46. Calma y tormento

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Alma Rey había cogido el primer vuelo a México y cancelado todos sus shows cuando Madariaga la llamó y le contó lo ocurrido.
Despavorida se montó en su limusina, la cual la estaba esperando en el aeropuerto y se encaminó al colegio, donde nada más llegar fue a buscar a su hija, quien ya se había duchado y cambiado de ropa y se encontraba protegida por sus amigas y Diego en su habitación.

Las dejaron solas y tras un largo rato abrazas mientras lloraban de impotencia, Alma dejó a Roberta durmiendo. Fue entonces cuando llegó el verdadero caos.

Bajó a la dirección y sin anunciarse entró. Gandía se encontraba hablando con Madariaga, Gastón y Bustamante.

-Donde está el energúmeno que le hizo eso a mi hija?

-Alma, el joven Rodrigo ha sido expulsado del Elite junto al resto de compañeros que pertenecen a La Logia.

-Pascual, crees que me vale con una expulsión? Quiero a ese chamaco preso

-Pero Alma...

-Gandia, la señora Rey tiene razón. Hay un muchacho en el hospital por culpa de esa gente. Mi hijo ha estado a punto de morir en un incendio y Roberta a punto de ser violada.-Se levantó del sillón donde estaba sentado y se acercó a Alma y con su típico ademán de manos se dirigió a ella- no te preocupes Alma, yo mismo me estoy encargando de todo.

-Fijese que se lo agradezco Buscamantes, pero yo solita me basto para defender a mi hija. Usted podrá valerse de amenazas y todo lo que quiera, pero yo solamente tengo que decir donde estoy públicamente para que toda la prensa de México aparezca aqui y vean lo que se está tapando en este colegio.

-Alma...

-Alma mis calzones! Mi hija ha sido golpeada. Han intentado abusar de ella!! Y aquí están todos ustedes solamente intentando que el escándalo no vaya a mas. Tienen una idea de lo que hubiese pasado si Diego y Giovanni no hubieran llegado a tiempo? O si hubiesen encontrado al otro pobre muchacho más tarde??

Madariaga se interpuso entonces entre Alma y Bustamante. Sabiendo que lo que iba a decir a ella le iba a tranquilizar, aunque al resto de personas en la sala no.

-Alma, no te preocupes, yo ya llamé a la policia para contarles todo. Los papás de Tomás también. Están viniendo hacia acá para llevarse a Rodrigo y el resto de chavos que han participado en esta barbaridad. Querrán hablar con Roberta, asi que tendrás que prepararla para eso.

Alma salió de alli algo más tranquila y se dirigió de nuevo al cuarto de Roberta y dejó a los cuatro hombres discutiendo sobre la manera de proceder en ese asunto.

Pasada la media tarde la policia ya había hablado con todos para coger testimonio y se llevaron a todos los de la logia.
Roberta había hablado con ellos, siempre acompañada por su madre.

-Lo has hecho muy bien mi reina

-Ojalá se pudran esos desgraciados

-Ya verás que si mi amor

Y no faltaron los golpes de Alma hacia Rodrigo cuando se lo llevaban delante de ella. Luján la había ayudado también con un par de patadas.



Estaba en el area de la alberca, apoyado en la barandilla mirando a la nada, pensando en todo lo que había pasado en las últimas horas.
Casi le matan a el y a sus amigos y habían lastimado a Roberta. Tenía miedo de hasta que punto podía afectarla lo sucedido, aunque sabía que era la más fuerte de todos y que lo superaria enseguida. Pero si para él habia sido doloroso ver como Rodrigo la manoseaba por todas partes mientras la rompía la ropa y ella lloraba y pataleaba, no quería imaginarse lo que había sido para ella.

Notó una presencia que se posicionaba a su lado y sonrió mirándola. Le impresionó ver que no había rastro alguno de los golpes salvo el corte en el labio.

-Vaya

-No soy la barbie, pero también sé maquillarme.

-Me alegra que no te hayas encerrado

-Me estaba agobiando en el cuarto. Tengo a las chavas y a mi mamá encima cuidandome como si fuese de porcelana

-Tenles paciencia. Lo que pasó hoy fue algo muy fuerte.

-Yo sé. Pero si me conociesen...

-Sabrian que te tienen que dejar tu espacio. Y dejarte dormir. Todo mal trago se supera durmiendo, no? -Sonrio al comprobar una vez más hasta donde la conocia el chico.

-Tu si me conoces. Pareces ser el único que me conoce de verdad a veces. Diego, creo que tenemos que hablar.

-Yo creo que también.

-Se que la cajetee bien gacho. Pero...

-Le dijiste a mi papá que era impotente. -Se tuvo que aguantar la risa al ver la cara que se le había quedado a ella.

-No manches, por eso...

-Por eso contrató a Paula...

-Me lleva la chinita. No si no podría haberme callado no...-Empezó a reir la ver como se iba enfadando con ella misma cada vez más y al final ella le acompañó en la risa.

Bustamante les miraba a lo lejos mientras se fumaba un cigarro y se quitaba las gafas de sol. Había buscado a Diego pero este se había ido a ver a Tomás al hospital. Y cuando le habían dicho que había vuelto y se había dispuesto a buscarle, estaba acompañado por la manzana podrida.

Alma se posicionó a su lado, pues también había estado buscando a Roberta antes de irse, ya que ella no había querido irse a casa junto a su madre o que esta se quedase en el colegio.

-No voy a saltar como una leona defendiendo a su cachorra, al menos de momento. Sé como amenazaste a mi hija y lo que tuvo que hacer para que no nos hicieses nada. Que no ves que eso también ha hecho sufrir a tu hijo? Miralos. Son el tormento el uno del otro. Pero también son los únicos que se pueden dar calma. Se necesitan León. Dejalos ser.

Se alejó de alli dejando a Bustamante pensando y viendo como su hijo reia con Roberta.

Mientras tanto, las risas habían parado y ahora solamente podían mirarse fijamente.
Roberta dio un paso adelante, acercandose a él, estando ya a solo unos centímetros.

-Entonces...

-Te quiero. Y eso es lo único que me hace falta tener claro.

¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora