Gaia Project 5

195 12 0
                                    

Sobre aquellas tierras yermas, se podía observar a numerosos indras arrastrando carros comida, telas y otras pertenencias de los nómadas. Tras haber dejado el campamento, se dirigían a su siguiente parada: Genese.

Mientras algunos llevaban a las monturas, otros caminaban a los lados de la caravana, defendiéndola. En ese momento, la tierra empezó a temblar.

-¡Cuidado! ¡Nos atacan! –gritó uno de los cazadores.

Nada más recibir el aviso, el resto de nómadas aceleró el paso mientras animales muy similares a la bestia derrotada por Ivel días atrás, sólo que de menor tamaño, salían a la superficie, buscando tenderles una emboscada.

-¡Rápido! –apremiaron algunos nómadas a los más rezagados, poco antes de que se escuchase un disparo y se formase un agujero en el cuerpo de uno de aquellos monstruos, matándolo en el acto.

-¡Seguid disparando! –gritó una voz femenina.

Tras aquella señal, multitud de balas surcaron el aire en dirección al resto de criaturas, exterminando a la mayoría de ellas, a excepción de dos que, tratando de escabullirse hacia los carros, acabaron seccionados en dos por sendos cazadores.

-Buen trabajo –dijo Ivel, aterrizando de un salto junto a dichos cazadores.

-Es nuestro deber –respondió Kareth con tono jocoso y esbozando una sonrisa.

-Suerte que hemos llegado a tiempo. Un poco más y se hacen con nuestras provisiones –comentó Jaryl.

-¡Cuidado! –chilló otra voz.

Detrás de ellos, otra bestia hizo su aparición en la superficie, justo al lado de uno de los carros.

-¡Mierda! ¡Se había escondido mientras los demás hacían de cebo! –se quejó Kareth, alterado.

Entonces justo cuando la criatura se disponía a devorar el vehículo, así como los nómadas más cercanos a éste, fue fulminada mediante un tiro en la cabeza.

-Buff... –suspiró Kareth, visiblemente aliviado, pues, a cierta distancia del monstruo, se encontraba Sarah con un rifle de los cazadores en mano.

-¡Bien hecho, Sarah! ¡Los demás, investigad la zona! ¡Hay que evitar más ataques como éste! ¡Deprisa! –ordenó Ivel.

-¡Sí! –contestaron los demás, poniéndose en movimiento.

-¡Qué oportuna! –dijo alegremente Kareth al reunirse con su compañera.

-Me lo tomaré como un cumplido. Gracias –respondió Sarah con una media sonrisa.

-Por cierto, quería decirte que he hablado antes con Argo. Dice que debe de quedar un par de días hasta Genese. Al menos si seguimos a este ritmo –explicó el chico.

-Vale –la expresión de Sarah se volvió algo melancólica.

-No pareces muy contenta.

-No es eso. Es que, teniendo en cuenta el tiempo que llevamos con ellos... No sé. Supongo que no me hago a la idea de acabar separados.

-Te has encariñado de ellos, ¿eh?

Mostrando algo de timidez, la chica asintió.

-Es normal, yo me siento de la misma forma –dijo Kareth- Se han portado muy bien con nosotros y son como una gran familia.

-¡Sarah!

Viéndose interrumpidos, se giraron para ver a tres niños corriendo hacia ellos y abalanzarse sobre la joven, quien tuvo que agacharse para ponerse a su altura y cogerlos.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora