A New World 5

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-¿Has llegado a disparar con él? –preguntó Kareth a su hermana, refiriéndose al arco que llevaba.

-He practicado un poco, pero hasta que no lo use en un combate real, no sabré de lo que es capaz. Espero que no me decepcione –contestó ella, con seriedad.

-Intenta no hacer sobreesfuerzos. No quisiera que volvieses a desmayarte.

-Tranquilo. Me he asegurado de comer y dormir lo suficiente. No haces falta que estés tan pendiente de mí. Más importante, intenta no dejarte llevar. Sé que quieres rescatar a Nara cuanto antes, pero no te separes de nosotros o conseguirás que te maten.

-Lo tendré en cuenta.

Subidos en vehículos que los llevaban directamente a Genese, los dos hermanos miraron al horizonte.

Teniendo en cuenta lo que llevaban de trayecto, no debía de faltarles mucho para llegar. Sin embargo, ni la oscuridad de la noche y ni la gran cantidad de nubes que cubrían el cielo, les permitieron reconocer el terreno para dar constancia de ello.

Eran cinco automóviles, con cinco personas en cada uno de ellos. Al llegar, tenían previsto dividirse en pequeños grupos, ya que moverse los veinticinco en uno mismo era un suicidio en una misión de infiltración. Además, en cada uno de ellos iría, como mínimo, uno de los nómadas, quienes les guiarían hacia un mismo punto: la casa que protegía Tribus.

Por supuesto, cada grupo también dispondría de otro miembro encargado de comunicarse con el resto, a fin de poder coordinar la operación.

-Parece que ya puede verse algo –señaló Kareth, a la vez que la escasa iluminación les permitía divisar algunas casas-. Dejaremos los vehículos en las afueras y nos adentraremos en la ciudad. Es posible que haya civiles en las calles. Si os encontráis con alguno, noqueadlo. Es mejor que no se vean envueltos en el fuego cruzado.

Así pues, procedieron tal y como había dicho él, sin preocuparse en exceso por esconder sus transportes. Entonces, agarraron sus armas y continuaron a paso ligero, lo más silenciosamente posible, hasta situarse frente al que sería su primer obstáculo: los guardias fronterizos.

Atravesarlo no les resultó difícil. Al parecer, se habían confiado demasiado con la presencia de guardaespaldas y mercenarios contratados por los comerciantes que frecuentaban Genese. Por tanto, no tuvieron problema en acercarse a ellos por la espalda y dejarlos inconscientes, escondiendo sus cuerpos entre la vegetación o detrás de alguna roca.

Siguiendo hacia delante, el grupo de Sarah y Kareth se detuvo tras cruzar el primer callejón, escrutando el terreno mientras se mantenían a cubierto entre las paredes de las viviendas.

-Antes de adentrarnos más, quiero que digáis vuestras posiciones. De esa forma, tendremos una idea de la situación de cada grupo –dijo el encargado de comunicaciones.

-Aquí "Grupo 2". Nos encontramos a 100 metros aproximadamente de lo que parece ser un campamento de comerciantes en mitad de una plaza, al sudeste.

-Aquí "Grupo 3". Desde nuestra posición vemos la misma plaza. Debemos de estar a unos 50 metros más o menos.

-Aquí "Grupo 4". Sólo hay callejones en nuestra zona. Según nuestro guía, debemos estar un poco más al oeste, y si continuamos recto llegaremos a la calle principal que lleva directamente al recinto de gobierno de la ciudad.

-Aquí "Grupo 5". Misma situación que "Grupo 4". Debemos de estar a pocos metros de ellos.

-Bien. Aquí "Grupo 1", nosotros estamos a unos 50 metros de una calle comercial. También zona sudeste. A un lado se encuentra la plaza que habéis mencionado, y al otro se cruza con la calle que se dirige al recinto de gobierno.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora