34. Arrepentimiento

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Entró corriendo en la bodega. Les había buscado por todo el colegio para enseñarles lo que habia descubierto, pero lo que vio no fue para nada lo que esperaba.

Estaba tirada en el suelo llorando, casi sin aire. Sabía perfectamente como era, por lo que dudó si acercarse por miedo a que la agarrase contra ella.

Pero al segundo decidió que daba igual.

Se acercó con cuidado y tumbandose en la misma posición quedó frente a frente con la pelicolor, desgarrandose por dentro cuando vio en sus ojos la intensidad con la que habia estado llorando.

-Ay Roberto, que pasó?

-Se fue.

-Quien?

-La regué..la regue bien gacho. Y me dejó sola.

-Roberta que pasó?

-Le dije que no le quería

-QUE??

-Crei que sería lo mejor. Y cuando me arrepentí ya era tarde.

-Pero por qué lo hiciste?

-Bustamante vino a verme y...

-Ay no, no no, te amenazo??

-Si. Me dijo que se le llevaría si no le dejaba. Y Mia...prefiero que me odie y tenerle cerca a que me le arranquen. Así al menos puedo respirar, porque si el está lejos a mi me falta el aire.

-Pero Roberta! Wey, o sea, por qué eres tan aventada? Seguro que había otra solución. No sé, contarle.

-No. Hubiese ido a por su papá e igualmente se lo puede llevar. Y yo no quiero que por mi culpa el decrepito ese le arruine la vida. Si te imaginas lo que sería para él alejarse? Lejos de sus amigos, sin la banda...

-Si me imagino Roberta! Pero tu te imaginas lo que sería para Bustamante que esto saliese a la luz? - Saco de la parte baja de su espalda un paquete que contenía varias fotografías y se las enseño. Enseguida Roberta se enderezó y cambió la expresión de su rostro.

-No manches. Barbie...

-El detective no nos decía nada caray, asi que hice yo todo el trabajo sucio. O sea, no sabes, Mia Colucci es una super detective.

-Es la única vez que te lo voy a decir en tu vida. Te quiero. Gracias por esto.

- Ay yo sabía! O sea, todo el mundo me quiere honey...

-Si, lo que tu digas. Tengo que hablar con Diego.

-Que?? No! O sea, Roberta...me puedo imaginar como esta ahora. Y lo mejor es no acercarse a él. Neta, ahora mismo querrá matarte.

-Pero...

-No. Dejame que lo intente yo mañana.

-Mia, esto es cosa mia.

-No Roberto, es mi mejor amigo. Le conozco desde que eramos unos babies. Sé como tengo que hacerlo. Tu te vas a volver loca.

-Pero...

-Wey, es super dificil ser yo! No me lo pongas más dificil! Al charrito y a mi nos ha costado demasiado asimilar ver como la golfa esa hacía cochinadas a Bustamante como para que vayas tu de aventada caray

-Charrito? Miguel sabe esto?

-Pues si, vino conmigo

-Miguel fue contigo?

-Bueno es que Vico me dejó sola y le mandó a buscarme

-Y Miguel fue a buscarte a ti?

-Roberta!!

-Que?

-Me chocas!!

-No hice nada! Tu misma te delataste mi reina

-No delate nada

-Si como no, si te cambió la cara charrita

-Ashh!! No me cambies de tema y deja al charro fuera de esto ok? Prometeme que al menos hoy vas a dejar a Diego tranquilo si?

-Esta bien. Pero a Bustamante y la zorra de Paulita si me les dejas a mi.

Maldita fuese una y otra vez. Siempre caia en el mismo error, pensaba demasiado rápido sin valorar las consecuencias de sus decisiones. Si tan solo hubiese esperado un poco...

Y sabía lo que venia. No iba a ser tan facil como hablar con el y contarle todo. Sabía que le había roto, y que el orgullo de Diego Bustamante era el único que hacia frente al suyo.

Pero tenía que luchar por él. Sabía que ahí residía su ultima esperanza.

Dispuesta a hablar con su amigo fue a su habitación preparada para verle más debastado que nunca. Pero Giovanni y Tomás solo supieron decirle que creian que estaba con Roberta desde el día anterior.

Le llamó. Apagado.

Recorrió todo el colegio buscándole pero no hubo manera.

Cogió de nuevo su teléfono y marcó.

-Bueno? Roberto? No encuentro a Diego por ningún lado caray.

Las horas habían pasado y aun ninguna de las dos sabía nada de él. Se habian rendido al imaginar que se habría ido a su casa, pero tampoco habían podido contartarle allí.

La ansiedad crecía por momentos. Dolía cada segundo que pasaba más y más. No sabia como iba a arreglarlo. Pero necesitaba a su muñequito con ella.

La habitación empezó a quedarsele pequeña. Salió a pasear por el patio y los pasillos y finalmente fue a la bodega y se sentó en el sillón llevándose las manos a la cara en signo de desesperación.

Fue un ruido al fondo de la bodega lo que le alertó. Y sintió su corazón acelerarse.

Y solo había una persona que podia provocarle un infarto solo con notar su presencia.

Entonces lo vio. La miraba con los ojos hinchados y empapados y poco a poco se iba acercando.

Se levantó apresuradamente y dio dos pasos hacia él con el corazón en un puño.

-Diego...

¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora