The three global powers 6

197 11 0
                                    

-¡Ah, por fin un rato para relajarse! –dijo Unum, dejándose caer encima de un cómodo sillón en la habitación que habían preparado para él.

-Pareces un viejo –replicó Duobus, con un tono de voz monótono.

-¡No digas eso! Si tendremos más o menos la misma edad.

-Eso no es excusa.

-En fin, lo que tú digas –dijo el hombre, dando por zanjado el tema.

-¿Qué opinas sobre ellos? –preguntó Duobus.

-¿Hablas de esos Erasers? Son criaturas interesantes, feroces... cuesta imaginar cómo las domarán. Por otro lado, me producen una sensación extraña, parecida a la que me produce Detz –respondió Unum ante la mirada impasible de su compañera- En cualquier caso, tengo curiosidad por ver de lo que son capaces o lo que ese loco les pueda ordenar.

De repente, se escuchó un aviso en su comunicador, sobresaltándolo ligeramente. Entonces, introdujo su mano en el bolsillo de su chaqueta y, tras coger el aparato, se lo acercó al oído.

-¿Sí? –preguntó.

-¡Unum! ¡Cuánto tiempo!

-¿Tribus? ¿Por qué me llamas?

-¡Oye, ¿por qué siempre eres tan desagradable conmigo?!

-Que sí. Que lo que tú digas. Ve al grano.

-¡Aburrido! Sólo llamaba para decirte de que Detz va hacia allí.

-¿Detz? –se extrañó Unum, frunciendo el ceño- ¿Para qué? –a su lado, Duobus ladeó la cabeza, también confusa ante aquella noticia.

-Bueno, en realidad todavía no se ha puesto en marcha. El caso es que ha conseguido hacer un par de copias de la "Errantia". Ya sabes, esa espada que saca los núcleos de sus portadores. Y quiere dároslas.

-Pensaba que para eso te enviaría a ti antes que venir él mismo.

-Parece que esta interesado en llevar las riendas del imperio.

-Ah... ya veo... –contestó Unum, dejando escapar un suspiro-. Bueno, tampoco es que me importe. Probablemente también quiera echarles un ojo a esos monstruos.

-¿Monstruos?

-Sí. Cuando tengas la oportunidad deberías venir a verlos.

-Todavía no puedo. Debo seguir vigilando este sitio hasta que Detz diga lo contrario.

-Así que vas a estar encerrada una buena temporada, ¿eh?

-Sí... eso creo... –dijo ella, detectándose en su voz cierta melancolía.

-¿Te sientes mal por ello?

-¿Eh? Puede. Supongo que les había cogido cariño a esos nómadas.

-Son humanos, Tribus. No lo olvides. Escoria que existe para nuestro beneficio. Sólo sirven para traer desastre y por ello deben ser eliminados. No hay que tener piedad.

-Lo sé. Pero aunque sea una descendiente, parte de mí sigue siendo humana. ¿No te ocurre a ti lo mismo, Unum?

En ese momento, la imagen de una chica cruzó fugazmente la mente de Unum.

-Para nada –contestó- De todas formas, gracias por la información. Volveremos a vernos.

-¡Okay! –dijo Tribus antes de cortar la comunicación.

-Por aquí –dijo Razer, haciendo de guía en los conductos de alcantarillado.

Llevaban varios días viajando entre óxido y oscuridad, por no hablar del olor que todavía desprendía aquella zona, alimentándose de las provisiones que llevaban consigo. Pese a ello, nadie se había quejado y se habían limitado a seguirle.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora