The demigoddess and the necromancer 11

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Mientras tanto, en el edifico central de "Comhairle", un hombre con gafas de sol y chaqueta recorría uno de sus múltiples pasillos con intención de llegar a su despacho.

Este edificio estaba alejado de las tres Yohei Gakko, evitando así cualquier relación, y era donde los miembros de la organización vivían y tomaban decisiones con respecto a todo lo relacionado con las escuelas y la guerra.

Así pues, tras saludar a dos compañeros que pasaron por su lado, entró en la habitación y cerró con pestillo para que nadie pudiese molestarle. Entonces, se sentó junto a un enorme escritorio de madera y cogió su aparato comunicador. Después de marcar, esperó a que la otra parte descolgase mientras jugueteaba con algo que llevaba en su otra mano.

-¿Sí?

-¿Detz?

-Eres tú, Unum.

-¿Te alegras de oírme?

-Ahórrate tus tonterías. ¿Cómo llevas la investigación? –preguntó Detz, con tono serio.

-He confirmado la presencia de un grupo que solía ser muy cercano a Darker. Son pocos, unos cuatro miembros, pero tendré que ser discreto al encargarme de ellos o me descubrirán. Tras la muerte de Darker, están pendientes de todo lo que se hago, tanto dentro como fuera de la organización. Son como un grano en el trasero.

-¿Crees que sospechan de ti?

-Dudo mucho que Darker les informase sobre mí. No me conoció hasta que entré en "Comhairle" con el nombre de Rokudo, pero, dada su muerte y mi cercanía a él, no me extrañaría. Incluso votaron en contra de que las Yohei Gakko entrasen en guerra abierta.

-Entiendo. Entonces date prisa.

-Procuraré que nadie se entere, aunque no creo que pueda usar lo mismo que con esa chica. Por cierto, ¿qué ha sido de él? ¿Sigue sin ceder?

-Tribus acaba de darle de comer.

-Hablas como si fuese un perro.

-Y a este paso lo será. No tendré más remedio que sacarle el núcleo.

-¿Podrás hacerlo?

-Por supuesto, hace poco que he terminado con lo necesario, pero me gustaría tenerle de mi lado, al igual que Kareth.

-Me fastidia que estén en contra de nosotros.

-No los culparé en caso de hacerlo, pero eso no cambiará nada –durante unos segundos, se hizo el silencio entre ambos, hasta que finalmente fue roto por Detz- En cualquier caso, céntrate en la misión que tienes por delante y procura que no te descubran.

-Lo que tú mandes –respondió Unum, colgando el aparato.

De vuelta con Kai y Miruru, esta última se hallaba sentada con las piernas cruzadas, su mente visualizando un punto negro sobre un gran espacio blanco, poniendo toda su concentración en ese punto.

-Oye –dijo una voz, justo enfrente.

-¡Uah! –exclamó ella, llevándose una mano al pecho por el susto, lo que le hizo abrir los ojos y darse de bruces con el rostro de Kai- ¡¿Q-qué pasa?! ¡Me has desconcentrado! –se quejó.

-Lo siento. Sólo quería decirte que se me ha ocurrido una forma con la que podrías cubrirte las espaldas.

-¿Eh? ¿Y cuál es? –preguntó Miruru, levantándose del suelo y espolsándose la ropa. Ambos se encontraban en la terraza, donde habían decidido subir todas las noches a entrenar.

-Defensa persona. Así, podrás defenderte de un ataque por la espalda.

-¿Defensa personal? ¿Te refieres a algún arte marcial?

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora