29. Yocoxcayotl

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Maria.

(Todo esto sucede al mismo tiempo que el capítulo anterior)

Estoy en el restaurant y hay dos personas discutiendo algo, una de ellas habla náhuatl la otra griego Felix me enseño un poco de griego a cambio de que le enseñara español así que fue fácil reconocer el idioma.

-Cielos ¿Qué haces aquí?- Dijo la chica que hablaba griego ahora en español.

- ¿Qué estás haciendo tú aquí? - Dijo el chico -Yo vine a contarle a Maria la verdad-.

-Yo vine a lo mismo- Dijo ahora la chica -Había mandado a los Oniros antes, pero supongo que te encargaste de ellos-.

¿La verdad de qué? Estas personas a las que no había visto antes discutían sobre contarme la verdad sobre algo.

-¿Hola?- Dije entrando en su conversación -¿De que hablan?-.

-Maria llegaste- Dijo la mujer.

Por la expresión de los dos podía saber que no esperaban mi llegada.

-Maria soy Quetzalcóatl- Dijo el hombre -Técnicamente soy tu tío-.

-Yo soy Hera- Dijo la mujer.

- ¿Quetzalcóatl, Hera? - Dije más confundida.

-No hay mucho tiempo así que por favor dile a tu madre que lo sabes, Martha y José te llevarán a la pirámide del sol- Dijo el hombre.

-Tus amigos necesitan ayuda así que por favor ve lo más rápido posible- Dijo la mujer.

Me desperté exaltada, el sueño no me había dejado descansar.

*Tus amigos necesitan ayuda, Martha y José te llevaran a la pirámide del sol*

Las voces seguían en mi cabeza así que fui a la cocina donde se encontraba mi mamá, la miré un rato.

-Mamá- Dije hablándole.

-¿Qué pasó Maria?- Dijo mirándome

-Ya lo es- Dije intentando no reírme, por supuesto las ganas desaparecieron cuando la reacción de mi madre fue gritarle a mi padre.

-JOSEEEEEE- Dijo como si estuviera asustada y me sentí aún más confundida.

-Maria solo espera un momento- Dijo tomándome de los hombros empujándome hacía la puerta.

-¿Qué pasó?- Dijo mi padre

-Maria lo sabe- Dijo mi mamá.

-Vámonos ahora- Dijo mi padre.

-Alto entonces ¿Es verdad? ¿Quetzalcóatl es mi tío? - Dije, cada que lo digo suena más raro.

-Sube a el auto te explicaremos- Dijo mi madre y obedecí.

Mientras avanzábamos mis padres se miraban cada cinco segundos, pero ninguno hablaba.

-Bueno entonces- Dije -Necesito una explicación-.

-Maria- Dijo mi padre -Eres descendiente de los dioses-.

-¡¿QUEEEE?!- Dije -Eso no es cierto es imposible-.

-Lo sé, puede ser difícil de creer, pero es verdad cariño- Dijo mi madre.

-¿Son dioses?- Pregunte.

-No- Contestó en seco mi padre -Tu eres hija de un dios-.

-Espera, ¿quieres decir que no son mis padres?- Pregunté, cada que preguntaba algo las respuestas eran inesperadas

-Tarde o temprano iba a pasar- Dijo mi padre -Eres hija de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl-.

-¿De quién?- Dije dando a entender que no entendí nada mi padre rio.

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