Gaia Project 4

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Emprendiendo el vuelo, Jaryl se lanzó contra Kareth, quien esquivó el primer ataque agachándose.

-¡Eh! ¡No vale! ¡Tienes ventaja aérea! –se quejó el joven guerrero.

-¡Las alas son parte de mi cuerpo, así que puedo usarlas sin infringir las reglas! –respondió Jaryl.

-¡Maldita sea!

Girando en el aire, el nómada volvió a lanzarse mediante un ataque en picado, el cual, pese a ser detenido por las espadas de su adversario, logró que saliese despedido por la potencia del golpe, rodando varios metros por el suelo.

-¡¿Por qué no usaste tus alas contra aquel monstruo de la otra vez?! –preguntó Kareth.

-¡Eso dejaré que lo descubras por ti mismo! –contestó Jaryl, poco antes de iniciar una tercera acometida, esta vez, aminorando la velocidad, y realizando varios cortes con sus espadas.

Defendiéndose de él, cada vez que Kareth intentaba contraatacar, era esquivado por Jaryl, quien apoyaba ligeramente los pies en el suelo y lo esquivaba impulsándose con sus alas, ejerciendo otra vez presión contra su rival.

"Qué raro", pensó el guerrero de Yohei Gakko mientras continuaba defendiéndose, "Quizás sea mi imaginación, pero tengo la sensación de que ha aumentado la intensidad de sus ataques. Es la misma reacción que esperaría de alguien que está acorralado."

Entonces, durante el intercambio de golpes, finalmente los brazos del guerrero cedieron, quedándose a merced del nómada.

-¡Maldición! –exclamó Kareth, apretando los dientes, pues una patada logró desarmarle de una de sus espadas, que acabó clavándose en tierra. Sin perder la oportunidad, Jaryl volvió a elevarse, disponiéndose a realizar un nuevo ataque frontal.

"No me deja ni respirar", pensó hasta una bombilla se iluminó en su mente, "Un momento, no usó sus alas contra aquel monstruo pese a que le podrían haber ayudado. ¿Es posible que, en realidad, no hubiese sido así?".

Mientras seguía meditando, su rival había vuelto a posicionarse frente a él, acosándole a corta distancia e impidiendo un contraataque certero por su parte.

"Si mi suposición es correcta, necesito ganar tiempo. Y tan sólo se me ocurre una manera para protegerme en estos casos", se dijo mentalmente.

Entonces, aprovechando el poco tiempo que le daba el nómada, en lugar de contraatacar, Kareth optó por golpear el suelo lo más fuertemente posible, levantando un bloque de tierra lo suficientemente grande como para permitirle distanciarse de él.

Jaryl, por su parte, huyó hacia el cielo, esta vez, más alto que las anteriores.

-¡Con el próximo golpe, pienso acabar contigo! –declaró Jaryl.

-¡Vamos! –provocó Kareth, diciéndose a sí mismo que debía aguantar ese golpe como fuese.

Sin hacerse esperar un instante más, el cazador comenzó su caída, girando sobre sí mismo para ganar más velocidad. Kareth, por otro lado, levantó el puño lo más alto que pudo, golpeando el suelo con todas sus fuerzas y levantando otro bloque de roca y tierra, esa vez de mayor proporción comparado con el primero.

Cuando Jaryl chocó contra el bloque, éste fue destruido como si nada, impactando seguidamente contra el joven inmortal.

El ataque hizo que los pies del guerrero se levantasen del suelo, siendo arrastrado por el joven alado durante varios metros, hasta finalmente chocar contra una gran roca, levantándose como resultado una gran nube de arena que les cubrió por completo.

Sin saber muy bien lo que había sucedido, Jaryl escapó de allí haciendo uso de sus alas, observando desde arriba el escenario y esperando a que la niebla que había formado la arena se disipase. En ese instante, sorprendiéndole, otra figura apareció de entre aquel cúmulo de partículas, consiguiendo agarrarse a su tobillo con una mano.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora