Capítulo Veinticuatro.

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Viernes, 18 de enero del 2019

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Viernes, 18 de enero del 2019.

—¿Entonces Yeon Gi te regaló los boletos? —pregunta Soo Bin asombrada, hago un sonido afirmativo—. ¡Podrías dárselos cuando se vean mañana!

—Pero...

—Tae-Tae, ¿todavía tienes dudas? —Chan Yeol resopla, atendiendo a los clientes—. Sólo dile que tu padre y tu hermano la quieren conocer, y listo. No pasará nada malo —asegura.

Comienzo a arrepentirme de contarles sobre las entradas del concierto, aunque quizás tienen razón. Respiro profundo y estiro mis brazos antes de seguir con el trabajo.

—¡Oh, oye! Yo te conozco

Esa voz se me hace familiar, al otro lado del mostrador encuentro a la última persona a la que le presté mis apuntes en la escuela. Aquella chica está tomada del brazo de su novio, igual que la última vez.

—Sí, hola, ¿qué se te ofrece? —pregunta Chan Yeol, noto que trata de disimular su inquietud.

—Un latte y un... ¿americano? —Voltea a mirar a su novio esperando una confirmación—. Sí, eso, un americano. ¿Desde cuándo trabajan aquí?

—Primer año de secundaria —contesto, comienzo a preparar el café.

—Igual, el local es de mi papá.

Oppa, ¿son tus compañeros de la escuela?

Miro a Soo Bin un momento, Chan Yeol se queda paralizado por unos segundos, procesando la forma en la que le llamó. La parejita también se ve sorprendida. Ah, claro, supongo que piensan lo mismo que Chan Yeol antes. Él asiente, todavía anonadado.

—Mucho gusto —extiende una mano hacia ellos—, soy Sung Soo Bin, su novia.

La chica responde el saludo sin saber qué decir. Qué tontería, ¿es tan difícil creer que Chan Yeol tenga novia? Pongo los cafés delante de ellos en el mostrador.

—Aquí tienen... tengan un buen día.

Ambos permanecen de pie ahí mismo, mirándonos a Chan Yeol y a mí. La campana de la puerta suena, levanto la mirada y sonrío. Min Su se apresura hasta el mostrador junto a nosotros. Es como si de pronto el local se iluminara por completo, ella ilumina cualquier lugar al que vaya.

—¡Cuánta gente hay! Les dije que el plan funcionaría —exclama, parada junto a mis compañeros.

—Sí, tenías razón —confirmo.

—Claro que la tengo.

La chica pasa su mirada de Min Su a mí, abre la boca en sorpresa y se cubre con la mano libre en in intento de disimular. Le da un leve empujón a su novio.

—Muchas gracias por el café, ¡nos vemos!

La parejita se marcha, Chan Yeol se reclina en su asiento.

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