The Legacy of Emil Greenard 13

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Donde deberían haber estado su pelvis y sus piernas, ahora yacía un charco de sangre que brotaba de la mitad superior de su cuerpo. No había rastro de del resto, pues había desaparecido en el vacío creado por Sextus.

-¡Alder! –gritó Ceron.

-¡Señor Alder! –le siguieron sus dos guardaespaldas.

-¡Ahora! –aprovechando que acababan de bajar la guardia, Naithan hizo una señal a sus súbditos para que se lanzasen sobre ellos, abrazándose fuertemente. El único que consiguió evitarlo a tiempo Razer, penetrando con su estoque el corazón del que había saltado en su dirección- ¡Espero que disfrutéis de los fuegos artificiales! –exclamó el emperador mientras pulsaba otro botón que, esta vez, hizo estallar a sus súbditos, levantando una nube de fuego y generando tal onda expansiva que, al impactar contra el líder de los Rebeldes, éste salió despedido hasta chocar de espaldas contra la pared.

La escena que se vio después parecía sacada de una pesadilla, con los cuerpos de Zein y Loan calcinados y sin vida, y Ceron inconsciente en el suelo, habiendo sobrevivido gracias a su armadura, ahora destrozada casi por completo.

-¿Cómo has sido capaz de hacer algo así? –preguntó Razer, dolorido e inmóvil, refiriéndose al sacrificio de sus súbditos.

-Tan sólo eran peones. Sentir lástima por ellos sólo demuestra lo ingenuo que eres.

-Eres escoria...

-Qué irónico que digas eso en tu estado –se burló el emperador.

-¡Alder! ¡Alder! –exclamó Kai, acercándose a lo que quedaba de él e incorporándolo con una mano mientras con la otra, inútilmente, intentaba detener la hemorragia.

-Me he precipitado...

-¡Maldita sea!

-Cambia el mundo... –consiguió decir con un hilo de voz. Ya era un milagro que todavía le quedasen fuerzas para hablar-. Anna... siento no haber cumplido nuestra promesa...

Finalmente, su cuerpo dejó de funcionar, abandonando aquel mundo para no regresar.

-¡No! ¡Mierda! ¡Mierda! –gritó Kai, impotente.

-Yo que tú no perdería el tiempo –declaró Sextus, acercándose a él tras ayudar a Duobus, quien sujetaba fuertemente su núcleo a cierta distancia de los dos, a levantarse- Tú serás el siguiente.

-¡Aaaaaaaah! –exclamó una voz, de repente, al mismo tiempo que algo golpeaba el costado de Sextus, lanzándolo contra suelo.

-¡Esto de mantenerse en pie con una pierna es incomodísimo! –se quejó Quattuor, en el suelo tras el esfuerzo del golpe.

-¡Quattuor! –se sorprendió Kai al verle ponerse en pie únicamente con el apoyo de sus brazos y la pierna que le quedaba.

-Es la segunda vez que matas a alguien delante de mí, cabeza cebra. Ya va siendo hora de que barra el suelo contigo.

-Quattuor... siempre tan oportuno. –apuntó Sextus.

-Es una de mis muchas cualidades –se burló el hombre.

Por otro lado, Kareth seguía enfrentándose a Detz, y pese a que estaba en desventaja, lograba mantenerlo a raya, aunque el científico no parecía nervioso.

-Mírate. Estás cansado y lleno de magulladuras, pero aun así, sigues luchando. Admito que te has ganado mi respeto –le halagó, aunque por su tono de voz podía entreverse que no lo decía en serio.

Sin embargo, Kareth no le dio importancia, pues su principal objetivo era tenerlo ocupado para que no interfiriese en el resto de combates.

-Ugh... –se quejó Quinque, recuperándose tras el golpe del chico- No te lo creas tanto por haberme cogido desprevenida.

Yohei GakkoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora