Gaia Project 15

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"-Aquí no hay nada –dijo el niño, sentándose sobre la única cama que había en la habitación.

-¿Qué esperabas? ¿Un parque de atracciones? No vengo mucho por aquí, así que ni me molesto en decorarla –respondió Quattuor.

-¿Has viajado fuera? –preguntó la niña, con interés.

-Claro. ¿De dónde crees que vengo si no? –obvió el hombre, visiblemente irritado, viendo cómo la pequeña se acercaba a él con ojos brillantes y expresión ilusionada- ¿Q-qué quieres?

-¿Podrías hablarnos del mundo exterior? Nunca hemos salido de aquí.

Cogido un poco por sorpresa, Quattuor desvió la mirada hacia el niño, quien también se mostró igual de interesado que ella.

-Oíd. El mundo exterior no es precisamente un lugar que los niños quisieran ver. Hacedme caso, cuanto menos sepáis, mejor.

-¿Por qué? ¿Es un lugar malo? –preguntó el niño.

-Sí, muy malo. Y hay un monstruo muy grande que lo controla todo.

-¡¿Un monstruo?! –gritaron a la vez.

-¡No lo decía literalmente!

-¡¿Qué aspecto tiene ese monstruo?! ¡¿Tiene garras afiladas?! –continuó el pequeño, acercándose cada vez más al hombre.

-¡¿Y colmillos?! –añadió, esta vez, la niña, logrando que el hombre dejase escapar un profundo suspiro y se llevase una mano a la cabeza.

-¡Agh! ¡Definitivamente, esto no es lo mío! –declaró Quattuor.

En ese instante, se escuchó el sonido de alguien llamando a la puerta.

-¿Eh? ¡¿Quién es?! –preguntó Quattuor, con esperanza de que esa mujer hubiese venido a llevárselos.

-¡Abre! –dijo la voz de Tribus, quien parecía haberse enterado ya de su llegada.

-¡Oye, ahora mismo estoy ocupado así que no tengo tiempo para...! ¡Eh! ¡Para! ¡¿Qué haces?! –gritó al ver que al niño abriendo la puerta. Cosa que no hizo falta, ya que nada más girar el pomo, Tribus la golpeó, haciendo que el pobre chico saliese despedido.

-¡Éste será el combate número veinte! ¡Prepárate a...! –exclamó la joven de pelo rubio, deteniéndose a mitad de frase, al observar a Quattuor en el suelo, con el niño en sus brazos, debido a haberle hecho de colchoneta.

-¡Ten más cuidado! ¡Ha faltado un pelo! –se quejó el hombre.

-¡Ah! –se sorprendió Tribus.

-¡¿Y a ti qué te pasa?! –preguntó Quattuor mientras dejaba al pequeño en el suelo.

De repente, la habitación se quedó en silencio hasta que éste fue roto por Tribus.

-¡¿Cuándo has tenido hijos?!

-¡¿Te crees que son míos?! –gritó el hombre, al borde de un ataque de histeria.

-¡¿En serio?! ¡¿Uno de ellos se convertirá en un descendiente?! –preguntó Tribus, una vez se hubo aclarado la situación. Mientras conversaban, vigilaban a los niños, quienes jugaban alegremente, utilizando la habitación como patio de recreo.

-Creía que ya lo sabrías. Eres la que pasa más tiempo aquí –dijo Quattuor.

-Para nada. Nunca los había visto.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora