. Tome mi bolso y baje hasta la sala encontrándome con mi padre. Me miro confundido y luego se acercó a mi cruzándose de brazos - ¿A dónde crees que vas? – Frunció el ceño con diversión – No recuerdo que me hayas pedido permiso para salir esta noche.
-Creo que lo olvidé – suspire - ¿Puedo salir? Volveré temprano, lo prometo.
-No luces muy convencida de querer salir, ¿quieres que en serio te permita ir? Puedo decir que no que he dejado – era buena idea, pero no tenía idea como reaccionaria Justin con eso y tampoco quería que mi padre supiera sobre esto.
-Debo ir, es importante – hice una mueca y el me dio una media sonrisa.
-Está bien – se acercó y beso mi frente – intenta divertirte ¿sí? – asentí y reí por lo bajo, era irónico lo que me estaba pidiendo. Si tan solo supiera quien es mi cita.
