Halifax, Canadá
18:21 PM
Actualidad (Carro de Morgan)Diane Lassarre
Morgan tenía la mirada fija al frente, solo unas cuantas veces me miraba de reojo sin que yo me diera cuenta.
La canción sonaba a todo volumen en todo el coche. No pude evitar cantar una parte de la canción.
—When you lose your feet, fall down to your knees.
And you heart's about to break.
I Will be your saving grace.
When your eyes can't see, take my eyes from me. When you're lost and losing faith.
I Will be your saving grace. —canto a todo pulmón junto a Morgan quien no puede evitar sonreír alegremente.Al terminar la parte del coro, ambos reímos y nuestro ambiente de convierte en uno divertido al que no quiero dejar nunca.
—Ahora se lo que vas a hacer —río.
—Entonces no deberías preocuparte —responde riendo un poco.
—¿Quién dijo que estoy preocupada? —bromeo mientras lo miró.
El ríe con una risa divertida que logra contagiarme.
—De hecho no sabía que tenías un coche.
—No es mi coche, es prestado —sonríe —Por la mismísima Chloe.
Sonrió un poco al ver que realmente le tenía mucho aprecio a Chloe. Ella fue la primera persona que le brindó un hogar a Morgan.
—¿Es la primera vez que sales de esa pequeña habitación? —pregunto con curiosidad.
—Si. Y aunque no lo creas, siempre pensé que saldría de ahí cuando una persona vendría a rescatarme —me mira —Tu me has rescatado, Diane.
No puedo evitar ruborizarme un poco.
Morgan me ha hecho sentir cosas que nunca imagine que las tendría con un chico en tan poco tiempo.Aunque no lo crean, él también me rescato a mí.
El viento golpea mi cara mientras observo por la ventanilla del auto. Veo que pasamos por varias áreas verdes llenas de grandes árboles.
Nos detenemos especialmente en la orilla del mar, rodeado igualmente de grandes árboles.
Bajamos del auto dejándola con la música prendida y las ventanillas bajas mientras caminamos a la orilla del mar.
Quedamos descalzos para poder sentir el agua en nuestros pies. Decido sentarme en la arena esperando a que Morgan se siente a mí lado.
Y tal y como lo pienso, Morgan lo hace.
Se sienta a mí lado con sus rodillas flexionadas y sus brazos en ellas rodeandolas.
—Gracias — digo en un susurro —Gracias por hacer esto posible.
Él me sonríe y me mira con esos intensos ojos avellana, ¿ya dije cuanto me encantan?
—Haría cualquier cosa por ti, Diane. No importa si es en Marte o en Jupiter, juro que estaré ahí para ti —dice mientras me mira fijamente.
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El Chico Del Piano ©
RomanceMorgan es un chico amante del piano, junto con las melodías que éste compone. Por desgracia, después de la muerte de su madre tuvo que encontrar un nuevo hogar para pasar su adolescencia y, en especial, para compartir su amor hacia dicho instrumento...