Era irónico todo. Hace un año no podía si quiera verla, no la soportaba y hubiera dado todo porque se fuera lo más lejos que pudiera de mí, había logrado mi objetivo de no dejar que nadie se acercara a mí, mantener mis sentimientos muertos en el fondo, muy en el fondo. La guerra comenzó cuando entro en mi casa, cuando su olor se mezcló con el mío, y la perdí cuando su sonrisa comenzó a gustarme, cuando su cabello despeinado y su cara sin maquillaje me hacían pensar que no había nadie más bello, cuando sus lágrimas me dolían, cuando ya no quería que se fuera de mi lado.
Había perdido la guerra, pero no me sentía mal por perder, porque aunque había perdido la guerra... ella estaba a mi lado.
Había dejado mis sentimientos a flor de piel, se lo había entregado por completo, ella había derrumbado los muros que había construido para alejar al mundo de mí, para mantenerme a salvo, muros que ahora no sirven de nada.
Estaba confundido, enojado, dolido y no entendía que estaba pasando. ¿Por qué se había ido? Todo era perfecto, yo había cambiado, lo único que quería era merecerla, ser el hombre que pudiera tratarla como se debía. Pero se fue y ahora estaba destruido, el caos que había en mi interior parecía no tener fin, lo único que aliviaría mi dolor en este momento seria ella. Quería que atravesara la puerta y me dijera que se trataba de una broma pesada, que nunca se iría de mi lado, por eso estaba sentado hace cinco días en el sillón mirando hacia la puerta, esperando su regreso. Pero a medida que pasaban las eternas horas, la realidad me golpeaba sin piedad. Ella no iba a volver, sin embargo...
-¿Payton? ¿Eres tú? - Estaba temblando, todo dentro de mi estaba hecho una confusión, no sabía que sentir al escuchar su voz, no sabía si sentirme aliviado o prepararme para algo peor - Payton, dime ¿Dónde estás? He estado muy preocupado, dime qué pasó.
- Yo... - suspiró- quiero que sepas que me costó mucho llamarte, todavía me cuesta pensar que hablo contigo.
-Payton, amor ¿no es mejor que vuelvas a casa? ¿No es mejor que hablemos frente a frente? No sé qué está pasando... pero sé que podemos solucionarlo.
-Por eso te estoy llamando, quiero explicarte todo.
-¿Explicarme qué? ¿Dónde estás? Déjame ir por ti.
-No Harry, no se puede.
-¿Por qué no? – Dije desesperado - Solo quiero que vuelvas a casa, te extraño.
-Harry no se puede, no puedo volver... a casa –hubo un silencio entre nosotros, pude sentir como trataba de decir algo pero su voz no salía. Mis manos temblaban y empezaban a sudar – ya no estoy en Londres.
-¿QUÉ? Pero... - dije sin entender nada - ¿Dónde estás? – mi voz sonaba muy baja, ni siquiera podía reconocerla.
-Bueno... - respiro profundo – no puedo decirte, pero quiero que sepas que... los siento mucho – su voz se quebró del otro lado – todo lo que hago es por ti, no puedo meterme en tu futuro, no pertenezco ahí, por eso me fui.
-Espera, espera... ¿De qué estás hablando? ¿Cómo que no quieres meterte? No te entiendo.
-Harry, no puedo estar contigo, no puedo volver a verte, lo que estoy haciendo lo hago porque te amo – dijo con la voz quebrada y luego empezó a llorar – quiero que hagas lo que tienes que hacer, tienes un futuro por delante y conmigo no vas a ninguna parte.
-¿De qué hablas Payton? – dije frustrado. Podía sentir la lagrimas llenando mis ojos – no te estoy entendiendo, sabes que te amo y que quiero estar contigo el resto de mi vida ¿dime qué pasa? No me importa lo que sea, podemos pasar por esto juntos.
