32. Quien rie el último...

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La cabeza no paraba de darle vueltas. Había repasado mentalmente cada una de las palabras de León Bustamante mil veces buscando una solución que no acabase con Diego lejos de ella, pero todas llevaban a lo mismo: A estar sin él. Y la sola idea hacia que se le cortase la respiración.

Tenía que hacer algo rápido. También estaba el asunto de Paula. Todavía no había encontrado ninguna prueba.

Quizás tendria que haber hecho caso a Mia y hablar con Diego. Al fin y al cabo el sabía como era su papá y lo que era capaz de hacer. Pero no queria verle nervioso o en problemas con su padre.

Y la amenaza de la logia contra Lupita no habia hecho más que preocuparla aun mas.

Sonrió cuando vio que él se acercaba corriendo donde estaba ella y empezó a reir cuando se lanzó sobre ella en el cesped haciendole cosquillas.

-Diego, ay, parale wey. Estás todo sudado

-No que a ti no te importaban esas cosas

-No me importa que estes medio feo, pero si que me embarres de tu olor a puerco

-Medio feo?

-Un poquito

-Pero bien poquito no?

-Casi nada

-Entonces no hay problema - Cogió la cara de la chica entre sus manos y la beso con varios picos mientras ella reia

Era con esos momentos que él hacía que se olvidase de cualquier problema.
Y rezaba para que así fuese siempre y encontrar una solución para no separarse de él.

Ya no sabía que hacer. León le habia prometido que iba a tener vía libre con Diego muy pronto pero ella solo veia como cada día estaba mejor con Roberta.
Les veia almorzando juntos, jugando juntos al golf, riendose mientras se revolcaban en el pasto. La odiaba
Nunca ninguna mujer había sido rival para ella, y menos una chavita como la pelicolor.
Por su experiencia sabía que cualquier niño de diecisiete años caería rendido a los pies de una mujer más mayor, pero Diego era todo lo contrario, y quizás era eso lo que realmente la obsesionaba de él. Que no suspirase por ella si no por otra.
Solo quedaba esperar que el plan de León diese resultado para lanzarse a por él.

-Disfruta mientras puedas Robertita, que quien rie el último, rie mejor.

Iban vestidas de negro. Con unos pantalones perfectamente ajustados y una sudadera de capucha, intentando salir del colegio sin ser descubiertas.

-Mia creo que estamos llamando demasiado la atención

-No Vico, no hay nadie

-Esto es muy arriesgado

-Caray, amiga, tu sabes lo dificil que es ser yo. No me lo compliques más si? Bastante tengo con hacer yo el trabajo del detectivito ese que contrato Roberto

Consiguieron salir del colegio y con la dirección que días antes les había proporcionado el detective cogieron un taxi y se dirigieron a casa de Paula esperando encontrar algo que les ayudase a hacerla desaparecer de sus vidas.
Cuando llegaron se posicionaron en el parque que había frente al edificio de la susodicha a hacer su guardia.

Pero las horas pasaban y no había ningún movimiento.

-Mia, ya vamonos, ya es bien tarde caray

-No Vico, yo de aquí no me muevo hasta que la desenmascare

-Sabes que? Quedate tu. Yo me regreso al colegio. Es tarde y hace frio.

-Que? Me vas a dejar sola?

-Vienes o no?

-No

-Entonces si te quedas sola - Paró al primer taxi que pasó y bajo la sorprendida mirada de la ojiazul se fue dejandola alli sola.

-Y esta es mi mejor amiga. Para que quiero enemigos caray. Ok Mia, tu a trabajar.

Poco a poco el frió comenzó a aumentar y el parque empezó a llenarse de gente algo peculiar. Cosa que empezó a incomodarla bastante, pero no lo suficiente para desistir de su plan de librarse de esa zorra.

No podía creer que estuviese en esa situación, abandonada por su amiga, muerta de frío y desesperada porque el tiempo pasaba y no había conseguido nada.

Sintió como un auto se estacionaba cerca de ella y como apagaba el motor pero no bajaba nadie mientras ella se sentia observada. No podia visualizar al conductor y el miedo empezó a recorrerla de arriba a abajo, pensando en salir corriendo.

Pero el alma le volvió al cuerpo cuando el conductor se bajó del coche. Sin poder creerselo sonrio sin que se le notase mucho.

-Que haces aquí charro?

-Tu que haces aqui niña? Vico me dijo donde estabas y el plan que tenias

-Afff maldita traidora

-No, tu amiga no te traiciono, tu amiga me avisó en cuanto llegó al colegio para que yo viniese contigo

-Mi amiga me dejo aquí sola

-Vamos al coche al menos

-Ay charrito, ni loca comparto un espacio tan pequeño contigo. Me contaminas el aire

-Ok, sabía que dirías eso

El chico abrio el maletero y sacó lo que le parecio una manta y un tupper de comida y café.

-Que haces?

-Pues que? Si vamos a estar aquí de guardia toda la noche ni modo que nos muramos de frío o hambre. Y ya que no quieres subir al auto...

Pasó la manta por encima de los hombros de la castaña mientras ella sonreia abriendo uno de los tupper con ensalada.

-Por qué viniste?

-Vico me dijo

-Miguel...

-Ok. Me asusté solo de imaginarte aqui sola. Contenta?

Se quedo mirandole fijamente agradecida de que estuviese allí con ella.
Cuando se quiso dar cuenta el chico tenía los labios sobre los de ella. Abrio su boca dandole permiso para profundizar el beso mientras acariciaba la cara de Miguel.
Pero apenas dos segundos después oyeron otro auto acercarse y se separaron.

Entonces lo vieron. León Bustamante bajaba de ese coche. Y Paula lo esperaba sonriente en el portal vestida solo con un pequeño camisón que apenas y le tapaba los pechos.

El hombre saco un fajo de billetes y se lo entregó a la chica para que después esta le rodease con sus brazos y se lanzase a su boca mientras bajaba la mano a zonas que pudieron ni quisieron ver. Fue despues cuando se adentraron en el edificio.

-Veeeerdee. Era esto lo que buscabas?

-Si

-Y?

-Lo tengo- Y con una sonrisa le enseño la pequeña cámara digital con la que había hecho todas las fotos necesarias para deshacerse de Paula.

¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora