-¿Cómo te sientes?
-Cansado – bostezo y luego me miro con los ojos entre cerrados – No debiste faltar a clase hoy, Payton, mi madre llegara en cualquier momento.
-No puedo dejarte solo, además Zayn y Charlotte pueden ayudarme – le sonreí tranquilizándolo. Esperaba que en cualquier momento quedara dormido, necesitaba llegar al lugar que había quedado con Justin y no quería que Harry supiera que no estaba en casa – Descansa – asintió con los ojos cerrados y unos minutos más tarde estaba dormido.
La noche anterior me había quedado sentada al lado de su cama cuidando de él, no solo por el estado en el que estaba o porque no podía moverse de su cama por un tiempo, sino porque me causaba horror pensar que Justin podría entrar en cualquier momento y hacerle daño incluso si habíamos quedado de vernos al día siguiente. Estaba algo cansada, y no me di cuenta en que momento me había quedado dormida mientras lo cuidada, Harry me despertó en la mañana y me obligo a dormir un poco mientras Louis cuidaba de él. Cuando desperté de nuevo el hombre que cambio las cerraduras ya se estaba yendo y Louis volvió a su casa a ducharse y luego iría a ver a su chica o algo así.
Para esta hora las clases ya habrían terminado, así que tomé un taxi hasta la escuela y una vez ahí atravesé el edificio hasta las gradas del gimnasio y me senté en la parte baja esperando. Acomodé mi cabello y apoye mi cabeza en una de mis manos que reposaba sobre mi pierna izquierda. Quería volver a casa rápido, quería que nada de esto hubiera pasado, todo parecía una pesadilla y solo Dios sabe que quería Justin de mí para dejar a Harry en paz – Hola nena – escuché decir en mi oído haciendo que saltara por el susto y me alejara inmediatamente cuando vi sus ojos azules más cerca de lo que quería. Se sentó a mi lado riendo por mi reacción y lamio su labio inferior antes de hablar de nuevo – Te ves hermosa, Linda – intento poner su mano en mi hombro pero me aleje con fastidio.
-Por favor, no – aleje su mano que se acercaba a mi lentamente y él la tomo entrelazando nuestros dedos – Justin, quiero que sepas que la policía sabe lo que pasó – intente sacar mi mano de su agarre pero fue imposible – en cualquier momento vendrán por ti – me miro con sorna y luego empezó a reír.
-¿No hablas en serio o sí? – habló entre risas, fruncí el ceño y de nuevo intente quitar mi mano de su agarré – Quiero también que sepas algo, Payton – beso el dorso de mi mano y después la liberó– No va a pasar nada, mi padre el policía y mi madre es juez – en el momento que dijo eso sabía que todo el color de mi cara había desaparecido – no pueden hacer nada – rio - esto es algo gracioso ¿sabes? – sacudió su cabello.
-¿Qué demonios? – Susurré – Justin, casi matas a Harry – hablé histérica – tu… ¿Cómo? ¿Por qué le hiciste eso?
-Ya te dije, eres mía y no voy a dejar que nadie más te tenga.
-Pero ya no quiero estar contigo – se encogió de hombros – no puedes obligarme a estar contigo.
-Lo harás – negué con la cabeza y sentí como las lágrimas nublaban mi vista.
-Estás loco.
-Vas a estar conmigo – dijo con seriedad – y te vas a alejar de Styles, o te juro Payton que va pasarle algo peor a ese maldito – las lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas y mire hacia otro lado evitando a toda costa mirarlo – Vamos, no llores – rio – tu misma me dijiste que lo odiabas, ¿qué es diferente ahora? – negué con la cabeza mirando el suelo, las lágrimas caían con más facilidad y chocaban contra el suelo del gimnasio. Me sentía frustrada y enojada porque no podía hacer nada, hablar con la policía no serviría y era seguro que Justin era peligroso. Sentí su brazo rodear mi espalda haciendo que me asustara mientras me acercaba hacia él.