A New World 1

49 4 2
                                    


Delante de dos lápidas de piedra con sendos nombres tallados en ellas, una chica meditaba con las piernas cruzadas y los ojos cerrados.

Junto a dichas lápidas había varios ramos de flores que, aunque no eran demasiado difíciles de conseguir, no solían abundar, por lo que sólo se usaban en momentos especiales como el de rendir homenaje a los muertos.

De hecho, ellos eran muy especiales, pues además de ser muy queridos por la joven, sus sacrificios había evitado una situación peor que la que se encontraban.

Habiendo conseguido todos los Núcleos de Jade, así como a Nara, a Detz sólo le faltaba llevar a cabo el enfrentamiento entre las tres potencias, incluidos "Comhairle" y Yohei Gakko, para lograr su objetivo.

Antes, cualquiera habría dicho que era imposible, pero, tras los ataques de los Erasers a la villa de los Rebeldes, los territorios de la facción y los de la unión, la alianza se había desestabilizado. Y es que las consecuencias que de esa lucha habían hecho que Ceron reclamase venganza, dejándose provocar por el proyecto Gaia e ignorando las advertencias de Razer y Yorus, quien estaba actualmente al mando del gobierno en el norte.

Quizás Alder hubiese sido capaz de sofocar la ira de Ceron, pero ya no se encontraba entre los vivos, lo que había traído consigo más de un problema en su propio territorio, ya que los ciudadanos, así como los más cercanos al anterior gobernador, incluido el bajo mundo, estaban presionando a Yorus para unirse a la facción en la batalla contra el imperio, llegando a amenazar con un golpe de estado.

Para si eso fuese poco, habían llegado noticias de que el apoyo de "Comhairle" al imperio se había hecho aún más fuerte. Esto había sido debido a una grabación hecha a escondidas durante la reunión en la que podía distinguirse a Razer golpeando al emperador e iniciando la lucha que se produciría en aquel recinto. Esto había dejado al líder rebelde como principal instigador del ataque de los Erasers, que se había producido justo después.

Asimismo, la disposición esas mismas bestias cerca de cada territorio había sido justificada como medida preventiva en caso de un posible ataque por parte de la alianza, y puesto que, por culpa de la provocación de Naithan a Razer, ese ataque se había producido, casi nadie había cuestionado las excusas del imperio, y los pocos que lo habían hecho, habían sido convencidos por Unum y sus adeptos dentro de "Comhairle".

En conclusión, habían caído en una trampa mayor de lo que habían pensado y ahora se encontraban en una situación terrible: la facción a punto de entrar en guerra, la unión cerca de un golpe de estado y los Rebeldes habiendo perdido credibilidad después de que su líder rompiese cualquier negociación de paz con el imperio, aunque no fuese a haber ninguna desde el principio.

-Sabía que te encontraría aquí –dijo la voz de un chico a su lado.

Ella se quedó en silencio, inmóvil.

-¿Te importa si te acompaño? Hoy todavía no les he presentado mis respetos.

-Adelante –se limitó a contestar.

Kareth se sentó, adoptando la misma posición que su hermana. Entonces entrelazó sus dedos y suspirando profundamente.

-Todavía no me creo que hayan muerto. Si hubiese sido más fuerte, estoy seguro de que, al menos Quattuor, seguiría vivo –continuó, ante la impasibilidad de ella- La situación va de mal en peor. Razer no levanta cabeza y no sabemos nada de Kai desde que se marchó.

Al día siguiente de enterarse de la muerte de Miruru, Kai desapareció, dejando tras de sí una nota en la que pedía que no le buscasen.

Desde el punto de vista de Kareth, aquella había sido la mejor reacción de todas las que había esperado ya que, cuando le contaron la noticia, el nigromante no dejó caer ni una sola lágrima. Ni siquiera se mostró enfadado. Lo que hubo delante de él en ese momento fue un ser vacío, como si acabase de perderlo todo.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora