• Capítulo 29 •

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Holaaa, aquí Ary reportándose desde hace tiempo lol . Sólo quería dar un pequeño anuncio y es lo más probable que el siguiente capítulo esté subido a principios de Julio (o si lo termino antes lo subiré de inmediato). Tengo algo sumamente importante que hacer y realmente quiero poner mi máxima atención y concentración en ello para no fallarlo :(

Después de eso, lo más seguro es que esté totalmente libre y pueda subir capítulos sin atrasarme uwu. 

Eso es todo. Los dejo con el capítulo :'3

Disfruten. 

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Halifax, Canadá

9:23 AM

ACTUALIDAD

Diane Lassarre

—¡Diablos! ¡¿Por qué demonios se escondió tan bien?!

Le grito al televisor mientras mis dedos toman el control del mando de la consola con la que estoy jugando Payday. He pasado jugándolo aproximadamente más de cuatro horas seguidas (excepto por los pequeños descansos que he tomado para dormir).

No es mi culpa que éste juego sea tan adictivo como dijo Morgan, tampoco es mi culpa que me hayan matado gracias a un policía francotirador que se escondió perfectamente de mí.

Es la cuarta partida perdida, genial.

Me recargué sobre el respaldo del sillón a la vez que agarré el paquete de cereales para tomar un puñal y llevarlo hacia mi boca (ya que es la única comida que tengo ahora). Miré hacia la derecha y me encontré con Morgan profundamente dormido, tapado con la manta calentita de patos bebes. De hecho, ha estado dormido desde que empecé a jugar la primera partida.

Seguía sosteniendo la caja de cereales cuando escuché la puerta principal abrirse. Chloe no tardó demasiado en aparecer frente a mi vista, así que sólo le sonreí mientras masticaba el puñal de cereal.

Me sonrió y su vista de dirigió a Morgan.

—Ahora tengo muchas preguntas en mi mente —confiesa con la vista fija en el chico que duerme.

—Trataré de responder la mayoría —sonrío.

Asiente mientras se acerca a mí y se pone en cuclillas para poner su barbilla sobre el posabrazos del sillón.

—Veo que te invitó a jugar Payday con él—asiento—. Qué arriesgado de su parte.

—Lo sé —murmuro.

—Muy bien. ¿Están saliendo o algo así? Porque créeme que Morgan no invitaría a otras personas que no fueran tú para poder jugar. Además, la vez que jugué con él me confesó que éste día llegaría tarde o temprano.

Vaya que se arriesgó demasiado porque sólo han pasado dos días desde que compraste la consola con el videojuego.

—Pues... podría decirse que sí —digo con una risa nerviosa.

—¡Vaya, vaya! Pensé que duraría más tiempo de lo esperado con lo perfecto que conozco a éste niño. Ah sí, y después del día que confesó que le gustabas mucho tenía mis dudas de sí lo haría o no, pero ahora veo que no —guiña.

El Chico Del Piano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora