¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~

7. Miedo

El colegio se encontraba en completo silencio. Todo el mundo se había ido después de cenar a sus habitaciones y ya apenas quedaba nada para que Gastón empezase su ronda para comprobar que todos estaban en sus respectivos cuartos, por lo que se tenían que dar prisa.

Habian salido de la bodega para dirigirse a sus habitaciones. Diego tenía la intención de acompañarla hasta su cuarto, pero fue Roberta quien se paró en seco en las escaleras.

- Mejor nos separamos aquí, tendremos menos problemas si no nos cachan juntos en el area de las chicas

-Ya...- Quería alargar como fuese la noche, asi que rodeó su cintura y volvió a besarla.

Había bajado de nuevo a la cafetería a prepararse su infusión de antes de dormir y se le había hecho tarde para estar en su cuarto justo en el toque de queda, por lo que ahora tenía que ir corriendo para que no la castigasen, aunque sabía que precisamente a ella no la iban a castigar, que de cierta manera, contaba con unos privilegios extra por ser la "alumna favorita" de Gastón.

Iba llegando a las escaleras cuando los vio, y no pudo evitar sonreir. Cuando Diego la pidió ayuda para una cita, sabía perfectamente que se trataba de Roberta y aunque no se llevaba bien con ella, sabía que había algo entre ellos y que la escena de celos de Diego en la bodega eran por algo.
Se quedó ahí unos segundos sin querer interrumpir, pero oyó unos pasos a sus espaldas. Se dió la vuelta y se encontró a Gastón caminando hacia ella. Tenía que pensar rápido. Si descubria a Diego y Roberta iban a tener un problema, y si había ayudado a su amigo a preparar la sorpresa en la bodega, no podía no ayudarle ahora.
Puso su mejor cara de ofendida y se dirigió a Gastón.

-Gastón! Te estaba buscando, tenemos que hablar

- ¿Pasó algo? ¿Estás bien? Tengo que hacer las rondas

- Si que pasó, no me parece para nada lo que hiciste - Paso por su lado y caminó en dirección a la cafetería, sabiendo lo que haría Gastón

- Espera Mía! - La siguió por el pasillo alejandose completamente de Diego y Roberta

Se separaron y Roberta apoyó la frente sobre la de Diego, con los ojos cerrados, cogiendo fuerzas para hablar.

-Oye, Diego, yo me voy a ir un mes y...

-Roberta, yo no soy Facundo... Conmigo no te sirve el viaje para darme la patada.

- ¿Qué? Yo no dejé a Facundo por eso. No te dijo nada?

- No. Me dijo que le cortaste y ya. Supuse que era por eso - Roberta sonrió. No podía decirle aun que le dejó por él. No estaba lista para decirle lo que sentía sabiendo que quizás en ese maldito viaje las cosas podían dar un giro de 360 grados.

-Bueno, fue un motivo distinto. Pero, lo que quiero decir es que es un mes y...

- Tu te vas. Pero yo voy a estar aquí cuando vuelvas y ya veremos que pasa entonces.

- No más que cuando llegue te hayas prometido y estés esperando mini kens - Diego rió ante las ocurrencias de la chica y la abrazó.

- Te estoy diciendo que te voy a esperar. Son 30 días por dios, no es como que te vas indefinidamente.De momento, si me voy a aprovechar de estos días hasta que te vayas. Y en un mes, vemos que pasa, porque voy a estar aquí.  A no ser, que encuentres un español..

- No pues, creo que lindos si están...

- Yo estoy más lindo

- Y salió el muñequito - Rió y volvió a besarle.

Entró lo más en silencio que pudo a la habitación y subió a cambiarse al baño. Se miró al espejo. Tenía sentimientos encontrados.
Sabía lo que sentía por Diego, y pensar que él sentía solamente una décima parte la ponía feliz, pero no podía dejar de pensar que en dos días, aunque a sus amigas y a él les había dicho que en cuatro, tenía que irse. Intentó pensar en positivo, que un mes pasa volando y que como él había dicho, no se va indefinidamente. Pero tenía miedo, ella no iba a estar, y no sabía hasta que punto podían cambiar las cosas en ese poco tiempo. Tenía miedo de que, a pesar de que Diego le hubiese asegurado que iba a  esperarla, cuando llegase él hubiese seguido en su camino de galán con todas las chavas. Tenía miedo de que, aunque fuesen solo treinta días, nadie la echase de menos.