¿Que hubiera sido? ~Diego&Roberta~

48. Mal trago

Los días habian ido pasando, y no del todo bien.
Pensaba que todo lo que pasó en el bosque se habría quedado en un susto, pero desde entonces no había habido un solo día que no hubiese tenido una pesadilla en la que Rodrigo entraba en su habitación para acabar lo que había empezado. Y todas las noches despertaba llorando sin poder respirar.

Intentaba tranquilizarse, se decía a si misma que no había pasado nada, que Rodrigo ya no iba a volver y no podía evitar pensar que estaba exagerando, por lo que no le había dicho a nadie lo que la estaba pasando.

Pero sus amigos no tardaron en darse cuenta de que algo pasaba.

No quería que ninguno de los chavos, salvo Diego, se acercase demasiado a ella.
Fue en un ensayo de la banda en el cual estaban decidiendo que canciones cantar en la próxima presentación en el café cuando Miguel le pasó uno de sus brazos por encima de los hombros intentandole hacer un cariño fraternal.
Pudo notar como su amiga se tensaba y comenzaba a temblar mientras Diego veía atónito como habia cerrado los ojos con fuerza y comenzaba a respirar más fuerte.

Se miraron entre ellos totalmente sorprendidos y Miguel retiró su brazo. Sabían perfectamente a qué se debía esa reacción.

Diego se posicionó a su lado y la atrajo hacia él, sintiendo como se relajaba. La chica sonrió y le besó la barbilla.

Mía también se habia dado cuenta. No solo esa vez, sino en otras ocasiones anteriores y también sabía que apenas dormia. Solamente ella sabía distinguir cuando el maquillaje se había utilizado expresamente para tapar las ojeras.

Cuando el ensayo habia acabado Roberta se había ido a la cafeteria con Lupita, dejando a sus cuatro compañeros recogiendo todo.

-Si se dieron cuenta?

-Wey, ella sabe que yo no la haría daño no?

-Claro que lo sabe Miguel, pero lo que la pasó estuvo cañón.

-La choky se nos quedó traumada

Diego permanecia inmovil, con la mirada clavada en el suelo. Impotente por no saber como ayudarla en esos momentos.
Mía se acercó a él y le frotó la espalda con la mano en señal de apoyo.

-Amigui, Robert va a estar bien.

-Y si no? Y si no vuelve a ser ella? Hace como si nada, pero aquí todos nos hemos dado cuenta de que no deja que nadie se acerque a ella. Tiene pánico y está muerta de miedo. Y ella no es así.

-Yo creo que ahora nos necesita a todos. Lleva dias sin dormir, o sea, lo siento pero parece la novia cadaver caray, ya ni el maquillaje la ayuda. Y Diego, contigo es el único con el que está así como relajada.

-Pues la neta es que aquí la descerebrada tiene razón. Quizás deberias no sé, ir a dormir con ella un par de días para que descanse. Y creo que tal vez deberiamos hablar con Alma.

-Creen que tan grave sea la cosa?

-Cuantas veces se ha dirigido a ti esta semana?

Giovanni se quedó pensando en que tenían razón. Normalmente la hacía de rabiar y ella seguía el juego o cuando le hablaba le llamaba pollo insipido o soltaba alguna de sus ocurrencias, pero en los ultimos días no había jugado con él a vacilarse ni le había dirigido la palabra.

-Bueno pero quizás solo necesite tiempo no? Puede ser solo una transición.

-Me da igual Giovanni, yo necesito a mi novia de vuelta.

-Si, además, para que somos sus amigos si luego en momentos así no la ayudamos?

-Si, o sea, yo como que me la puedo llevar de compras y así para que se distraiga

Los tres amigos se echaron a reir ante las ocurrencias de la castaña, imaginando cual iba a ser la respuesta de Roberta ante tal proposición.

-Pues qué?

Diego se acercó y riendo le dió un beso en la frente.

-Te agradezco la intención, neta. Pero no quiero que Roberta te asesine.

-Entonces que hacemos?

-Pues barbie, yo creo que tu eres la mejor opción para hablar con Alma

-Pues yo creo que acá el galán Bustamante es el único que puede quitarle cualquier trauma. Ya me entendeis, unas velitas, musica romantica...

-GIOVANNI!

-Pues qué??

-No seas naco caray

-Vamonos antes de que a este idiota se le ocurran más estupideces

Llegó a la cafetería y la vio. Parecía que estaba todo normal, se encontraba en una mesa con Lupita y Luján, riendo de algo sobre lo que hablaban mientras Lupita se tapaba la cara con las manos ruborizada. Sonrió imaginando que estaban hablando de barbaridades sexuales o algo por el estilo solo para hacer pasar verguenza a su amiga.

Viendo que estaba tranquila fue a su mesa habitual junto a Giovanni, Mia, Vico y Celina.

Pero sabía que en esos momentos no había ninguna paz en el interior de su novia.

Y también sabía, que iba a hacer lo que fuera para que superase ese mal trago.