Capítulo Diez.

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Jueves, 20 de diciembre del 2018

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Jueves, 20 de diciembre del 2018.

He tenido una semana ocupada. Recibimos los resultados del suneung y Chan Yeol, Min Su y yo pasamos, aunque ninguno alcanzó a puntuación suficiente para entrar al SKY, pero las probabilidades para que eso pasara nunca han sido muy altas. Ahora las vacaciones han empezado, y con ellas vino uno de mis eventos favoritos: cada año, mamá se va a casa de su hermana mayor a pasar navidad y vuelve poco antes de año nuevo. Cuando éramos niños, papá nos llevaba a hacer todo tipo de cosas en esta época. Ah, qué buenos recuerdos.

Aproveché mis buenos resultados en el examen para comentarle a mamá sobre mis nuevos amigos... No me creyó, lo cual me hizo sentir tonto por preocuparme tanto. Sin embargo, si no me cree, ¿cuál piensa que es la razón por la que salgo tanto?

Otra cosa positiva que trajo el inicio de las vacaciones es que puedo volver a trabajar en la cafetería del padre de Chan Yeol. Trabajo ahí desde el primer año de secundaria, me ayuda a conseguir dinero para eventualmente mudarme.

Me tomo un momento para recordar el código de la puerta, igual que cada vez que voy a entrar. Estoy llegando del trabajo, es mi tercer día en estas vacaciones de invierno. Me gusta más trabajar detrás del mostrador, así aprendo mucho sobre hacer café u otras bebidas. Quiero pensar que he mejorado en ello este último año.

Entro a casa y me quito los zapatos en la entrada. Papá está sentado en la mesa de la cocina con el teléfono pegado a la oreja y una mano masajeando su sien.

—Entiendo que te preocupes, pero..., lo sé... Pero insisto en que tienes que dejar de presionarlo... Sí..., lo sé. —Suspira, cierra los ojos con fuerza—. Sabes por qué te lo digo... Exacto, no quiero que vuelva a pasar... No, Han Byul, ¡no lo entiendes! Está cansado, cada día parece que... Está bien, lo siento... Pero trato de evitar que otro de nuestros hijos pase por una crisis. —Abre los ojos, mantiene la vista fija en la mesa—. Bueno, hablemos de esto más tarde entonces. Saludos a tu hermana. —Suelta una risa irónica y cuelga. Todos sabemos lo mucho que la hermana de mamá lo odia.

Papá me da una mirada cansada.

—Qué bien te queda ese uniforme, eres igual a mí cuando tenía tu edad.

Niego con la cabeza. Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua para sentarme con él.

—¿Qué tal el trabajo hoy?

—Igual que antes —me encojo de hombros—, no hay muchos clientes.

La cafetería del señor Kim no es muy conocida, Chan Yeol y yo pasamos mucho tiempo ahí sin hacer nada hasta que alguien se digna a entrar. Pese a eso, me dan una buena paga.

—¿Qué me dices de la chica? —inquiere, apoya su barbilla sobre su mano—. ¿No me vas a hablar sobre ella?

Le doy un trago a mi vaso de agua y me preparo para contar la historia desde el principio, de nuevo. Mientras hablo observo a mi papá, ya casi no queda rastro del joven que veo en las fotografías de la pared. Papá tenía veintiún años cuando mamá quedó embarazada, ambos todavía no están viejos, papá tiene unos treinta y nueve años, pero su cabello ya muestra uno que otro pelo gris y se le forman arrugas junto a los ojos cuando sonríe, como ahora.

Black SheepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora