Por fin me había acostumbrado al odioso frio de Inglaterra. Había pasado ya pocas horas de año nuevo y se suponía que íbamos a ir a una isla cercana por unos días, justo ahora que me había acostumbrado a este terrible clima. De camino a ese lugar Harry dormía en mis piernas.
Louis se quedó con nosotros mientras su familia volvió a Los Angeles. Apreciaba mucho que él hiciera las cosas normales cuando Gemma intentaba ponerme incomoda. El avión aterrizo más rápido de lo que había pensado, lo cual era genial, después del viaje de casi doce horas desde estados unidos no quería estar mucho tiempo en el aire.
Llegamos al hotel, cerca de una hermosa playa, en el momento que llegamos a nuestra habitación Harry se lanzó sobre la cama estirándose por completo, luego se giró para quedar bocabajo y abrazo una almohada – no me quiero mover – su voz perezosa me hizo reír.
-Tu madre dijo que nos vistiéramos para la cena de más tarde.
-No voy a vestirme... iré desnudo – sonrió con sus ojos cerrados.
-No iras desnudo.
-Hey – se quejó – ya pareces mi madre.
-Tonto – reí.
*
Tardamos mucho en salir por culpa de Harry que no quería salir de la cama, tampoco dejaba que yo me levantara. El clima era perfecto, la playa frente a nosotros era hermosa, ni hablar del lugar donde estábamos comiendo y de la mano de Harry sobre mi rodilla que me hacía sentir un cosquilleo.
-Súper que hay una fiesta en la playa de más allá – señalo a lo lejos – seria genial ir a ver ¿no?
-¿Por qué siempre estás enterado de las fiestas? – se burló Harry.
-Bueno, quiero empezar diciendo que no me quedo tirado en la cama, salgo a caminar, hablo con las personas y me cuentan sobre sus planes.
-Eres una acosador, no pasó un minuto de haberte bajado del avión y ya estabas molestando a la pobre gente de las islas vírgenes.
-Idiota, de todas maneras iras conmigo.
-¿Quieres ir? – me pregunto mirándome a los ojos.
-Claro, ¿por qué no?
-¿Gemma? – pregunto Louis.
-Tal vez vaya con unas amigas.
-¿Anne, Robin?
-No querido, nosotros pasamos. Iremos al spa.
-Es un excelente plan, tal vez me una a ustedes.
-Por favor tengan cuidado con el alcohol esta vez. No quiero más vomito – dijo Robin con su amable tono de voz y todos reímos al recordar a Louis vomitando en año nuevo. Fue horrible, nunca había visto tanto vomito en mi vida. Mire a Louis que reía con vergüenza y sus mejillas sonrojadas mostraban cuan apenado estaba.
*
-Me dijeron que esta fiesta iba a ser genial.
-¿De dónde sacaste tanta información? – Pregunté. Estábamos caminando hacia el lugar que Louis nos había dicho antes en busca de esa fiesta. Él estaba emocionado contándonos los detalles que algunas personas le habían dado.
-Confías demasiado, ¿qué tal si esa fiesta resulta siendo un asco?
-No lo creo. Mira eso – señalo delante de nosotros. Eran unas cabañas enormes, estaban llenas y apenas eran las diez. Me sentí emocionada de inmediato, hacía mucho tiempo no iba a una fiesta tan grande como se veía esa. Caminamos rápidamente hasta la entrada, todo el mundo bailaba, incluso las personas que estaban afuera, reían, gritaban, saltaban y bailaban, era pura diversión. Louis nos hizo una seña con la mano para que lo siguiéramos dentro y eso hicimos, fuimos hasta la parte trasera donde había una enorme piscina con varios chicos ya dentro – voy por algo de beber ¿quieren algo en especial?