Se levantó más pronto que nunca. Se metió a la ducha y se preparó mientras sus amigas aun dormían.
Siempre era la última en levantarse pero ese día había cosas que hacer antes de retomar las clases.Se puso su uniforme. Hasta eso habia echado de menos. Habían pasado dos semanas pero parecía que había pasado un siglo.
Despues de maquillarse bajó a la cafetería que ya estaba abierta a la espera de que se llenase de alumnos preparados para desayunar.Se acercó a la barra y una chica joven, con el pelo largo y rizado la miró mientras sonreia. "Paula" pensó.
-Hola! Que madrugadora, que te puedo servir?
-Un cafe, una torta y unas tostadas. Ah, y un zumo de naranja
-Vaya, donde metes todo lo que comes?
La chica se alejó mientras Roberta la examinaba. Esa era la que iba detras de su muñequito, y no pudo evitar sentirse algo pequeña en comparación con ella.
Paula volvió y le puso delante toda la comida que había pedido.-¿Eres nueva? Llevo dos semanas aquí y no te había visto
-Algo así. Dos semanas? Y que tal? Este colegio puede ser algo especial, sobretodo si no sabes como lidiar con los niños de papi
-Si, alguno, bueno, mas bien alguna que otra que se cree princesa me está haciendo mi trabajo algo dificil
-Bueno, pero tambien hay niños lindos
-Eso no te lo niego, algunos mas que otros
Sabía por quien lo decia, y la sangre comenzó a hervirle. Hasta ahí llegó. Dejó de comer para mirarla.
-Si, sobretodo si son hijos de politicos importantes verdad?
-Como?
-Si, digo, puedo entender que Diego te guste. Su papá es poderoso y él es bastante lindo. No eres ni la primera ni la última que le ronda, y neta, no importa. Es algo con lo que tengo que lidiar, no voy a preocuparme cada vez que mi novio le guste a alguna chava. Pero, si vuelves a intentar hacer daño a Mía, seré yo misma quien te arranque la cabeza.
No pudo disimular su asombro. Se suponia que llegaba en dos semanas, ahora si iba a ser complicado cumplir su objetivo, esa chica le había declarado la guerra.
La cafeteria empezó a llenarse de gente ansiosa por desayunar, por lo que no contó con mucho tiempo para reaccionar. Y ya se estaba yendo.-Tu eres...
Volteó y la miró sonriendo. Si, la guerra estaba declarada.
-Roberta Pardo, mucho gusto
Se alejó tan imponente como se había mostrado. Como había dicho, podía lidiar con que le rondase a Diego, sabía que medio colegio iba detras de él, y no era algo que la preocupase siempre que no se acercase demasiado a él.
Pero era la única que podía meterse con Mia. Había limites.
Y ella acababa de imponerlos.Las piernas le flaquearon, y dejó de pensar. Llegaría el día en que no se pusiese nerviosa al verle?
Estaba apoyado en el marco de la puerta de la cafeteria que daba al patio, mirandola con la sonrisa traviesa puesta. Se acercó a él y se quedo a medio metro de distancia.-Que tramas eh?
-Yo?
-Si, tu
-No me vas a dar los buenos días?
-Te los tengo que dar yo?
-Ven acá -La agarró por la cintura y la atrajo hacia él, atrapando sus labios entre la risa de ambos. Roberta echo los brazos alrededor del cuello de él y profundizó el beso, bajo la atenta mirada de Paula.
-Buenos dias mi amor
-Buenos dias loquita
En eso aparecieron sus amigos interrumpiendo el momento. Empezaron a dar la bienvenida a Roberta.
-Amonos, como ya estás ocupada con tu principe te olvidas de los amigos
-Que onda mike? Es que resulta que mi principe no la cajetea como tu fijate
-Yo no hice nada
-Como no? Ya me contaron mi rey, no te hagas. Se te fue la mano
-Roberta, neta, si hubieses visto como lloraba la pobre chava tu tambien hubieses actuado igual
-Si yo hubiese visto como lloraba esa chava, la hubiese hecho llorar más aun. Miguel, la barbie solo estaba protegiendo mi ganado
-Que ganado Roberta?
-A Diego wey
-No entiendo
-Tu si estás menso me cae. Mia se comportó como una amiga. Vio que una zorra andaba de resbalosa con mi hombre y la puso en su sitio. Lo que hubiese hecho yo tambien. Asi que mi rey, le debes una disculpa a la princesa, porque esta vez abriste la bocota de mas.
En ese momento pasó por su lado el Mia's club al completo. Mia miró fulminante a Miguel y siguió su camino.
Roberta le dio dos palmaditas en la espalda.-Que Dios se apiade de ti mi mike.
Se sentó en la silla de al lado de Diego y apoyó su cabeza sobre el hombro de este. El volveo su cabeza y le dio un ligero beso en la frente.
-No desayunas?
-Ya desayune antes. Bajé mas temprano
-Tu madrugaste mas que nadie o que?
-Si, tenia que aclarar ciertas cosas con esa meserucha
-No manches - Se puso nervioso. No podía ser que apenas acababa de llegar y ya iban a tener problemas.
-Diego, tranquilo si? Ya me contaron. Esta vez te libras, se que fuiste un niño muy bueno. -Le agarro de los cachetes y le dio un pico.- Pero ella no.
-Estas celosa -Rio y ahora fue el quien le agarro de los cachetes
-No, ni te emociones. Celosa? Me has visto mi rey? No tengo nada que envidiarle a la pechugona esa. Pero no me fio de ella, hay algo raro.
-Es raro que yo le guste?
-Ah, te encanta verdad? -Le dio un golpe y riendo volvio a apoyarse sobre el.
-Entonces?
-No lo se, es un presentimiento.
-Estas loquita
-Lo sé. Si no, que hago contigo?
-Amonos-Rio y volvio a besarle.
Pudo ver como Paula les miraba a lo lejos. Algo raro había. No sabía por qué, pero tenía la sensación de que Diego no le gustaba sin más.
ESTÁS LEYENDO
¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~
Fanfiction¿Que hubiera pasado si el amor hubiese estallado antes por los aires?