Sobre aquellas tierras yermas, se podía observar a numerosos indras arrastrando carros comida, telas y otras pertenencias de los nómadas. Tras haber dejado el campamento, se dirigían a su siguiente parada: Genese.
Mientras algunos llevaban a las monturas, otros caminaban a los lados de la caravana, defendiéndola. En ese momento, la tierra empezó a temblar.
-¡Cuidado! ¡Nos atacan! –gritó uno de los cazadores.
Nada más recibir el aviso, el resto de nómadas aceleró el paso mientras animales muy similares a la bestia derrotada por Ivel días atrás, sólo que de menor tamaño, salían a la superficie, buscando tenderles una emboscada.
-¡Rápido! –apremiaron algunos nómadas a los más rezagados, poco antes de que se escuchase un disparo y se formase un agujero en el cuerpo de uno de aquellos monstruos, matándolo en el acto.
-¡Seguid disparando! –gritó una voz femenina.
Tras aquella señal, multitud de balas surcaron el aire en dirección al resto de criaturas, exterminando a la mayoría de ellas, a excepción de dos que, tratando de escabullirse hacia los carros, acabaron seccionados en dos por sendos cazadores.
-Buen trabajo –dijo Ivel, aterrizando de un salto junto a dichos cazadores.
-Es nuestro deber –respondió Kareth con tono jocoso y esbozando una sonrisa.
-Suerte que hemos llegado a tiempo. Un poco más y se hacen con nuestras provisiones –comentó Jaryl.
-¡Cuidado! –chilló otra voz.
Detrás de ellos, otra bestia hizo su aparición en la superficie, justo al lado de uno de los carros.
-¡Mierda! ¡Se había escondido mientras los demás hacían de cebo! –se quejó Kareth, alterado.
Entonces justo cuando la criatura se disponía a devorar el vehículo, así como los nómadas más cercanos a éste, fue fulminada mediante un tiro en la cabeza.
-Buff... –suspiró Kareth, visiblemente aliviado, pues, a cierta distancia del monstruo, se encontraba Sarah con un rifle de los cazadores en mano.
-¡Bien hecho, Sarah! ¡Los demás, investigad la zona! ¡Hay que evitar más ataques como éste! ¡Deprisa! –ordenó Ivel.
-¡Sí! –contestaron los demás, poniéndose en movimiento.
-¡Qué oportuna! –dijo alegremente Kareth al reunirse con su compañera.
-Me lo tomaré como un cumplido. Gracias –respondió Sarah con una media sonrisa.
-Por cierto, quería decirte que he hablado antes con Argo. Dice que debe de quedar un par de días hasta Genese. Al menos si seguimos a este ritmo –explicó el chico.
-Vale –la expresión de Sarah se volvió algo melancólica.
-No pareces muy contenta.
-No es eso. Es que, teniendo en cuenta el tiempo que llevamos con ellos... No sé. Supongo que no me hago a la idea de acabar separados.
-Te has encariñado de ellos, ¿eh?
Mostrando algo de timidez, la chica asintió.
-Es normal, yo me siento de la misma forma –dijo Kareth- Se han portado muy bien con nosotros y son como una gran familia.
-¡Sarah!
Viéndose interrumpidos, se giraron para ver a tres niños corriendo hacia ellos y abalanzarse sobre la joven, quien tuvo que agacharse para ponerse a su altura y cogerlos.
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Yohei Gakko
Ciencia FicciónUna guerra por un elemento llamado Radiar dura 500 años hasta la actualidad, sumiendo a la humanidad y al planeta en el que habita en el desastre. Una organización de carácter "diplomático" decide tomar cartas en el asunto creando 3 escuelas a las q...