¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~

14. Difícil

El plan había comenzado. No podían llamar la atención. Sabían que quizás no resultaria. Pero hartar a Paula hasta el punto de que fuese ella quien se quitase de en medio era mejor que el plan de Lujan de darle una paliza y mandarle al hospital.

Se habia pasado el dia pidiendole mil cosas en la cafeteria y quejandose cuando la muchacha se lo llevaba de que no era lo que quería. Pero ella, intuyendo por qué la princesa del colegio lo hacia, no dejó que la afectara e hizo todos los cambios que Mia hacia en sus pedidos sin rechistar.

-Mia, tu plan no va a funcionar. Te dije que era mejor una buena trompada.

-No seas ordinaria Luján. O sea, la sutileza es mejor. Nadie sospechará de nosotras honey

- Si me hubieses dejado simplemente amenazarla no estariamos perdiendo el tiempo

-Chavas, yo creo que es mejor que no hagamos nada. Diego ni le presta atención. Está tan enamorado de Roberta que ni mira a otras chicas -Suspiró mientras apoyaba la mejilla sobre su mano y miraba como Diego hablaba con sus amigos.

-Lupita, bajate del cuento. Aunque el flan no haya hecho nada, solo queremos evitar la ocasión.

Diego y Tomás se levantaron y se encaminaron al salón mientras Giovanni se quedaba a intentar de nuevo seducir a Paula. Mia sonrió, quizás iba a ser más facil de lo que pensaba.

-Niñas. Quizas sea Giovanni quien nos haga el trabajo sucio. Parece un depravado caray.

Otra vez ese chico. Los pocos días que llevaba trabajando en ese colegio se la había pasando evitandole y no tenía ya argumentos para quitarselo de encima.
Pero en ese momento se le pasó por la cabeza lo útil que podia serle. Acercarse a él significaría acercarse a Diego y de paso, saber más de él.

-Bueno pollota, ahora que todos se fueron y nos quedamos solos...

-Giovanni, deberias estar en clase

-Quien quiere estar en clase con una pollota como tu aquí

-Eres un adulador

-Soy irresistible, lo sé. Pero mejor cuentame. Que tal tus primeros dias en el Elite Way School?

-Algo abrumadores. Me siento un poco desubicada, sobre todo con Mia Colucci, creo que me odia

-Mia? No. Es la mas popular del colegio y algo especial, pero es muy buena onda.

-Yo creo que quizás le da miedo que su novio pueda fijarse en mi

-Su novio?

-Si, tu amigo Diego

-Mia y Diego no son novios. Si son muy amigos pero no mas

-Yo pensé que era su novia

-No no, la chava de Diego ahorita está pasando un tiempo en España.

-Estaba casi segura de que tenía algo con Mia

-Nada que ver. Además, Roberta es todo lo contrario a Mia. Por eso el pollote está tan clavado con ella.

-Tan asi?

-La mera mera es que yo no lo entiendo porque ella esta bien loca y hasta hace nada se agarraban de las greñas. Y de repente...se enamoró. Y ahora anda medio llorón porque la extraña.

-No va a volver?

-Pues si, obvio. Ya en dos semanas creo que vuelve.

-Y es conocida como Mia o como Diego?

-Pues si. Si preguntas por ella te pueden contar sus travesuras. Pero seguro que sabes quien es, es la hija de Alma Rey.

Entonces cayó en la cuenta de por qué Diego hablaba con Alma el día que ella llegó.
Tenía que aprovechar esas dos semanas para cumplir su objetivo, antes de que Roberta llegase y terminase de llevarse la atención de Diego. Tenía que pensar algo rápido para acercarse a el.
Sabía que sus armas eran eficaces, hasta ese momento siempre había seducido a quien se habia propuesto y aunque con él la estaba costando más que nunca, todavia no se habia rendido.
Bustamante le estaba pagando una cuantiosa cantidad diaria, ya que por estar en ese colegio, no estaba atendiendo a todos sus clientes y estaba perdiendo dinero. Y aunque le daba pena que quizas rompiese una pareja, iba a cumplir con su trabajo.
Y no le importaba si hacía daño a alguien. Acostarse con Diego habría valido la pena.

El repaso de las canciones había acabado tarde y cuando todos se fueron a sus cuartos él se dirigió a la cafetería a ver si Maira le preparaba una de esas tortas que tanto le gustaban.
Cuando llegó vio que Maira ya se había ido y muy a su pesar se dio la vuelta para marcharse cuando una voz le frenó.

-Puedo ayudarte?

Paula le miraba desde la barra. La miró, no sabía que había hecho pensar a Mia que esa chica tenía alguna mala intención con él. Supuso que fue ese instinto de mujer del que siempre hablan.

-No, estaba buscando a Maira pero ya veo que se fue.

-Hoy tenía algo que hacer y se fue mas temprano. Pero puedo atenderte yo. Hoy no viniste a cenar, supongo que por eso venias.

Punto para Mia. Esa chava estaba pendiente de cuando iba a la cafeteria. Raro.
Sabía que quizá no deberia, pero quiso quedarse y averiguar por si mismo que pasaba con ella. Y en caso de que el instinto de su amiga no fallase, ser él quien la frenase.
Paula le preparó una torta que ni de lejos se parecia a las de Maira, pero no dijo nada.

-Estas triste cierto?

-Como?

-Bueno, oi por ahí que tu novia tuvo que ausentarse. Supongo que la extrañas. Mi novio tambien se fue por poco tiempo, pero nunca volvió. Conoció a una chavita y se quedó con ella en el extranjero. Empezó a estudiar allí y nunca más le vi. Me enteré por unos amigos.

Sonrió. Otro punto para Mia Colucci.

-Pues que imbécil tu novio.

A Paula se le iluminó la cara. Estaba haciendole un cumplido?

-Digo, entiendo que pudiese enamorarse de otra. Pero así no se hacen las cosas. Conozco a Roberta. Jamás haría algo así.

-A veces la confianza es ciega

-En mi caso no es ciega. Se por qué la quiero. Y su mayor cualidad es la lealtad. Si quisiese estar con otra persona, hubiese cortado de raiz.

-Yo no la conozco. Pero entiendo los riesgos de que se haya ido a otro pais y lo que puede suceder, porque a mi me ha pasado.

-Sabes? Tienes razón.

Pensó lo facil que habia sido. Quizás debía aprovechar el momento de desconfianza que habia creado para terminar su trabajo.
Pero Diego se levantó y dejó el resto de torta que le quedaba en el plato.

-No la conoces.

Se alejó dejándola con la palabra en la boca.
No, no era nada fácil. Debió suponer que no iba a ser nada sencillo hacer que un chico desconfiase de su novia. No era la mejor estrategia.

Iba a ser mucho más dificil de lo que pensaba.