• Capítulo 22 •

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Perdonenmeee la vida por estar desaparecida por varias semanas. Como dije antes, tengo mucho trabajo, pero afortunadamente conseguí acabarlo a tiempo para escribir este capítulo <3

Y luego, cuando lo había acabado y justo cuando lo iba a subir, se fue el internet por tres días lol (acaba de llegar unu) 

Bueno, ya está, perdonen mis desgracias. 

Disfruten del capítulo 

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Halifax, Canadá

14:42 PM

ACTUALIDAD

Diane Lassarre

1 de diciembre.

Diciembre comienza y la sensación de volver a pasar las navidades fingiendo una sonrisa, sé que aparecerá en unos cuantos días. Antes, cuando era pequeña, esperaba con ansias el mes de diciembre debido a las fiestas navideñas y porque me encantaba abrir los regalos que estaban debajo del árbol navideño ya que, no sabía en lo más mínimo su contenido y eso era lo que lo hacia emocionante.

Sin embargo, empiezas a crecer y te vas dando cuenta de que la emoción cada año se va desvaneciendo. Pasas de ser la pequeña que jugaba alegremente con los niños que merodeaban la casa, a ser la adolescente que se sienta en un rincón observando y navegando en tu teléfono.

Lo sabía porque esa era yo de los últimos años.

Además, siempre me siento junto a mis tías para escuchar el chisme, je.

Y, siendo sincera, es la primera navidad que pasaremos junto con el sentimiento de tristeza y nostalgia a nuestro alrededor. No solo me refiero a mí, también me refiero a Andrew ya que será la primera navidad que pasará sin el acompañamiento de su madre junto a él.

Últimamente, los días han estado grises y fríos para Andrew. Durante ese corto periodo de tiempo él se mantuvo aislado de todos nosotros, no supimos de su existencia por una semana e, igualmente no asistió a clases durante ese tiempo. Afortunadamente, los profesores entendieron su situación y le dieron todo el tiempo que fuera suficiente para él.

Evidentemente, le dimos su espacio todo el tiempo que necesitara.

Por suerte, aquel tiempo le ayudó muchísimo con el tema de su mamá. Pudo superar algunos temas y problemas que lo asechaban casi todos los días, al igual que cuando regresó con una gran seguridad en sí mismo que nunca creímos que lo iba a lograr—o que yo creí—.

Y, estoy segura de que su madre desde el paraíso en el cielo está orgullosa de él. Y yo también estoy orgullosa de él.

—¡Hey! Tierra llamando a Diane.

Doy un sobresalto y observo a Lana que está a un lado mío, de brazos cruzados y observándome fijamente.

—¡Oh! Lo siento, ¿Qué decías?

—Dios... —bufa mientras hunde su cabeza entre sus brazos cruzados—. Olvídalo, es mejor que no sepas.

—¡Lana, dimeee! —reprocho—. Prometo que esta vez tendrás mi máxima atención.

—Solo había una oportunidad —murmura mientras le da un sorbo a su café.

—¿Vas a dejarme con la duda?

El Chico Del Piano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora