Capitulo 3

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-No lo sé… apenas lo conozco y no quisiera…

-¿Ser una molestia? Por supuesto que no, estaría encantado de que aceptaras mi invitación – lo mire pensativa, ¿qué podía perder? Ya había perdido mi casa, además será mientras mi padre despierta.

-Está bien – El hombre sonrió – pero debo ir al trabajo y luego a casa, los bomberos me llamaron esta mañana, dijeron que podía recuperar un par de cosas si lo hacía rápido. 

-Está bien, pasare a recogerte a la hora que quieras.

El señor Twist se quedó con mi padre en el momento que tuve que irme al trabajo. De camino a la sala de espera me encontré con Charli en una maquina sacando dulces, sonrió al verme. Me llevo, durante el camino a la librería le conté lo que había pasado con el amigo de mi padre, me dijo que estaba bien y que su casa siempre seria mi casa, nos despedimos en cuanto llegamos y se fue. Cuando entré todo estaba solo y en completo silencio.

-¿Sam? – camine hasta la recepción y vi el bolso del rubio - ¿Sam?

-Aquí estoy – dijo tras de mi tomándome por sorpresa y escuche su risa al ver que me había asustado - ¿Cómo estás? – dijo entre risas.

-Casi me da un infarto ¿Dónde estabas? – intente sonar molesta pero fue imposible.

-Estaba acomodando uno libros en la parte de atrás – sonrió.

-Sam, ¿te molestaría si me voy antes? Debo ir…

-No te preocupes, entiendo… -se acercó a mí – Lo siento mucho, por lo de tu casa y sobre todo por tu padre ¿Está bien?

-No lo sé, está  en coma… - dije con tristeza – pero bueno, tenemos trabajo – dije al ver al grupo de personas entrando a la librería.

El día no estuvo tan atareado, incluso pude empezar a leer un libro, eran dos mejores amigas que conocían a un niño, a la protagonista le gustaba pero la mejor amiga lo conocía primero haciendo que su amiga se pudiera celosa. Los libros nunca había sido lo mío, no lograba entender muchas cosas, sin embargo, amaba cuando mi padre leía para mi… el tono de su voz, los gestos que hace, sus sonrisas, mi padre hacia que todo esto fuera especial. Varias veces descubrí a Sam mirándome, no podía entenderlo, ni a él ni a todas las personas que me miraban, era un chica cualquiera, era tonta por mucho que trataba de estudiar y mi vida se estaba complicando un poco.

Terminé con mi turno y tome el autobús hasta mi muy destrozada casa, se veía peor que ayer. Unos cuantos bomberos junto con el señor Twist se acercaron a mí, me pidieron que sacara solo lo necesario. Mi ropa, la de mi padre y objetos de valor, todo, lo más rápido que pudiera, ya que era un hecho de que mi casa iba a quedar completamente destruida en cualquier momento. Me pusieron una máscara para el humo y uno de los hombres me acompaño hasta adentro. Todo se veía terrible.

Empaqué, o más  bien tiré en las maletas mi ropa y todas las cosas que atesoraba, igual que las de mi padre. La caja fuerte de mis padres y estaba lista, esperaba no olvidar nada. Los bomberos estaban ayudando a bajar las cosas y de repente la casa empezó a moverse como si temblará la tierra – AFUERA TODO EL MUNDO – grito uno de ellos. Todos corrían hacia la salida y no sé por qué pero recordé a mi madre. Me devolví  a la sala y escuché un “No” histérico de uno de los bomberos. Tome la fotografía de mi madre, en ese momento todo a mi alrededor literalmente empezó a caerse. Unos fuertes brazos rodearon mi cuerpo y como arte de magia ya estaba fuera de mi casa o bueno, ahora, lo que quedaba de mi casa  hecha escombros.

-Niña, por poco mueres – dijo el bombero Joe mientras me soltaba de su agarre – un poco más y te quedas ahí atrapada.

-Lo siento – susurre.

Archenemy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora