¿Había sido un sueño? Ahora estaba mirando al techo en mi cama, no podía dormir. Harry estaba muy ebrio para seguir de pie, lo ayude a ir a su habitación y ahora yo estaba aquí pensando en que pasaría entre nosotros cuando a él se le pasaran los efectos del alcohol. Pero en este momento no importaba – Él piensa que soy hermosa – sí, él lo había dicho, no podía dejar de sonreír. Pero… no era eso lo que me quitaba el sueño – me besó – susurré. Él me había besado, no yo a él, él había sido quien me había besado. Suspiré y mire hacia la fotografía de mi madre - ¿Qué voy a hacer?
*
El olor a tocino y el sonido de mi estómago hizo que me despertara. Mire el reloj de mi teléfono, eran las ocho de la mañana, y milagrosamente no tenía resaca. Nuevamente el recuerdo de Harry besándome llego a mi cabeza y no pode evitar sonreír – hoy es el día – pero… ¿qué iba a decirle a Justin? Él siempre había sido tan amable conmigo, además de que estuvimos a punto de acostarnos está madrugada en la sala de su casa. Me puse de pie y salí directo hacia la cocina ¿Harry estaba cocinando? Por supuesto que no, él ni siquiera sabía cómo encender el fogón… Pero si no era él ¿Quién… - HOLA, MI NIÑA – salto sobre mi cuando entré a la cocina y por poco me da un infarto.
-Dios – dije poniendo la mano en mi pecho sintiendo mi corazón a punto se salirse - ¿Anne? ¿Qué haces aquí?
-Les preparo un rico desayuno, los extrañé mucho – beso mi mejilla y luego me dio esa enorme sonrisa que siempre tenía.
-También te extrañé – me senté en la mesa de la cocina y ella siguió cocinando -¿Cuándo llegaste? ¿Dónde está el señor twist?
-Hace un par de horas y Robin está arriba durmiendo… ¿Paso algo nuevo mientras no estuve?
-No mucho, Harry y yo hicimos un trato – me miro sorprendida – comida a cambio de que no me insultara más.
-¿Y te salió bien? – asentí.
-Hasta ahora si, ayer en la fiesta estuvo…
-¿FUE A UNA FIESTA? – gritó sorprendida.
-Sí…
-Debes darme tu secreto querida ¿Hiciste que saliera? – asentí mientras ella me miraba a un sorprendida. Le conté todo lo que había pasado las últimas dos semanas a excepción de lo que había pasado esta madrugada y lo de casi tener sexo con Justin… dos veces, ella no podía creerme y bueno yo tampoco, todo lo que había pasado había llegado a sorprenderme a mí misma.
Cuando el desayuno estuvo listo, puse la mesa como siempre lo hacía cada que me lo pedía. El señor Twist bajo unos momentos antes de que Anne subiera a llamarlo y ahora, ella me había pedido de favor que despertara a Harry. Estaba frente a su puerta y tenía miedo, no sabía que pasaría en cuanto él abriera esa puerta, no sabía si todo lo que había pasado, todo lo que él había dicho era bueno, de todas maneras, así él no haya leído mi carta de algún modo sabia sobre mis sentimientos. ¿Qué tal si no recordaba nada? O ¿Qué pasa se arrepiente de todo? Respiré profundo y mire nuevamente la puerta pensando si debía tocar o no - ¿Harry? – toqué decidida pero no recibí respuesta ¿debía entrar? -¿Estás… - la puerta se abrió. Lucia terrible y olía a alcohol, sin embargo se veía bien ante mis ojos - ¿Te sientes bien?
-¿Te parece que me siento bien?
-No…
-Qué lista eres – rodo los ojos.
-El desayuno está servido.
-Bajo en un momento… - cerro la puerta y me quede ahí. ¿Qué había pasado? ¿Había hablado con sarcasmo? No entendía nada de lo que pasó. Baje de nuevo a la mesa y me senté junto al señor Twist, seguramente a Harry le gustaría sentarse al lado de su madre después de no verla durante tanto tiempo. Anne sirvió en cada uno de los platos y luego se sentó al lado del señor Twist tomando su mano. Harry entró y miro todo a su alrededor sorprendido - ¿Mamá? – dijo sin creerlo.