Las últimas tres semanas habían sido una completa pesadilla, Justin era un abusador que se escondía tras su enorme y encantadora sonrisa. Desde ese día que me había golpeado en la escuela sentía miedo y asco por él, y cada que lo tenía cerca automáticamente las lágrimas salían de mis ojos sin poder detenerlas, sobre todo cuando me tocaba.
Salí corriendo de la clase del señor Peters cuando intentó quitarme los lentes de sol que llevaba puestos para cubrir mis ojos. Entré al baño rápidamente y me metí en uno de los cubículos sacando el abrigo que me estaba matando de calor toda la mañana. Baje la tapa y me senté sobre el retrete dando respiraciones profundas para calmarme. Últimamente estaba todo el tiempo tratando de calmar mi respiración, porque siempre estaba asustada.
Me quité los lentes y saqué un pequeño espejo que tenía en mi bolso y mire de nuevo mi rostro. El moretón debajo de mi ojo derecho ya no estaba inflamado, sin embargo seguía ahí, junto con los moretones en el resto de mi cuerpo adolorido por esos repentinos golpes que me había propinado Justin en sus ataques de ira hacia por no querer besarlo o tocarlo mientras intentaba tener sexo conmigo.
Podía recordarlo claramente, la última vez que me golpeo, me había dado un ataque de pánico, había logrado reventarme el labio y mi ojo derecho se sentía caliente mientras las lágrimas caían por este poniendo mi vista borrosa. Él Estaba asustado también, intentaba consolarme para que dejara de llorar, pero su tacto hacia que mi ataque de pánico fuera cada vez peor y que mis respiraciones artificiales se volviera cada vez más dificultosas para mí. ¿Por qué me había golpeado? Simplemente porque me negué nuevamente a acostarme con él, básicamente arranco mi ropa y todo lo que podía hacer era gritar y llorar mientras lo hacía. Me agarro del cuello golpeándome contra el suelo y después sentí su puño en el lado derecho de mi cara.
Me obligó a quedarme esa noche y durante dos siguientes hasta que mi cara ya no se veía tan mal. Cuando por fin pude volver a casa solo me advirtió que ocultara a toda costa lo que había sucedido, sino me enfrentaría a graves consecuencias. Ya no encontraba la razón por la cual estaba haciendo esto. “Harry…” susurró realmente bajo mi conciencia desde el fondo de mi mente y bufé. Él me había tratado como basura sin siquiera dejarme explicarle lo que estaba pasando. Él día que pasó todo había intentado llamarlo, pero Justin destruyó mi teléfono cuando se dio cuenta que intentaba mandarle un mensaje de voz.
-No puedo más con esto – susurré para mí misma negando con la cabeza mientras recostaba mi pecho contra mi regazo. Tenía que espaciar de toda esta mierda, pero… - ¿Cómo?
Salí del cubículo una vez que me calmé, el lado bueno era que todo el mundo seguía en clases, así que no había riesgo de que alguien entrara y me viera de esta manera. Puse mi bolso entre los lavabos y suspiré profundamente rascando mi cabeza mientras me miraba al espejo. Me veía horrible, mi cara estaba…
-¿Payton? – Escuché la voz de Charlotte y en cuanto la mire todo el color en su rostro se perdió - ¿Qué te pasó? ¿Qué mierda es eso? – No pude decir nada, mi corazón latia a mil por hora y estaba petrificada en mi lugar – Por Dios ¿qué mierda te pasó en la cara? Y… y… en tus brazos – Los ojos de Charlotte se llenaron de lágrimas mientras se acercaba a mí.
-No es n-n-nada, estoy bien.
-Payton, mierda. Son moretones, estás llena de ellos ¿Es Justin? – Inmediatamente empecé a sollozar dando un paso lejos de ella mirando hacia otro lado, me sentía avergonzada de que me viera asi – dime… - un par de sollozos ahogados salieron de su garganta –Me dijeron que estabas aquí y… - susurró - vine a hablar contigo porque estoy preocupada, no me hablas, no te veo mucho en la escuela y cuando Zayn y yo nos acercamos huyes. Matt me dijo que estaba preocupado también por ti porque…