Gaia Project 13

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Quattuor esquivó otro de los tentáculos de Sead, siguiéndole a éste un segundo de mayor tamaño que se abalanzó sobre su cabeza, obligándole a detenerlo con sus brazos. La fuerza del golpe fue tal, que el suelo bajo sus pies mostró signos de romperse.

-¡Te aplastaré! –declaró Tribus.

-¡Que te lo has creído! –respondió el hombre, haciendo un gran esfuerzo para quitarse de encima aquel tentáculo, sólo para encontrarse rodeado de un gran número de ellos, que se enroscaron alrededor de su cuerpo y lo estrujaron como serpientes- ¡¡¡Aaaah!!! –gritó con fuerza, llegando a provocar una onda expansiva con la que logró liberarse de sus ataduras.

-¡Deberías hacerte mirar esa monstruosa fuerza tuya! –se quejó Tribus.

-¡Mira quién fue a hablar! ¡Ni que tú fueses normal!

En ese momento, el hombre escuchó un ruido, descubriendo un torrente líquido precipitándose sobre dos siluetas de color blanco y, encima de una estructura cilíndrica, dos chicas, entre las que estaba Sarah.

-¿Pero qué acaba de pasar? –se preguntó.

Mientras tanto, Sarah comprobó el estado de su amiga, quien, pese a estar inconsciente, no parecía correr peligro.

Suspirando aliviada, la cargó sobre sus hombros lo mejor que pudo y, con la mayor rapidez posible, bajó las escaleras.

Fue en el primer piso, donde encontró a un par de esqueletos cerrándole el paso.

-¡¿Qué crees que estás haciendo?! –exclamó Tribus, igual de sorprendida que Quattuor ante lo que acababa de ocurrir, mientras sus invocaciones se disponían a golpear a Sarah.

Sin embargo, en lugar de eso, ambos fueron aplastados contra el suelo por Quattuor, quien había saltado sobre ellos para ayudar a la chica.

-¡La pelea es entre tú y yo! –exclamó el hombre.

-¡Imbécil! –replicó Tribus.

-¡¿Se puede saber que ha pasado?! –preguntó Quattuor, dirigiéndose a Sarah.

-Esta chica es amiga mía. Al parecer, la han utilizado en sus planes –explicó ella.

-Así que han encontrado un recipiente para Gaia –concluyó Quattuor.

-¡Yo que tú soltaría a esa chica! –exclamó Detz, quien acababa de incorporarse y ahora tenía a Kareth, inconsciente y en su forma humana, cogido por el cuello.

-¡Kareth! –gritó Sarah.

-¡Hagamos un trato! ¡Esa chica por su vida! –propuso Detz, señalando a Kareth.

-¡¿Has conseguido su núcleo?! –preguntó Quattuor.

-¡Así es! ¡Y tú serás el siguiente!

-¡Muy optimista por tu parte!

-¡En cualquier caso, si de verdad os importa la vida del chico, será mejor que dejéis en el suelo al contenedor de Gaia y os separéis de ella!

-Da igual lo que hagas, peliazul –murmuró Quattuor-. En cuanto la dejes, nos atacará.

-Aun así, no puedo dejarle morir. No puedo abandonar a ninguno de los dos –contestó Sarah, mordiéndose los labios debido a la impotencia producida por aquella situación.

-Creo que tengo un plan para escapar –dijo Quattuor tras meditar unos segundos.

-¡¿En serio?!

-Sí, pero tendrás que agarrarme fuerte –prosiguió, a lo que ella respondió asintiendo.

-¡Se os acaba el tiempo! –les apremió Detz.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora