Capitulo 49

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Fui lo más silencio que pude esa noche, después de las dificultades que tuve con Payton para evitar dormir con ella lo logré, sé que ella no creía del todo lo que le había dicho después de terminar mi llamada con Alice, solo esperaba que esto no fuera trascendental y no volver a verla nunca más como había planeado antes.

Ella dijo que me necesitaba y a pesar de negarme rotundamente a verme con ella algo dentro de mí y sus suplicas me hicieron cambiar de opinión. Salí de la casa cerrando la puerta suavemente y caminé hacia mi camionetas rápidamente, una vez estaba en la calle dirigiéndome al lugar donde habíamos acordado mire mi reloj, era un poco más de media noche y la temperatura disminuía cada vez más.

Rápidamente llegué a mini mercado abierto 24 horas cerca de la avenida que daba salida fuera de la cuidad, quería terminar con esto rápidamente, quería que me dijera lo que quería de mi y luego desapareciera, mi vida ahora es mejor estando con Payton, de maneras que nunca imaginé. No quería que nadie interfiriera en eso. No me había dado cuenta que estaba solo mirando a través de la ventana cuanto otro auto detrás sonó su bocina.

Entré y atravesé el lugar hasta la zona de alimentos donde había un restaurante pequeño o algo así con mesas y esas cosas. Pedí un café cargado y tome asiento – maldita sea – dije por lo bajo. Le había dicho que llegara a tiempo, quería terminar con esto rápidamente. El mesero llevo el café a mi mesa y me quede ahí, esperando.

Terminé con el ultimo sorbo, había tomado ese café lo suficientemente despacio para darle lugar a su llegada, pero no pasó, estaba cansado y molesto. Fui hasta la caja y le pagué al chico. Sentí una mano en mi hombro, me di la vuelta y ahí estaba ella – lamento llegar tarde – me dio una media sonrisa, falsa. Las bolsas bajo sus ojos mostraban lo poco que había dormido por quien sabe cuánto tiempo y su cabello ahora era rosa pálido, casi como el algodón de azúcar de las ferias.

-Estaba a punto de irme – dije neutral – Ahora dime ¿qué quieres de mí?

-¿Podemos tomar asiento? – preguntó insegura. Asentí sin opción alguna y fui a sentarme donde estaba unos minutos antes con ella tras de mí – Te ves bien – dijo cuándo se sentó frente a mí - ¿Cómo han estado las cosas? No volvimos a hablar nunca y... estuve pensando sobre ti y la chica de la que me hablaste.

-Bien, bastante bien – dije sin emoción alguna, ella sonrió de medio lado mirando hacia el suelo – sé que no estamos aquí para hablar sobre mí – me acomodé en mi asiento acercándome a la mesa para poner mis brazos cruzados sobre ella – quiero que me digas por qué me hiciste venir aquí a la mitad de la noche – demandé y ella rio.

-Bueno, fue a la mitad de la noche porque tú lo quisiste así - rio de nuevo – yo te dije que nos viéramos...

-Alice... ¿Cuál es el punto de este encuentro?

-Harry... te necesito, yo... - me miro a los ojos - ¿sabes qué? – Negó con la cabeza – olvídalo.

-No, no – negué con la cabeza – no me hiciste venir hasta aquí a la mitad dela noche para decirme que me olvide de lo que sea que no quieres decir. Así que habla...

Silencio, estuvimos de esta manera por lo menos diez minutos, ella intentaba decir algo pero luego negaba con la cabeza. Mire mi teléfono por quinta vez en ese momento, eran las dos de la mañana, estaba helando, estaba molesto y quería irme a dormir abrazando a mi chica. Hacer como si esto no hubiera pasado y continuar con mi vida.

-Bien – dije rompiendo el silencio – si no quieres decir nada, me largo – me puse de pie – qué te vaya bien – caminé hacia la puerta donde se encontraba la salida y luego hacia mi camioneta.

Archenemy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora