52. Pisar a fondo

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No podía creerlo.
Su corazón iba a mil, podía sentir como la adrenalina salía de cada poro de su piel y el nudo en su estómago le impedia parar de sonreír.
Miró al chico que la había llevado hasta alli, a algo que nunca pensó que tuviese tantas ganas de hacer. Se quedó embobada mirando como Diego, completamente concentrado, miraba al hombre que le daba instrucciones mientras sostenía un casco en su antebrazo.
Santo cielo! Que guapo estaba!

Cuando el hombre terminó de darle intrucciones a Diego, este se acercó a ella sonriendo, haciendo que ella se pusiese aún más nerviosa.

-Neta lo vamos a hacer?

-Claro! O qué? Roberta Pardo le tiene miedo a unos arrancones?

-Mas bien tengo miedo de lo mal que conduces mi rey

-A poco y quieres hacerlo tu?

-No no no, mejor tu si? Así si destrozamos el auto será tu culpa y no la mia.

-Que considerada mi amor - Se acercó a uno de los estantes del lateral de la pista y cogió un casco más pequeño que el suyo y con suma delicadeza comenzó a ponerselo sobre la cabeza a Roberta y abrochó el cierre bajo su barbilla. Tras observarla un segundo, proporcionó un fuerte capón en la parte superior del casco haciendo que a ella le retumbase el ruido mientras el reía.

-Bueno que te pasa idiota?

-Ya ya ya, una bromita, no seas intensa. Vamos.

Subieron al auto que ya estaba posicionado en la pista. Habia otros tres participantes en la misma posicion.
Tenían que terminar de dar diez vueltas a la pista antes que ellos, y solamente de pensarlo el estómago volvía a darle un vuelco.

-Seguro estas bien? No te da miedo?

-Es neta Diego? No serás tu el que tiene miedo? Si te haces pipí dilo y nos vamos.

-Como crees?

-Yo solo digo...

Sintió a traves de la visera del casco como los ojos miel de Diego la miraban y sabía que estaba sonriendo tambien.
Quedaban cinco minutos para que comenzase la carrera, suficiente.

Lentamente se quitó su casco y le sonrió. Después se inclinó sobre el asiento del copiloto para acercarse a él y quitarle el casco. Sonrío aún más cuando vio su pelo revuelto y sentandose sobre el regazo de él le besó.

-Gracias por traerme aquí, me encanta

-No me subestimes Roberta. Todavia estoy a tiempo de estrellar el auto.

-Menso -Rio y esta vez fue Diego quien sujetó la nuca de la chica con su mano y la besó con todo lo que sentía por ella.

Se separó y besó su nariz para después darle un golpecito en el muslo indicandole que se sentase de nuevo en su asiento porque la carrera estaba a punto de empezar.

Cuando estuvo sentada, ambos con los cascos puestos y los cinturones abrochados giró la llave de contacto y arrancó el coche. Él también estaba nervioso.

10 segundos.

Habia que comenzar a rugir el motor. Pero habia algo más urgente.

-Eh!

Roberta giró la cabeza para mirarle y casi se echa a llorar cuando sus ojos hicieron contacto con los del chico. No hacia falta que la dijese nada, esa mirada brillante lo hacia por él, pero aún así él lo hizo.

-Te quiero, más que a nada.

Sonó el pistoletazo de salida y Diego pisó a fondo el acelerador, encabezando la carrera. Roberta gritaba emocionada mientras el reía sin quitar la vista del asfalto.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2023 ⏰

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