16. Pesadilla

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Ben Niv

-¿Dónde estoy?- La voz que salía de mi boca era una voz de miedo y cansancio -¿Es el olimpo?-.

Lo que veía no podía ser cierto el Olimpo estaba hecho pedazos, ningún dios estaba ahí, todo estaba solo y obscuro, baje a la tierra y no era muy diferente a el Olimpo, mis hermanos estaban en el suelo.

- ¿Acaso están...- Me agache y busque el pulso en todos mis hermanos el cual era inexistente- ¿pero ¿qué? -.

Los dioses semi hadas somos inmortales ante nuestros ojos, pero ellos parecían estar muertos, algo en mi sintió un dolor muy fuerte y la sed de venganza vino a mi ser, camine por la tierra buscando una pista que me llevara a el culpable, fui a casa la cual ya no estaba, todo parecía haberse convertido en cenizas, con forme iba caminando veía cuerpos de personas conocidas y desconocidas sin vida en el suelo.

-¡BEN!- Gritó una voz conocida y agonizante -¡BEN!-.

Fui hacía la voz que me llamaba desesperado.

- ¿Zeus? - Pregunté al dueño de esa voz - ¿Qué fue lo que paso aquí? -.

Con forme me iba acercando me iba dando cuenta de que Zeus estaba muy herido...

-¿No lo recuerdas Ben?- Preguntó con una mirada de decepción -¿No recuerdas lo que paso?¿Nada?-.

-No, papá ¿Qué demonios paso aquí?- Dije a punto de llorar - ¿¡por qué mis hermanos están muertos?! ¡¿Qué paso responde?!-.

-Ben lo que paso aquí es Tú culpa, tus hermanos intentaros detenerte y los asesinaste con tus propias manos, los dioses también lo intentaron y los desapareciste, yo intente hacerlo y estoy a punto de morir- Lagrimas salieron de mis ojos y rodaron por mis mejillas.

- ¡NO yo no soy capaz de matar a nadie! - Lloraba más fuerte - ¡No soy capaz! -.

-Ben tú los mataste, nadie puede matar a un semidios semihada que una especie de su raza con la misma fuerza para hacerlo- Zeus me tomo de la mano y la apretó muy fuerte - ¡MATASTE A TÚ PROPIA SANGRE BEN! y eso te va a perseguir toda tu larga y eterna vida-.

Zeus soltó mi mano y dejo de moverse.

-¿Zeus?- la sensación de terror invadía mi ser -¿¡ZEUS!? Abre los ojos papá-.

Las lágrimas solo seguían y seguían nunca cesaban, y la voz de Zeus gritando mi acto homicida no dejaban de repetirse como susurros en mi cabeza.

-No y...yo no soy capaz- Pensé un momento -¡NO SOY CAPAZ!-.

Con mis manos en la cabeza camine llorando hacia donde estaban los cuerpos sin vida de mis hermanos e intentaba recordar algo de lo sucedido pero mi último recuerdo era una fiesta, estaban Aura y otra chica conmigo y la siguiente imagen era yo despertando en el Olimpo.

~Nadie puede matar a un semidios semihada que una especie de su raza con la misma fuerza para hacerlo~

Esas palabras no salían de mi mente y con ella venían susurros "Hazlo" "Vamos debes morir por tus actos" "Todos esos inocentes merecen justicia".

Lo pensé un rato y active mi habilidad, lleve mi mano hacia mi cabeza...

- ¡BEN QUE DEMONIOS HACES! - Era ¿Alison? no, no puede ser ella está muerta - ¡BEN!

Algo detenía mi mano y me impedía continuar con mi acto suicida, era una fuerza mayor ¿Pero que era?.

-¡POR EL AMOR DE ZEUS BEN DETENTE!- Una voz distinta sonaba ¿Dorian? -¡BEN!.

Pero como, eso no era posible tenía sus cuerpos enfrente de mi...

Y entonces algo frio me hizo reaccionar, como si algo saliera de mi mente, abrí los ojos y lo que vi era muy extraño, Alison Y Dorian me agarraban las manos y los demás chicos solo me miraban asustados.

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