31. Mano negra

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Vio como empujaba la pelota con el palo intentando que entrase en el agujero, enviandola de nuevo demasiado lejos.

Arrugo los labios y enfadada soltó una patada al suelo.

"Aquí viene la rabieta" pensó. Y efectivamente, la chica empezó a soltar un montón de maldiciones por la boca mientras el riendo se acercó a ella y delicadamente la rodeó con sus brazos, cogiendo a la vez que ella el palo de golf, intentando que su novia aprendiese a jugar.

-A ver intensa, mira, no es tan dificil- Colocó una pelota nueva lista para ser empujada y se volvió a posicionar con ella, sientiendo el escalofrío que ella acababa de sufrir a causa del acercamiento.

Hizo el ademán de empujar con ella la pelota pero en el último momento soltó el palo y fue ella quien empujó suavemente pero con la suficiente fuerza para hacer la pelota entrase en el agujero.

Empezó a saltar de alegría mientras el reia y aplaudía el logro de su novia.

Emocionada se agarró a los brazos del chico y poniendose de puntillas sobre sus pies descalzos le besó mientras él rodeaba su cincitura.

-Si viste muñequito? La meti yo sola!

-Si vi mi amor, pero ni modo que mi ayuda no te haya servido.

-Bueno si, un poco de ayuda si necesitaba, pero wey, es la primera vez que juego al golf  -Rio y volvió a besarla antes de recoger las pelotas y los palos para dirigirse directamente a la cafetería donde se encontraban el resto de sus amigos para la hora del almuerzo.

-Oigan, y la lupe?

-Se fue a la habitación hace ya un buen a coger no se qué que necesitaba.

-Voy por ella, ni modo que empecemos a comer si no está

Abrió la puerta de su habitación y la imagen que vio le dejó congelada.
Lupita se encontraba en su cama llorando mientras abrazaba uno de los cojines. Temblaba.
Entonces la miró haciendola saber que estaba totalmente aterrorizada.

-Lupe que paso?

Su amiga señaló un papel que se encontraba encima de su cama y ella lo cogió para verlo mejor.

Sintió como toda la sangre se le bajaba a los pies y al igual que su amiga, temblo.

-A ver Lupe, será una broma de mal gusto. Que va a tener esta gente en tu contra?

-Lo mismo que contra todos los becados Roberta.

-Pero no puede ser caray, neta, creo que alguien quiere reirse un rato. Mira, vamos a hacer una cosa. Los chavos nos están esperando en la cafeteria para comer. Vamos con ellos y lo hablamos con Miguel, él conoce a la logia más que nosotras y sabrá que hacer.

La morena asintió ligeramente con la cabeza mientras se limpiaba las lagrimas y Roberta doblaba el papel y lo guardaba en el bolsillo trasero de su pantalón y juntas salieron de camino a la cafeteria con un nudo en el estómago que no sabían si les dejaría probar bocado.

No habian llegado cuando un imponente León Bustamante se quedó parado frente a ellas mientras fumaba un cigarrillo.

Enseguida supo que no era una visita de cortesia por la forma en la que la miraba. Dio el papel a Lupita y le dijo que se adelantase.

-Que onda suegrito? Vino a ver a Diego?

-En realidad vine a verte a ti Roberta. Tenemos que hablar.

-Ay no, si me va a dar una charla de padre protector ahorresela eh

-No Roberta, no vine a decirte que no hagas daño a mi hijo. Vine a exigirte que te alejes de él

-Perdon? Y por qué iba yo hacer eso?

-Porque no pienso permitir que mi hijo se enrede con una manzana podrida como tu. Cantando y bailando sobre un escenario, exhibiendose de esa manera tan vulgar, mi hijo es un Bustamante

-Aja, por eso, o para quitarme de en medio para que su amiguita la prostituta tenga el camino libre?

-Que estás diciendo?

-Neta cree que soy estúpida? Que no me iba a enterar que contrató a una "señorita" para que le quite lo virgencito a su hijo?

-Mira Robertira, solo vine a exigirte que dejes a mi hijo. Es la opción más fácil para ti. No sabes hasta donde puedo llegar, puedo acabar con la carrera de tu mamá, puedo hacer que te saquen del colegio. O peor, puedo llevarme a Diego muy lejos de ti, y separarle de sus amigos, de su casa, de su mamá...imaginate lo que sería eso para él. Cambiar completamente de vida y por supuesto, tan lejos de ti, en un internado militar en Europa. No hagas que juegue mis cartas manzanita.
Y respecto a lo otro, procura no meterte, no me hagas enojar.

Y sin más se fue de allí, sin dejar que se defienda. Dejando que la rabia y la impotencia le consumiese.

Como era posible que una persona tuviese tanta maldad en su cuerpo?

Como era posible, que una persona pudiese manipular la vida de su hijo a su conveniencia sin importar si lo hacía feliz o no?

Cuando consiguió recuperar la compostura se encaminó a la cafeteria y se sentó junto a Lupita y Luján que estaban hablando con Miguel y a lo lejos vio como Diego reia en su mesa con sus amigos.

Y sintió como el mundo se derrumbaba bajo sus pies.

Maldita fuese su suerte.

¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora