Capitulo 16

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-¿QUÉ MIERDA HICISTE?

-DEJAME EN PAZ, TOMLINSON – grité de vuelta y seguí caminando. Estaba furioso y no sé si podría quedarme aquí sin golpear a alguien. Salí del maldito edificio y subí a mi auto al lado del copiloto –AAAAAAAAAAAAAAAAAGH – grité golpeando la guantera.

Podía ver el dolor en su cara mientras le decía toda esa mierda, pero no podía evitar ese sentimiento de odio al verla. Lo merecía, merecía todo lo que le había dicho y esperaba que le hubiera dolido lo suficiente para no volverse a acercar a mí – Mierda – susurré. Era un mentirosa y podía confirmarlo todo leyendo esa maldita carta, las cosas que hacia no se relacionaban con lo que decía ahí.

Estuve todo el fin de semana en casa de Louis, pensando en lo que debía hacer y decidí que era tiempo… tenía que hablar con ella. Iba a decirle que leería esa tonta carta, pero que no esperara que pasara algo extraordinario de mi parte, porque aunque admitiera que me gusta, aun me sentía extraño y confundido, ni siquiera sabía si en serio me gustaba o solo no quería verla con esos idiota, o talvez solo quería acostarme con ella como me había dicho Louis un vez.

*Flashback*

Era domingo, llegue a casa  y vi que algo extraño salía de uno de los arbustos, me acerque con cuidado y era… ¿Una bicicleta? ¿Qué hacia una bicicleta escondida en el jardín? La deje ahí y entré a la casa. Estaba en completo silencio, recuerdo que mi madre me había dicho que ella estaba aquí ¿se habría ido? Era lo más probable. Suspiré, tire mi maleta en el sillón y caminé hacia el refrigerador, saque una caja de jugo de naranja y me senté en silencio.

-Esto no es posible – susurré. No podía creerme a mí mismo, había regresado a casa solo a hablar con ella, de alguna manera creo que era lo correcto, pero ella no estaba. Me preguntaba que iba  a pasar, toda esa basura sobre los sentimientos no era lo mío.

Estaba cansado, ya había esperado un buen rato en la sala a que llegara. Subí a mi habitación, justo cuando iba entrar escuché algo en su habitación. Me acerque a la puerta – Vamos nena, más rápido – escuché una voz masculina y luego gemidos y ella gritado “JUSTIN, ESTOY CERCA” y fue todo. Sentí como mi ira crecía, las ganas de entrar y sacarlos de mi maldita casa eran cada vez mayores a medida que escuchaba toda su mierda que me daba ganas de vomitar. Sin embargo no lo hice, tome aire y baje de nuevo a la sala. Quería golpearme a mí mismo por gustarme esa puta, ¿Cómo se atrevía a tener relaciones sexuales con ese maldito en mi casa? ¿Cómo se atrevía después de lo que había pasado en la cocina?  Era una zorra, eso es lo que era.

A eso de las doce treinta ese estúpido baso vistiéndose por la escalera, me saludo y las ganas de golpearlo en la cara hasta aplastarle la cabeza era muy fuertes. Dijo unas cuantas palabras que ignoré mientras se colocaba una chaqueta y luego salió como si nada hubiera pasado. Mire por la ventana de la puerta y lo vi tomar la maldita bicicleta de los arbustos.  Estaba furioso, pero no me comportaba como si lo estuviera. A las dos de la madrugada llego mi madre con su esposo, ella me dio las buenas noches después de preguntarme si estaba bien y no recibir una respuesta y luego subió a su habitación.

Me quede ahí. No quería estar cerca de ella, eran las cinco de la madrugada la última vez que vi mi reloj. Subí a mi habitación, me di un baño rápido y cuando iba a volver al sillón, pensé por un momento que talvez era mi imaginación, con cuidado abrí la puerta de su habitación y la vi, pude ver su espalda desnuda, supe que no había sido un sueño y toda la ira volvió hacia mí. Quería empacar sus cosas y tirarlas a la calle, no me importaba si mi madre aquí, ella tenía que irse.

*Fin flashback*

-Vas a tener que decirme que pasó ahora mismo y espero que sea una buena excusa por la cual hiciste eso o voy a golpearte – dijo Cuando entró al auto.

Archenemy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora